San Sebastián se replanteará las fiestas por el preocupante aumento de agresiones sexistas

El preocupante incremento de los actos de violencia sexual contra las mujeres registrados en la recién finalizada Semana Grande de San Sebastián –siete casos frente a un episodio contabilizado en 2017– ha puesto de manifiesto que con las campañas de concienciación “no basta”. Es la reflexión del alcalde, Eneko Goia, quien considera que, a la vista de las cifras, los reiterados mensajes del ‘no es no’ no acaban de calar entre la población joven. Por ello, un día después de que la mecha festiva se haya apagado, el Ayuntamiento ya vislumbra cambios en el programa festivo del próximo año para combatir los delitos de índole sexual contra las mujeres.

Aún es muy pronto para hablar de medidas concretas –“no tiene sentido adoptar ahora una decisión, un día después de finalizar lasfiestas y a un año vista de la próxima Semana Grande”, defiende Goia–, pero el alcalde y el Gobierno municipal de PNV y PSE tienen asumido que es necesario “reformular algunas cosas” de las fiestas para lograr una mayor eficacia en la lucha contra los delitos de índole sexual. Más en concreto, la idea es replantearse algunos escenarios festivos, actuaciones y actividades a incluir en el programa, según puntualiza el concejal de Fiestas, Alfonso Gurpegui. “Hay que escuchar a las técnicos, al personal de seguridad, prevención o de igualdad e ir cambiando cosas. Tenemos que adoptar medidas que posibiliten que en las próximas fiestas el número de agresiones sea cero”, asevera.

Se replanteará la 'diskofesta' para adolescentes junto a la playa de la Zurriola, que ha sido el punto negro de las fiestas al concentrar tres de las siete agresiones, entre ellas la supuesta violación

El foco principal está puesto en la 'diskofesta' para adolescentes que tiene lugar cada noche en las terrazas del Kursaal, junto a la playa de La Zurriola, que se ha convertido en el punto negro de esta Semana Grande al concentrar tres de los siete delitos de índole sexual contra las mujeres, entre ellos la supuesta violación a una menor de edad que implica a dos jóvenes que tampoco alcanzan los 18 años de edad y que han sido internados en sendos centros de menores por orden de la Fiscalía de Menores, que les imputa un delito de agresión sexual. Cada noche, centenares de jóvenes, muchos de ellos menores de edad, acuden durante las fiestas a este emplazamiento para bailar al ritmo del DJ y beber, en numerosas ocasiones en exceso.

Los tres episodios de violencia sexual hacia las mujeres registrados en este entorno se dieron en las madrugadas del viernes y el sábado. Por ello, y ante la alarma generada por esta situación, la Junta de Portavoces del consistorio decidió suspender por motivos de seguridad la última sesión de la 'diskofesta', la del sábado. “Había que dar una respuesta inmediata [a todos los casos]. No había tiempo para la reflexión y se adoptó una decisión rápida”, justifica Gurpegui sobre la suspensión de la última actuación, lo que ha puesto en la diana a esta actividad.

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¿Hay que replantearse la gran fiesta destinada a los adolescentes? “Sí”, afirma de forma categórica el alcalde. Asumido el qué, aún es pronto para conocer el cómo. “La decisión se tomará, pero vamos a ver cómo lo hacemos. Tenemos un año para ver cuál es la nueva propuesta”, señala Goia, que aboga por no tomar decisiones en caliente. Para esta reformulación del acto, el Gobierno municipal abrirá ahora "un proceso de reflexión con calma, con sosiego, con todas las partes implicadas,” y que atienda las perspectivas de seguridad, de fiesta y también de la gente joven, que “algo tiene que aportar” a la hora de combatir los abusos y agresiones sexuales.

En todo caso, el alcalde deja constancia de que el problema no se limita a la 'diskofesta' y al entorno de la playa de la Zurriola. Según expone, que existan determinados comportamientos condenables contra las mujeres “no se debe a que haya un espacio festivo” concreto. “Nos equivocaríamos si focalizamos esta cuestión solo en un espacio físico. La reflexión que haríamos no sería la correcta. El problema no está en el espacio, es mucho más profundo”, apunta Goia aludiendo al “alto número” de episodios de violencia que han tenido lugar durante las fiestas. Además, no es una cuestión que solo afecte a la Semana Grande, ya que otras actividades festivas que tienen lugar en la ciudad, caso de la feria de Santo Tomas del 21 de diciembre, “también generan problemas de este tipo”. Por ello, apuesta por abrir una “profunda reflexión” en todos los ámbitos al entender que ha quedado acreditado que las campañas de concienciación “no son suficientes”. “Debemos trabajar de cara a futuro como sociedad entre el Ayuntamiento y todos los agentes implicados, entre ellos padres y jóvenes, para superar esta situación”, sostiene.

"El dispositivo de seguridad era el mayor de los últimos años y era adecuado: todos los implicados fueron arrestados de forma inmediata", señala Goia

El Ayuntamiento es conocedor que el entorno del Kursaal, la Zurriola y Sagüés (al final del arenal), constituye uno de los puntos peligrosos durante las fiestas. Las denuncias así lo atestiguan. Por ello, se había reforzado el número de agentes desplegados en la zona, con policías dentro y fuera de la playa. De este modo, Goia rechaza de forma tajante que el dispositivo de seguridad establecido para evitar delitos de índole sexual haya fallado. “El operativo especial ha funcionado de forma coordinada y muy satisfactoria”, replica a quienes denuncian fallos de seguridad. “El dispositivo era el mayor de los últimos años y desde este punto de vista era adecuado. Ahora bien, como se entenderá, donde hay miles de personas, el poder estar al corriente de cada una de las situaciones particulares que se producen es absolutamente imposible, aquí y en cualquier otro sitio”, se defiende. Y la prueba, según deja constancia, de que se habían puesto los medios es que los implicados en estos actos de violencia contra la mujeres en esta zona fueron arrestados “de forma inmediata” en este mismo entorno.

El alcalde deja varias reflexiones sobre unos hechos que han enturbiado una Semana Grande que ha sido “redonda” desde el punto de vista festivo. Por un lado, y con “riesgo de equivocación”, considera que el “elevado” número de denuncias obedece a que existe una “mayor concienciación” ciudadana sobre la necesidad de combatir esta lacra. “La sensibilidad en torno a esta cuestión propicia que la denuncia se haga con mayor facilidad que en el pasado”, esgrime. Asimismo, alude a la “autocomplacencia” que ha podido existir ante este problema y que ha llevado a no ser conscientes de la dimensión real de este fenómeno. “Igual hemos tenido una visión autocomplaciente por nuestra parte. Pensábamos que eran comportamientos del pasado y que con el relevo generacional tal vez íbamos a ser capaces de dejarlo en el pasado. Igual teníamos una visión ilusa de que íbamos a ser capaces de superar este fenómeno desde el relevo generacional y no se está produciendo así”, apunta.

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La supuesta violación a una menor por parte de dos menores ha puesto a San Sebastián en el epicentro, pero “no se trata de un problema exclusivo” de la capital guipuzcoana y que se limite a las fiestas. “No solo estamos hablando de fiestas y de San Sebastián. El tema trasciende de la ciudad”, señala. Así, por ejemplo, las primeras horas festivas de la Semana Grande de Bilbao se han saldado con dos denuncias por abusos sexuales. Y muchos de estos episodios implican a menores de edad, lo que ha hecho saltar las alarmas en el País Vasco, donde los delitos de índole sexual contra las menores siguen en preocupante aumento. El pasado año se registraron 129 casos por los 78 del año anterior, lo que supuso un incremento del 65%. En la actualidad, el 42% de las víctimas de violencia sexual fuera del ámbito familiar no alcanzan los 18 años. “Es necesario trabajar en la concienciación y en la represión ante este tipo de actitudes”, defiende Gurpegui.