Pedraz ve delito en el homenaje al captor de Ortega Lara pero no actúa... por la Ertzaintza

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz no actuará contra el homenaje dispensado el 4 de octubre en Bergara (Guipúzcoa) a José Miguel Gaztelu, uno de los cuatro carceleros del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, a pesar de admitir que los hechos son constitutivos de delito. El magistrado ha decretado el sobreseimiento provisional de la causa en base al atestado elaborado por la Ertzaintza, que no supo del ‘ongi etorri’ durante su celebración, pese a que se utilizaron bengalas y cohetes, de modo que no pudo identificar a ninguna de las personas que participaron en el acto, ni siquiera al propio homenajeado.

“De lo actuado hasta el momento se desprende que los hechos investigados son constitutivos de infracción penal, si bien no existen motivos lógicos y suficientes para atribuir su perpetración a persona determinada por cuanto de las pruebas practicadas no se ha podido deducir la intervención de persona concreta en la comisión del hecho investigado, como se desprende del atestado elaborado por la Policía Autónoma Vasca, que concluye que no se ha podido identificar a las personas que participaron en los actos, ya que no se tuvo conocimiento del mismo y no se detectó durante su celebración”, argumenta Pedraz en su auto.

El magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional admitió a trámite la denuncia presentada por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas por el homenaje por todo lo alto que se dispensó a Gaztelu en su pueblo natal. La denuncia, presentada por la presidenta de esta asociación, Consuelo Ordóñez, iba dirigida contra el expreso de ETA y contra “todos aquellos que organizaron y participaron en el homenaje tributado” a quien mantuvo secuestrado a Ortega Lara durante 532 días en un inmundo zulo.

Gaztelu fue recibido con todos los honores horas después de abandonar la prisión de Algeciras (Cádiz), tras cumplir 20 años de prisión, apenas una cuarta parte de los 79 años de condena que le habían sido impuestos por su participación en el secuestro de Ortega Lara (32 años), el rapto del empresario Julio Iglesias Zamora (14) y el asesinato del guardia civil Mario Manuel Leal Baquero (33). Un amplio pasillo humano recibió al expreso de ETA entre vítores, puños en alto y abrazos dentro de un homenaje que incluyó bengalas, cohetes, un ‘aurresku’ de honor y la entrega de varios regalos, como flores o una ‘txapela’. El ‘ongi etorri’ se celebró entre banderas a favor de la amnistía y del acercamiento de los etarras a cárceles vascas, ikurriñas y esteladas catalanas, y entre gritos a favor de los presos de ETA.

El multitudinario homenaje fue "anunciado y difundido" en redes sociales, pero la Ertzaintza dice que "no se tuvo conocimiento del mismo y no se detectó durante su celebración"

El multitudinario y ruidoso homenaje, dispensado en el centro de la localidad, fue “anunciado y difundido” en redes sociales por personas y grupos afines a la izquierda abertzale, según reflejó Covite en la denuncia presentada ante la Audiencia Nacional y que incluía vídeos y fotografías del recibimiento. Sin embargo, pese a que estaba anunciado, la Ertzaintza sostuvo en su atestado remitido a Pedraz que no había tenido conocimiento del homenaje y que tampoco lo había detectado durante su celebración, en la que participaron numerosas personas tal y como se constata en las diferentes imágenes y vídeos.

Dado que el informe elaborado por la Policía Autonómica vasca deriva en “la ausencia de pruebas contra persona concreta y determinada”, el magistrado de la Audiencia Nacional ha decretado el sobreseimiento provisional de las diligencias previas. En todo caso, esta decisión va a ser recurrida por Covite, que va a reclamar que se pida un informe a la Guardia Civil, según señalan desde este colectivo. En su denuncia, dentro de las diligencias de investigación, Ordóñez había pedido al juez que se oficiara a la Ertzaintza y a la Policía Municipal de Bergara a fin de que emitieran un informe sobre los hechos denunciados y sobre sus presuntos responsables. También había reclamado que se citara a declarar en calidad de investigado a Gaztelu por estos hechos y que se le interrogara además sobre “su negativa a condenar el terrorismo de ETA y su pasado criminal”.

Covite va a recurrir el sobreseimiento provisional de la causa y va a reclamar que se pida un informe a la Guardia Civil del homenaje al expreso de ETA

“Puede apreciarse en las imágenes que [Gaztelu] participa voluntariamente en una cuidada escenografía de recibimiento y homenaje tras su salida de prisión, con actos multitudinarios cargados de contenido político y simbólico de honor, alabanza y ensalzamiento, en el centro de la ciudad. No pueden imaginarse otros actos con mayor contenido simbólico de homenaje y alabanza que los que se dedican a este terrorista”, sostiene Ordóñez en la denuncia. “Son actos y expresiones que contienen y exteriorizan un manifiesto desprecio hacia las víctimas, suponen un menoscabo de su dignidad y las hieren gravemente”, remarca.

Gaztelu integraba junto a sus compañeros José Luis Erostegi, Javier Ugarte Villar y el fallecido Iosu Uribetxeberria Bolinaga el comando de ETA que secuestró durante 532 días a Ortega Lara. Los cuatro eran miembros legales (no fichados) de la banda y hacían vida normal en la localidad guipuzcoana de Mondragón, donde tuvieron retenido al funcionario de prisiones en una nave industrial. Tras su detención, los etarras se negaron a desvelar el paradero de su secuestrado, condenándole a una muerte segura que evitó gracias a que la Guardia Civil localizó el complicado acceso al zulo debajo de una pesada máquina industrial.