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El Parlamento Vasco pedirá la excarcelación de Majarenas para dar "estabilidad" a su hija
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goza del segundo grado penitenciario desde marzo

El Parlamento Vasco pedirá la excarcelación de Majarenas para dar "estabilidad" a su hija

Todos los grupos salvo el PP suscriben una proposición para reclamar la libertad de la etarra apelando a las "especiales circunstancias humanitarias" y los "derechos humanos de la menor"

Foto: Varias personas se manifiestan en San Sebastián en apoyo a Sara Majarenas y su hija Izar. (EFE)
Varias personas se manifiestan en San Sebastián en apoyo a Sara Majarenas y su hija Izar. (EFE)

El Parlamento Vasco va a pedir la excarcelación de la etarra Sara Majarenas con el argumento de que sólo esta medida permitirá tanto a ella como a su hija "poder superar los terribles hechos de los que han sido víctimas en un entorno de estabilidad y seguridad, y con el apoyo de su familia extensa”. La reivindicación de su puesta en libertad se recoge en una proposición no de ley que han suscrito todos los grupos de la Cámara de Vitoria a excepción del PP (PNV, EH Bildu, Podemos y PSE) y que se sustenta en la defensa de los “derechos humanos básicos de la menor”.

La que fuera integrante del comando Levante de ETA convive desde principios de marzo con su hija en una fundación dependiente de la cárcel de Aranjuez (Madrid) por orden del juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, que le concedió el segundo grado penitenciario para poder cuidar de su hija Izar, que fue apuñalada el 15 de enero por su padre. El progenitor acuchilló a la pequeña en el tórax y la espalda en una vivienda de Benifaió, en Valencia, para “hacerme daño a mí y a mi familia”, según denunció Majarenas, que había dado por finalizada la relación con el padre de la niña, un extranjero con antecedentes penales por tráfico de drogas a quien había conocido en 2013 en la cárcel.

El juez dictamina que la etarra Sara Majarenas y su hija Izar vivan juntas

Castro acordó que la etarra abandonase la cárcel de Picassent, en Valencia para convivir en un centro en Madrid con su hija a la vista de que la pequeña cumplió tres años y ya no podía convivir con la madre en el penal valenciano (el reglamento penitenciario impide que los menores puedan convivir en la cárcel con sus progenitoras al llegar a los 36 meses de edad). Apenas unos días después el juez autorizó a la etarra a salir a pasear por la tarde con su hija.

Ahora, poco más de tres meses después de serle concedido el segundo grado penitenciario, el Parlamento Vasco va a reclamar a Instituciones Penitenciarias que le conceda la libertad definitiva mediante una proposición no de ley que saldrá adelante dada la amplia mayoría de los grupos firmantes. Para ello, apelan “a los derechos que asisten a la menor, indefensa ante la brutalidad de la agresión” realizada por su propio padre (atacó con un cuchillo a su hija aprovechando una de las salidas del fin de semana de la pequeña del penal de Picassent) y “teniendo en cuenta que madre e hija han sido reconocidas como víctimas de violencia de género”.

Los grupos defienden el "derecho" de la menor a estar con su madre y a "convivir con ella dentro de lo posible sin ser separada de su ambiente familiar"

En su justificación, los grupos firmantes de la proposición no de ley se amparan en “las especiales circunstancias humanitarias que concurren” en el caso y en el “conjunto de principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU”. En base a ello, el Parlamento pide que se garantice la ”seguridad” de la menor, así como “su derecho a estar con su madre” y a “convivir con ella dentro de lo posible sin ser separada de su ambiente familiar”.

placeholder Sara Majarenas en el momento de su detención.
Sara Majarenas en el momento de su detención.

En la actualidad, según lamenta la iniciativa, la niña se encuentra en un centro de inserción social de Madrid “en régimen cerrado y lejos de su familia y su entorno”, a pesar de que el psicólogo que la evaluado ha determinado que “necesita estabilidad y el calor de la familia extensa y entorno próximo". Majarena (San Sebastián, 1980), que fue condenada en 2007 a 13 años y diez meses de prisión por integración en organización terrorista, falsedad en documento oficial y tenencia ilícita de armas, había reclamado desde la cárcel de Picassent que Izar se fuera a vivir a la capital guipuzcoana con su abuela materna Kontxi Ibarreta para alejarla de su padre antes de la agresión.

La actuación del Parlamento Vasco responde a la presencia en la cámara de la abuela de la menor, quien pidió apoyo para su recuperación psicológica

La actuación del Parlamento Vasco responde a la presencia el pasado miércoles día 14 en la cámara de Ibarreta, que compareció en comisión para solicitar el traslado de su hija y nieta a San Sebastián con vistas a continuar con la “recuperación psicológica” de la menor, quien precisa de un “entorno seguro” para superar la agresión. Según señaló, la pequeña está recuperada en el aspecto físico pero no a nivel psicológico, por lo que necesita la “seguridad” que supone estar rodeada de su familia. A este respecto, afirmó que la presencia de ambas en el centro de acogida, donde conviven con otras 23 personas, ha sido una “etapa de transición” importante pero ya insuficiente para avanzar en la recuperación de Izar.

Sara Majarenas sale de la cárcel de Picassent junto a su hija

Tras oír su testimonio, los grupos respaldaron el traslado de madre e hija a San Sebastián salvo el PP, que aseguró que la recuperación de la menor tiene que ser compatible con el cumplimiento de las “deudas” de Majarena con la Justicia. Ahora, una semana después, PNV, EH Bildu, Podemos y PSE han ido un paso más allá al pedir ya no su traslado a la capital guipuzcoana sino su excarcelación definitiva. Una vez sea aprobada, la iniciativa se trasladará a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, ya que la presa y su hija están bajo su “jurisdicción y tutela” para lograr la excarcelación de la antigua integrante del comando Levante, quien durante el juicio por integración en ETA sólo habló para expresar su “orgullo por haber luchado por los derechos de Euskal Herria”.

No es la primera vez que las instituciones vascas exigen la puesta en libertad de Majarena. Ya antes de que le fuera otorgado el segundo grado penitenciario el Ayuntamiento de San Sebastián aprobó una declaración suscrita por todos los grupos salvo el PP, que se abstuvo, que reclamaba su excarcelación para “evitar la traumática separación” de su hija y “garantizar la plena recuperación” de Izar. En estos últimos meses, la presa ha gozado de un gran respaldo social, político e institucional en el País Vasco. “Si me separan de mi hija no habrá reparación física y psicológica para ella”, afirmó Majarena en una carta que remitió al diario ‘abertzale’ Gara a las puertas de que su hija cumpliera tres años.

El Parlamento Vasco va a pedir la excarcelación de la etarra Sara Majarenas con el argumento de que sólo esta medida permitirá tanto a ella como a su hija "poder superar los terribles hechos de los que han sido víctimas en un entorno de estabilidad y seguridad, y con el apoyo de su familia extensa”. La reivindicación de su puesta en libertad se recoge en una proposición no de ley que han suscrito todos los grupos de la Cámara de Vitoria a excepción del PP (PNV, EH Bildu, Podemos y PSE) y que se sustenta en la defensa de los “derechos humanos básicos de la menor”.

Sistema penitenciario San Sebastián
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