La etarra Majarenas obtiene el segundo grado para vivir con su hija en un centro
El juez ha tomado la decisión después de que la pareja sentimental de Sara Majarenas apuñalase de gravedad a la pequeña, que ha cumplido tres años de edad
El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha otorgado a la etarra Sara Majarenas el segundo grado para permitir que viva con su hija Izar, en una casa de acogida. La niña fue acuchillada por su padre el pasado 15 de enero en Benifaió (Valencia), pero al haber cumplido hoy tres años de edad es obligatorio que la pequeña salga de la prisión, ya que la legislación penitenciaria no permite que pueda seguir viviendo en la cárcel con su madre.
Majarenas cumple una condena de 13 años de cárcel en la prisión de Picassent (Valencia) por su pertenencia al comando Levante de ETA, que había planeado atentar contra militares y guardias civiles de Valencia, Murcia y de localidades de la Costa Brava y que fue desarticulado el 17 de enero de 2005.
Majarenas mandó una carta abierta al diario 'Gara' en la que agradecía el apoyo recibido después de que su pareja apuñalase a su hija "con la única intención de dañarme a mí", según sus palabras. "Izar no entiende qué le hizo su propio padre, y no entiende tampoco por qué ha desaparecido de su vida de repente", explica Majarenas, cuya hija estuvo hospitalizada durante cinco semanas como consecuencia del ataque.
"Izar necesita a su amatxo más que nunca. Y hoy es el día que no nos puede volver a pasar lo mismo. Izar sale a la calle, y no puede volver a sentir que se separa de mí. Yo la necesito a ella, ella me necesita a mí. Si no, no habrá reparación posible. O por lo menos, costará mucho más", añade.
El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha otorgado a la etarra Sara Majarenas el segundo grado para permitir que viva con su hija Izar, en una casa de acogida. La niña fue acuchillada por su padre el pasado 15 de enero en Benifaió (Valencia), pero al haber cumplido hoy tres años de edad es obligatorio que la pequeña salga de la prisión, ya que la legislación penitenciaria no permite que pueda seguir viviendo en la cárcel con su madre.