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El PNV busca concesiones políticas en la negociación de los Presupuestos con el PP
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APROVECHARÁ LA DEBILIDAD DE los populares

El PNV busca concesiones políticas en la negociación de los Presupuestos con el PP

El PNV pretende lograr competencias y asegurarse el respeto a las leyes que emanan del Parlamento vasco, más allá de importantes inversiones, cuando negocie los Presupuestos

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), durante una reunión mantenida en el Palacio de la Moncloa con el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), durante una reunión mantenida en el Palacio de la Moncloa con el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. (EFE)

La frase viene a ser similar, pero el tono, la actitud, denota un cambio. Al menos de puertas para afuera. Del carácter conciliador que encerraba el “si me quieres, Mariano, dame menos leña y más grano” que pronunció el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, en la sesión de investidura de Mariano Rajoy, se ha pasado ahora, dos semanas después, al fuerte reproche que manifiestan las últimas palabras del dirigente 'jeltzale' de que “no es que Rajoy dé grano, es que da leña”.

El PNV busca marcar distancias de forma pública con los primeros Presupuestos del nuevo Gobierno cuando aún no se han iniciado las negociaciones. La formación nacionalista ha recuperado el discurso crítico de los últimos meses en torno a las "agresiones" de Rajoy al Ejecutivo vasco, vía recursos judiciales para vender cara su piel. El último recurso del Estado a una ley vasca, la de contratos del sector público, les ha puesto la alfombra a los ‘jeltzales’ para agarrarse a la inexistencia de un cambio de actitud en el PP con Euskadi que posibilite un escenario positivo de cara a la negociación presupuestaria. “Por este camino van muy mal”, advierte Esteban.

Los ‘jeltzales’ quieren hacer de su malestar un arma de presión. La formación de Andoni Ortuzar es consciente de que puede tener la llave para la aprobación de los Presupuestos. Rajoy ya dejó claro en su discurso de investidura su pretensión de llegar a pactos con el PNV, sabedor de que puede ser el flotador para que su arquitectura económica para 2017, mirada con lupa por Europa, no se vaya a pique. Los cinco diputados de los nacionalistas vascos pueden ser esenciales para taponar la previsible grieta del PSOE, Podemos y el nacionalismo catalán, y que amenaza con hundir las cuentas del Estado.

Consciente de la fuerza que da a su grupo parlamentario la fragmentación política que existe en un Congreso con 350 escaños, el PNV pretende aprovechar la debilidad del PP para llenar la casaca para Euskadi. En este escenario, el Ejecutivo de Rajoy teme que la negociación trascienda de los números, de las cifras, y se adentre en el terreno de la política. La formación de Ortuzar ha advertido de que no se conformará con que los Presupuestos aporten músculo financiero a las obras de la alta velocidad vasca, motivo de enfrentamiento entre los gobiernos español y vasco. Esteban y otros dirigentes ‘jeltzales’ ya han dejado entrever que su partido quiere ir más allá del logro de importantes inversiones en Euskadi para ahondar de manera decidida en la arquitectura estatal y el modelo territorial, y en el respeto a la gobernabilidad vasca.

La cuestión de las transferencias pendientes ha sido puesta sobre la mesa en las negociaciones que el PNV ha mantenido con los diferentes gobiernos del PSOE y del PP. Ahora, en las compensaciones a recibir por parte del Ejecutivo de Rajoy, el PNV forzará para lograr las concesiones de gestión, entre ellas la penitenciaria, ahora que se inicia una legislatura que los ‘jeltzales’ ven como la certificación del final de ETA. Y, en esta ocasión, más allá de la cuestión de las competencias, el PP sospecha que la formación de Ortuzar también exigirá el compromiso político para no tocar las leyes que emanan del Parlamento vasco, lo que el PNV defiende como la no judicialización de la política. “Habrá que ver qué actitud tiene el PNV, si de verdad quiere llegar a acuerdos como asegura o, por el contrario, plantea cuestiones que no tienen nada que ver con los Presupuestos”, afirman desde el PP.

El Ejecutivo de Rajoy teme que la negociación trascienda de los números, de las cifras, y se adentre en el terreno de la política

El PNV ya lo ha dejado caer. Quiere marcar el terreno previo de cara a la negociación y ha lanzado la advertencia al PP de que tan importantes como las propuestas son las relaciones. “Para llegar a acuerdos hay que empezar por la fundamental, y esto es mantener una relación de vecindad normalizada, de no agresión”, ha aseverado Aitor Esteban, quien, antes de cualquier planteamiento económico, exhibe un no a las cuentas del Gobierno. “O cambian la forma de acercamiento entre instituciones, entre partidos, o no hay nada que hacer”, alerta. Asimismo, en este juego previo de marcar posiciones, el portavoz ‘jeltzale’ en el Congreso insiste en remarcar que Euskadi “no es una autonomía más”, de modo que no puede ser tratada “con el mismo café para todos”. “Estamos a la espera de lo que nos ofrecen”, apuntan desde Sabin Etxea.

¿Hasta dónde llegarán las concesiones? De momento, se está en la fase inicial de contactos previos para testar la predisposición de llegar a acuerdos y conocer por dónde van a ir las principales reivindicaciones. El PNV no ha puesto líneas rojas, pero acudirá a la mesa negociadora con una larga lista de exigencias y de mayor calado. En todo caso, de cara a las negociaciones, habrá que ver qué encaje pueden tener las demandas de los nacionalistas vascos en el previsible acuerdo presupuestario que el PP alcanzará con Ciudadanos. El partido de Albert Rivera, muy crítico con las concesiones históricas dadas a los nacionalismos vasco y catalán, podría ejercer de freno a un posible entendimiento con el soberanismo moderado del PNV. La formación naranja ya alejó al PNV de un hipotético Gobierno socialista con Pedro Sánchez al frente y cerró cualquier vía de entendimiento para la investidura de Rajoy.

Superada la batalla de la investidura, el gran asalto que le queda pendiente al presidente del Gobierno es salvar unas cuentas que cumplan con los objetivos de déficit pactados con Europa. Para ello, intentará llegar por la vía rápida de los socialistas. El PSOE ya ha manifestado que no habrá un segundo favor, pero la herida dentro del puño y la rosa no deja de manar sangre y el PP no descarta que esta fractura le permita tomar la ‘autopista’ directa. Para ello, a modo de presión, Rajoy ha deslizado que convocará nuevas elecciones si no logra el respaldo presupuestario en el Congreso. “A nadie le interesa que no se aprueben las cuentas y haya unas terceras elecciones”, aseguran fuentes populares.

Este mensaje de presión sirve lo mismo para el PSOE que para el PNV. De haber unas terceras generales en junio, los socialistas se desplomarían, según vaticinan las encuestas, y el PNV podría perder su posición de privilegio para lograr importantes concesiones para Euskadi con un PP más fuerte (los nacionalistas vascos han logrado grandes réditos cuando han sido necesarios, caso del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero). “A nadie le conviene este escenario”, insisten desde el PP.

Habrá negociaciones en Madrid pero también en Euskadi, con un Iñigo Urkullu necesitado de apoyos para sacar adelante sus cuentas una vez sea investido lendakari el día 26 de este mes. En el PNV no quieren hablar de un cambio de cromos. Ya antes de las elecciones vascas del 25-S, cerró la vía a un hipotético apoyo a Rajoy en el Congreso a cambio del respaldo a Urkullu en el Parlamento vasco, y ahora mantiene este discurso. “Si alguien está pensando en hacer una especie de vaso comunicante entre la situación política del Parlamento vasco y el Congreso, que se vaya olvidando, que no cuente con nosotros”, ha espetado Esteban, en alusión al PP. Pero los populares, conscientes de que su papel en el Parlamento vasco puede ser fundamental ante un frente EH Bildu-Podemos, lanzan una advertencia al PNV. “Le falta un voto para sacar adelante sus Presupuestos”, constatan ante el previsible pacto presupuestario con el PSE, que no goza de mayoría suficiente para ver la luz en la Cámara de Vitoria.

La frase viene a ser similar, pero el tono, la actitud, denota un cambio. Al menos de puertas para afuera. Del carácter conciliador que encerraba el “si me quieres, Mariano, dame menos leña y más grano” que pronunció el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, en la sesión de investidura de Mariano Rajoy, se ha pasado ahora, dos semanas después, al fuerte reproche que manifiestan las últimas palabras del dirigente 'jeltzale' de que “no es que Rajoy dé grano, es que da leña”.

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