Podemos fía su ascenso vasco a la película de Iglesias... y al 'thriller' con Alfonso Alonso

En apenas tres meses, el tiempo que ha transcurrido desde las elecciones generales del 26-J, Podemos ha pasado de aspirar a combatir de tú a tú en Euskadi con el PNV en la batalla del asalto a Ajuria Enea a tener que luchar codo con codo con EH Bildu por la segunda plaza, siempre a una distancia considerable de la formación ‘jeltzale’. Las diferentes encuestas de cara al 25-S han dado, de momento, un baño de realidad a la formación morada, que ha perdido gran parte de ese apoyo social que le permitió ser la fuerza más votada en el País Vasco en las dos últimas elecciones generales para convertir Euskadi en el principal bastión de Pablo Iglesias.

La candidatura de Pili Zabala, víctima del caso más sanguinario de los GAL y que hasta entonces había sido instrumentalizada por la antigua Batasuna para sus fines, no parece ser suficiente para retener a ese amplio electorado 'abertzale' que había respaldado de forma masiva a Iglesias en la ‘batalla española’. Con su elección, Podemos logró un importante golpe de efecto, pero, con la campaña electoral, la inexperiencia política de quien se ha convertido en bandera en la lucha contra el terrorismo de Estado ha sido devorada por el ‘efecto Otegi’, con una izquierda 'abertzale' que ha buscado rentabilizar el veto electoral a su candidato a lendakari. Ya sea por defecto de Podemos o por acierto de EH Bildu, las encuestas dejan el incontestable panorama de 10-12 escaños de diferencia entre el PNV y Podemos en el mejor de los casos. Todo un varapalo para quien aspira a hacer historia y derrocar al nacionalismo gobernante.

A falta de propuestas, busca explotar el conflicto del debate de ETB con el candidato del PP y la proyección en Donosti de la película sobre Pablo Iglesias

A falta de propuestas concretas que enganchen con el electorado perdido, Podemos se ha encontrado con dos vías inesperadas que no contemplaba al inicio de la campaña y que ahora trata de recorrer en el camino para llegar a Ajuria Enea: los balbuceos del candidato a lendakari del PP, Alfonso Alonso, a la hora de negar a Zabala su condición de víctima del terrorismo en el único debate electoral en la televisión pública vasca, el momento de oro de la noche, con ambos candidatos mirándose fijamente en medio de un silencio cortante, y la presentación en el Festival de Cine de San Sebastián de la película que ensalza a Iglesias a escasos dos días de la cita con las urnas. Desde las filas de Podemos no se oculta que, en estas horas previas a la cita con las urnas, resulta clave explotar estos dos filones para contrarrestar la pérdida de respaldo.

Pablo Iglesias, la película

La proyección de ‘Política, manual de instrucciones’, un documental realizado por el reputado director Fernando León de Aranoa para loar la figura de Iglesias con el sustento económico del gigante Mediapro, es el último atajo que ha encontrado Podemos para dar la vuelta a las malas encuestas. De hecho, el propio líder de la formación morada acudirá este mismo viernes al estreno de la película, a mediodía en el cubo pequeño del Kursaal donostiarra, consciente de la enorme trascendencia que puede tener la vía cinematográfica para alcanzar el olimpo político. El 25-S no solo se juega en Euskadi, y una dura derrota pondría en entredicho el proyecto que abandera, más aún en pleno enfrentamiento con el número dos del partido, Íñigo Errejón.

El trasfondo de la película es evidente. “Un relato desde la cocina de uno de los procesos políticos más inesperados y vertiginosos de nuestra historia reciente, un seguimiento detallado de la construcción del partido político Podemos. Un manual sobre cómo elaborar un proyecto político en tan solo un año”, reza la sinopsis que publicita el Zinemaldia en su catálogo y que deja constancia de las intenciones que persigue la cinta del director de ‘Los lunes al sol’. No obstante, el realizador ha querido poner de manifiesto la ausencia de interferencias a la hora de abordar un proyecto sustentado en 400 horas de grabación tras los pasos de Iglesias y que califica de “independiente y rodado en libertad”.

La película ya fue estrenada en junio, a las puertas de las elecciones del 26-J, que solo aliviaron a Podemos en Euskadi y Cataluña dentro de la caída experimentada en el conjunto de España, y ahora esta formación ha encontrado un aliado perfecto en el campo de batalla vasco en el Festival de Cine de San Sebastián, que ha programado el documental para cerrar la sección Made in Spain, junto a la película de ficción ‘Zipi y Zape y la Isla del Capitán’. Su proyección tendrá lugar en las horas previas a las elecciones vascas más españolas de la historia, ya que en juego también puede estar la solución al enrocado tablero político central, que, de momento, impide que haya un ‘jaque mate’ a la hora de conformar el Gobierno. Iglesias jugará el rol de estrella más allá de la pantalla con un debate en el que está prevista la presencia del productor catalán Jaume Roures.

Ninguno de los sondeos de cara al 25-S avala las expectativas mínimas de la formación que lidera Nagua Alba en Euskadi, que había puesto la barrera en, al menos, 18 escaños, seis por cada territorio. Ahora, en el mejor de los casos, le otorgan 16 representantes en el Parlamento vasco, frente a los 28 que parece tener asegurados el PNV, a tenor de la unanimidad que muestran las encuestas a este respecto.

Los balbuceos de Alfonso Alonso, el otro empujón

En todo caso, desde la formación morada son optimistas y no dudan del crecimiento en este último tramo de campaña, en el que aún, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un tercio de los electores no tiene decidido su voto. Para ello, se agarran al ‘momento de oro’ del debate de ETB entre los cinco candidatos a lendakari (la televisión pública excluyó a Ciudadanos), que nada tuvo que ver con las propuestas electorales. Pili Zabala, que hasta entonces había evidenciado la falta de gimnasia política de una recién llegada, recibió el inesperado capote de un experto en estas lides, Alfonso Alonso, que no supo cómo responder a una pregunta en apariencia sencilla.

“¿Me considera a mí víctima del terrorismo?”, le espetó la hermana de Joxi Zabala, uno de los dos jóvenes presuntos miembros de ETA que fueron torturados, asesinados y enterrados en cal viva por los GAL. Y el candidato del PP balbuceó como nunca se había visto: “Con arreglo a la ley de víctimas del terrorismo, no, pero sí es una víctima... de un exceso, de un abuso… de una actuación por parte de funcionarios del Estado completamente execrable y condenable”. Después, consciente de que su intervención era una baza de oro para Zabala, Alonso se ha esforzado en mostrar su apoyo a la candidata de Podemos como víctima y esta, por su parte, ha tratado de explotar este filón para atraer al electorado 'abertzale'.

PNV, PSOE y Bildu también tienen su película

Ahora, la televisión pública ha dejado paso al Zinemaldia como escaparate para que Podemos alcance lo que no está logrando por la vía de dos semanas de una campaña electoral insulsa en términos generales. Y es que el adelanto electoral de un mes que fijó el lendakari y candidato a la reelección por el PNV, Iñigo Urkullu, ha hecho que la alfombra roja se tiña de color político. Podemos tiene su película, pero también el PSOE con ‘El fin de ETA’, el documental convertido en un vehículo para elogio de los socialistas y del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por su “valentía” a la hora de negociar con la banda terrorista, una actitud que, según defiende el filme, constituye el embrión del cese definitivo de las armas. Pero también el nacionalismo ha buscado su estrella en este paseíllo previo a la película del 25-S. El PNV, con la película sobre el primer lendakari, José Antonio Aguirre, y la izquierda 'abertzale' con la cinta que aborda la clausura del periódico en euskera ‘Egunkaria’ por su relación con el entramado económico de ETA.