Otegi pone en otro aprieto a Sánchez: el PSE, de perfil para no perder votos a su izquierda
La negativa del PSE a sumarse a la inhabilitación de la candidatura del expreso batasuno a las próximas elecciones vascas supone otro quebradero de cabeza para el líder socialsta
Al líder del PSOE, Pedro Sánchez, le ha salido un nuevo frente con las elecciones vascas del 25 de septiembre. A la presión existente, tanto externa como interna, ante su negativa a facilitar la investidura de Mariano Rajoy, lo que abre la puerta de par en par a la celebración de unos terceros comicios generales en apenas un año, se suma ahora la creciente corriente crítica con la que tiene que lidiar por su rechazo a respaldar la impugnación de la candidatura de Arnaldo Otegi como candidato a 'lehendakari' por EH Bildu.
El aspirante 'abertzale' a Ajuria Enea ha puesto en un nuevo aprieto al secretario general de los socialistas, que se niega a sumarse a PP, Ciudadanos y UPyD para impugnar la candidatura de Otegi, inhabilitado hasta 2021 por la condena que le mantuvo seis años y medio en prisión por tratar de reconstruir la ilegalizada Batasuna a instancias de ETA. Estos partidos están acrecentando estos últimos días la presión sobre el PSOE para que se adhiera a la causa contra el líder 'abertzale' y que suma a asociaciones de víctimas del terrorismo y a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que ya ha enviado a la Junta Electoral de Gipuzkoa (Otegi se presenta por este territorio) un informe en el que se declara la "inelegibilidad" del aspirante de EH Bildu.
El clamor es cada vez mayor. Pero la presión no solo llega de los otros partidos por su rechazo al frente anti-Otegi. Sánchez, que ve amenazado su liderazgo por su férreo ‘no’ a Rajoy, en contra de la postura que mantienen algunos barones de la órbita de Susana Díaz y de históricos del PSOE como Felipe González, ha visto cómo desde dentro del partido se rompe la disciplina a nivel público para… apoyar al líder 'abertzale'. Es el caso de la secretaria de Estudios y Programas, Meritxell Batet, quien ha defendido la presencia de Otegi en las listas porque, según alega, ha cumplido con sus “obligaciones jurídicas”, a pesar de estar inhabilitado hasta 2021 para ejercer cargo público.
Sánchez se ha apresurado a corregir a Batet (desde el partido defienden que se ha tratado de un “patinazo”) y se ha visto obligado a remarcar la postura. El mensaje es claro. “Corresponde a la Justicia y la Junta Electoral decidir si Otegi puede ser o no candidato”. Hasta ahí. El líder del PSOE insiste en ponerse de perfil ante esta cuestión. Y lo ha hecho para, según resaltan a nivel interno, “no hacer la campaña” a Otegi. “No queremos darle bola”, enfatizan a El Confidencial. Este argumento, asumido a partir del planteamiento que defienden los socialistas en Euskadi, ha dado pie a los partidos a arremeter con dureza contra el PSOE. En especial, el candidato a 'lehendakari' del PP, Alfonso Alonso, que ha llegado a poner en duda los principios de la lucha contra el terrorismo de los socialistas, a quienes ha acusado de haber “abdicado” de los valores que siempre han defendido.
Probablemente, la repercusión de la negativa del PSE a recurrir la candidatura de Otegi, reforzada este pasado viernes por su secretaria general y candidata a 'lehendakari', Idoia Mendia, no hubiera tenido la misma dimensión de no ser por la tormenta política que se vive en Madrid, con la seria amenaza de unas terceras generales al no tener Rajoy garantizados los apoyos necesarios para su investidura el 30 de este mes. En este escenario, el PP trata de explotar este filón e incrementar la presión sobre el PSOE. El partido se juega en terreno de Euskadi pero los 'goles' se marcan en esta primera parte en Madrid.
La baza "de la confrontación"
Ante estas críticas, desde el PSE se replica que Alonso “no ha hecho ni una sola propuesta desde que es candidato a lendakari”, por lo que solo le queda la baza de la confrontación. Además, remarcan que la Junta Electoral, la Audiencia Nacional y todos los partidos, incluida la propia izquierda 'abertzale', “sabían perfectamente” lo que iba a pasar con la candidatura de Otegi por la sentencia que le inhabilita. “La Justicia acabará tomando una decisión. Todos los demás son enredos interesados”, se defienden para justificar su postura de 'no agresión' a Otegi. Además, niegan que la inhabilitación dependa de la actitud de los partidos. “La Justicia puede entrar de oficio”, manifiestan.
El PSE intenta recuperar, o al menos no perder, voto de izquierda. Por eso se ha sumado a Bildu en pedir un cambio en la política penitenciaria a los presos de ETA
La Ejecutiva nacional del partido ha asumido el planteamiento del PSE, que, con su postura, intenta recuperar, o al menos no perder, parte de ese voto de izquierda especialmente fragmentado en Euskadi. Es por esta pretensión por la que los socialistas vascos se han sumado en las instituciones vascas a PNV y EH Bildu en la exigencia al Gobierno español de un cambio en la política penitenciaria que se aplica a los presos de ETA, para no perder parte de ese electorado vasco de izquierda que no entiende el inmovilismo del Estado con ETA ya inactiva.
El escenario que se le presenta al PSE en Euskadi de cara al 25 de septiembre es complicado. Los socialistas han logrado frenar la fuga de votos (fueron junto con el PP los únicos que crecieron el 26-J en el País Vasco) pero se encuentran en mínimos históricos (jamás habían caído hasta los tres escaños en unas elecciones generales). En esta situación, las elecciones autonómicas se presentan como cruciales para el socialismo vasco, que aspira a tener un papel clave en la próxima legislatura. Los comicios no solo medirán el liderazgo de Mendia sino que también pondrán a examen la confluencia con el PNV en las instituciones vascas, donde gobiernan en coalición. Su alianza con la formación nacionalista podría tener su repercusión negativa en las urnas. Por ello, el PSE tratará de marcar distancias con los 'jeltzales' en la campaña, especialmente en materia social, donde ambos partidos tienen las mayores discrepancias.
Podemos guarda silencio para no perder votos
El País Vasco constituye en la actualidad uno de los grandes bastiones de Podemos a nivel nacional (de hecho, fue la fuerza más votada en las dos pasadas elecciones generales, no acusando además el desgaste sufrido en España el 26-J). Por ello, la formación de Pablo Iglesias ha mantenido un perfil bajo en esta polémica. Ha defendido que Otegi pueda estar en las listas aunque luego ha desaparecido, se ha apartado del foco mediático, para no perder los votos procedentes del entorno 'abertzale'. Su candidata a 'lehendakari', Pili Zabala, está ausente para construir su discurso político, ya que a día de hoy es una verdadera incógnita cómo articulará su perfil político más allá de su papel de víctima del GAL. De momento, ha optado por rehuir de las cuestiones claves de la política vasca, como la independencia, la consulta por el derecho a decidir, la anexión de Navarra a Euskadi o la llegada del Tren de Alta Velocidad (TAV).
Todos los movimientos están muy estudiados y responden a una estrategia clara. Incluso, para la izquierda 'abertzale', que se está sirviendo de la polémica judicial que rodea a Otegi para alimentar su victimismo. Ya lo hizo en 2011, cuando obtuvo un éxito electoral desmesurado después de que el Tribunal Constitucional avalara sobre la bocina las candidaturas de EH Bildu para las elecciones municipales y forales. La antigua Batasuna había asumido que el efecto Otegi no iba a ser el previsto antes de su salida de la cárcel, por lo que ahora trata de rentabilizar esta situación incrementando la presión social para recuperar a esta base que ha encontrado acomodo en Podemos.
Al líder del PSOE, Pedro Sánchez, le ha salido un nuevo frente con las elecciones vascas del 25 de septiembre. A la presión existente, tanto externa como interna, ante su negativa a facilitar la investidura de Mariano Rajoy, lo que abre la puerta de par en par a la celebración de unos terceros comicios generales en apenas un año, se suma ahora la creciente corriente crítica con la que tiene que lidiar por su rechazo a respaldar la impugnación de la candidatura de Arnaldo Otegi como candidato a 'lehendakari' por EH Bildu.