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Empate en Valencia ciudad: el ayuntamiento se juega por solo 2.000 votos
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Encuesta de IMOP-Insights para EC

Empate en Valencia ciudad: el ayuntamiento se juega por solo 2.000 votos

María José Catalá (PP) sería la más votada, con el 34,9%, y necesita amarrar el concejal número 13 para ser investida. Ribó (Compromís) pelea ese último escaño y mantiene intactas sus opciones para continuar gobernando

Foto: Ilustración: EC Diseño.
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El Gobierno de la ciudad de Valencia se juega en apenas 2.000 votos. Al igual que ocurre en la comunidad, y se refleja en la encuesta autonómica publicada ayer en este periódico, el equilibrio entre bloques ideológicos es tan igualado que, a una semana de las urnas, PP y Compromís mantienen altas expectativas de asumir el bastón de mando en la capital. Según el nuevo sondeo de IMOP-Insights para El Confidencial, la candidatura de María José Catalá ganará claramente los comicios del domingo con el 34,9% de los votos y 12-13 concejales. Ese último y decisivo escaño se lo está jugando el PP con Compromís, al que el sondeo otorga entre nueve y 10 ediles. Si Catalá logra retenerlo, podrá ser investida sin necesidad del apoyo de Vox (bastaría con que se voten a sí mismos) y recuperar el ayuntamiento tras la etapa de 24 años de gobiernos de Rita Barberá. En caso de que la balanza se decantase a favor de los valencianistas, Joan Ribó seguiría siendo alcalde con el apoyo del PSOE, que se estanca en siete concejales. La mayoría absoluta del pleno está en 17 escaños, de modo que esta estimación apunta a un recuento de infarto en la noche electoral, con la alcaldía en el aire hasta el final.

En este momento, el PP aventaja en más de ocho puntos a Compromís, que recabaría el 26,6% de los apoyos, lo que significa un retroceso de ocho décimas. Como tercera fuerza seguirá el PSOE, con el 19,7% de estimación de voto y cuatro décimas más. Es un resultado pobre para los socialistas de Sandra Gómez, sobre todo porque la ciudad de Valencia era uno de los objetivos señalados por Pedro Sánchez para este 28-M. Vox se consolida como la cuarta fuerza municipal, con el 11,6% del voto y cuatro escaños, que no serían imprescindibles para la investidura, pero sí para la gobernabilidad de la ciudad. Los de Santiago Abascal crecen cuatro puntos y duplican concejales. Podemos, con un 2,7%, y Ciudadanos, con un 2%, quedarían muy lejos de entrar en el consistorio. El partido morado también fracasó en el intento hace cuatro años, aunque entonces se quedó solo a tres décimas.

En el cuadro macro, Compromís y los socialistas, que gobiernan en coalición desde 2015 (con Podem en el primer mandato), representarían el 46,3% del voto válido, mientras que los dos de la derecha sumarían el 46,5%. Este apretado empate en votos se refleja en un reparto ajustadísimo en cuanto a concejales por cada bloque.

El sondeo proyecta una participación estimada del 70% (próxima a los 400.000 votos válidos), por lo que la alcaldía se estaría jugando en un margen inferior a los 2.000 votos; es decir, medio punto. Así que bastaría esa pequeña alteración en el resultado para que el último concejal se atribuyera a Compromís, que pasaría a tener 10, y el PP se quedaría en 12. En ese caso, la izquierda sumaría 17 concejales y la derecha 16.

Un 25% de los que acudirán a votar no tiene decidido aún su voto, lo que arroja más incertidumbre al resultado final

Tal y como observa Ignacio Varela, director de este Observatorio Electoral, esa diferencia es demasiado estrecha para la precisión que puede proporcionar una encuesta, sobre todo teniendo en cuenta que un 25% de quienes declaran que participarán con toda seguridad manifiesta también que aún no ha decidido su voto, lo que deja un número apreciable de indecisos cuando aún falta una semana para la votación.

Transferencias de voto

La recuperación de los populares es gracias a que han recuperado casi en bloque los votos que se les fueron a Ciudadanos en 2019, que obtuvo seis concejales. La estimación señala que de las 68.000 personas que votaron a Cs hace cuatro años, 40.000 anuncian su intención de votar al PP o su inclinación a hacerlo. Sin embargo, el trasvase de votantes de Ciudadanos a los partidos de la izquierda es mínimo. El PP también se beneficia de una transferencia significativa procedente del PSOE.

Vox también mejoraría sustancialmente su resultado anterior, al pasar del 7,3% al 11,6% y de dos a cuatro concejales. Como sucede en la comunidad autónoma, esta subida se produce a pesar de que el candidato de Vox es universalmente desconocido y quienes lo puntúan lo suspenden. Esto está sucediendo prácticamente en toda España, lo que indica que el voto de Vox corresponde íntegramente a la marca, al margen de la notoriedad o la calidad de sus candidatos.

Joan Ribó es el principal motor electoral de Compromís, mientras que para PP y Vox pesan más las marcas que sus candidatos

La izquierda tiene en las municipales de Valencia una fuerza muy similar a la que conserva en las autonómicas, pero con dos diferencias importantes.

En las municipales de la ciudad, se invierte la relación de fuerzas entre el PSOE y Compromís. El tirón del alcalde, Joan Ribó, permite al partido nacionalista desbordar claramente al PSOE, al que aventaja en siete puntos. Este es un caso práctico más de la importancia de los candidatos en este tipo de elecciones, sobre todo cuando están en el Gobierno. Ximo Puig en la comunidad y Joan Ribó en el ayuntamiento son el principal motor electoral de sus respectivos partidos. En los partidos de la oposición, por el contrario (en este caso, PP y Vox), las marcas pesan más que los candidatos.

Si en la comunidad autónoma la candidatura de UP tiene dificultades para alcanzar el 5%, en la ciudad de Valencia ese objetivo parece imposible. Ya quedó fuera del ayuntamiento en 2019, con un 4,2%. Ahora, la estimación de IMOP (2,7%) lo deja sin ninguna esperanza.

Los candidatos

El actual alcalde, Joan Ribó, es ampliamente el candidato más conocido (96%). Detrás figuran la candidata del PP y hasta ahora portavoz de la oposición en el ayuntamiento, María José Catalá, con un 68%, y la del PSOE, teniente de alcalde durante la legislatura, con un 57%. Los candidatos de UP y Vox son desconocidos por la población.

Es comprensible el grado universal de conocimiento de Ribó. Pero parece escaso el de las candidatas del PP y el PSOE, considerando que ambas han ocupado posiciones muy destacadas en el ayuntamiento. Sandra Gómez, candidata del PSOE, obtiene mejor puntuación que Ribó. Pero es un efecto engañoso, porque la media aritmética de ella (5,4) se debe a un gran número de puntuaciones templadas que indican un perfil de imagen más bien desdibujado, mientras la figura del alcalde, mucho más perfilada, despierta mayor polarización y recibe notas extremas en ambos sentidos, tanto positivo como negativo. Ribó recoge un 25% de rechazos extremos (de 0 a 2) y otro 25% de extremas adhesiones (de 8 a 10).

El alcalde obtiene una valoración media del 7,5 de los votantes de Compromís y un 5,8 de los del PSOE. Pero los votantes del PP lo suspenden drásticamente con un 1,9 y los de Vox con un 1,4. Su figura es claramente polarizadora en la ciudad.

Los datos ambientales

Las preguntas de opinión sobre la situación de la ciudad y la gestión del Gobierno municipal confirman este clima de polarización. El 57% cree que la situación de Valencia es buena, pero ese porcentaje se nutre casi íntegramente de votantes de la izquierda. Los de la derecha emiten una opinión mucho más negativa sobre la situación de la ciudad.

Eso se agudiza cuando se pregunta por la gestión municipal. El 51% la valora positivamente y el 49% la califica como regular, mala o muy mala. Aquí, el corte político es drástico: el trabajo del equipo de gobierno es aplaudido por el 87% de los votantes de Compromís y el 69% de los del PSOE, pero solo lo aprueban el 29% de los de Ciudadanos, el 14% de los del PP y el 12% de los de Vox.

Ficha técnica

Universo

Personas de 18 años y más, censadas y con derecho a voto en las elecciones municipales de Valencia.

Fechas de campo

Del 15 al 18 de mayo de 2023.

Técnica entrevista

Telefónica asistida por ordenador mediante el sistema CATI. Un 58,5% de las entrevistas se realizaron a individuos localizados a través de teléfono móvil.

Tamaño muestral

610 entrevistas.

Margen de error de muestreo

En el supuesto de un muestreo aleatorio simple y para un nivel de
confianza del 95% en la hipótesis más desfavorable de máxima
indeterminación, el margen de error de muestreo es de ±4 puntos
porcentuales.

Instituto responsable de la investigación

IMOP Insights SA

El Gobierno de la ciudad de Valencia se juega en apenas 2.000 votos. Al igual que ocurre en la comunidad, y se refleja en la encuesta autonómica publicada ayer en este periódico, el equilibrio entre bloques ideológicos es tan igualado que, a una semana de las urnas, PP y Compromís mantienen altas expectativas de asumir el bastón de mando en la capital. Según el nuevo sondeo de IMOP-Insights para El Confidencial, la candidatura de María José Catalá ganará claramente los comicios del domingo con el 34,9% de los votos y 12-13 concejales. Ese último y decisivo escaño se lo está jugando el PP con Compromís, al que el sondeo otorga entre nueve y 10 ediles. Si Catalá logra retenerlo, podrá ser investida sin necesidad del apoyo de Vox (bastaría con que se voten a sí mismos) y recuperar el ayuntamiento tras la etapa de 24 años de gobiernos de Rita Barberá. En caso de que la balanza se decantase a favor de los valencianistas, Joan Ribó seguiría siendo alcalde con el apoyo del PSOE, que se estanca en siete concejales. La mayoría absoluta del pleno está en 17 escaños, de modo que esta estimación apunta a un recuento de infarto en la noche electoral, con la alcaldía en el aire hasta el final.

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