El cambio de ciclo político inaugurado el 19-J en Andalucía se consolida. El PP afianza su hegemonía como primera fuerza y ya aventaja al PSOE en 6,8 puntos y 35 escaños de diferencia en el Congreso. Alberto Núñez Feijóo tendría 129 escaños, por 94 de Pedro Sánchez. Pese al relumbrón de la cumbre de la OTAN y el chute de 'moral de victoria' con que el presidente salió al debate sobre el estado de la nación, el Gobierno cotiza a la baja. Los socialistas se dejan un millón de votos y 26 escaños respecto a las elecciones de 2019, según el último sondeo de IMOP-Insights para El Confidencial. El socio minoritario de la coalición tampoco saca rédito de la gestión. Podemos (24 asientos) cae a cuarta fuerza por detrás de Vox (55) al perder 660.000 sufragios y 11 diputados. El Frankenstein se tambalea. Pero en plena descomposición de la izquierda, hay un claro beneficiado de la ultradependencia de Pedro Sánchez de sus socios de investidura: EH Bildu.
La formación de Arnaldo Otegi goza desde hace meses de un gran protagonismo en la escena política nacional de la mano de Sánchez, y su blanqueamiento como ‘un partido más’ tiene impacto inmediato en las encuestas. Bildu ha puesto su sello en la ley de memoria, en el dictamen de las pensiones, en el primer decreto anticrisis… Otegi, convertido en socio recurrente de Sánchez en sustitución de ERC tras la crisis del espionaje Pegasus.
Según el Observatorio Electoral de este periódico, la coalición ‘abertzale’ obtendría ya los mismos escaños que el PNV en el Congreso, seis cada uno, lo que lo confirma como un grupo decisivo para la gobernabilidad del país. La formación de Andoni Ortuzar se mantendría como primera fuerza en el País Vasco, con media docena de escaños frente a los cinco de su competidor. Aunque en la suma de votos absolutos con Navarra, donde Bildu también se presenta, sacaría un sexto escaño y 50.000 votos más que el PNV en el cómputo total, tomando siempre como base la participación de las elecciones generales de noviembre de 2019, donde el reparto quedó seis a cinco para los 'jeltzales'.
Los de Iñigo Urkullu solo se mantienen intratables en su gran feudo vizcaíno, haciendo bueno el viejo chiste del ‘Partido Nacionalista de Vizcaya’. Guipúzcoa vuelve a ser territorio Bildu. Y según la encuesta de IMOP, elaborada entre los días 4 y 15 de este mes, el PNV perdería la primera posición en Álava, donde el PP de Alberto Núñez Feijóo lo adelanta por la mínima y abona una semilla para la esperanza del centro derecha constitucionalista. Los populares vascos emiten los primeros signos de recuperación tras acumular años de depresión. El nuevo liderazgo encaja bien con el votante conservador vasco, que llegado el caso puede darle su papeleta en unas generales. En atraer este voto trabaja Génova.
El PP sería en este momento el primer partido en 41 provincias y estaría por encima del 40% de voto en una docena
El PP vasco está pendiente de una renovación que se afrontará cuando estén cerrados el resto de territorios, dado que las elecciones son un año más tarde. Con el máximo respeto por la labor de pacificación llevada a cabo por Carlos Iturgaiz, se busca un perfil moderado. El gallego tiene sintonía personal con Urkullu, con quien coincidió hace unos días en el homenaje a Miguel Ángel Blanco en Ermua. Ambos se emplazaron para normalizar su relación en una reunión a la vuelta del verano. También habrá una reunión con el presidente del partido, Ortuzar.
Cambio de viento político
Según la encuesta de IMOP-Insights, el PP es en este momento el primer partido en 41 circunscripciones y estaría por encima del 40% de voto en una docena: Ávila, Burgos, Cuenca, La Rioja, León, Lugo, Ourense, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria y Zamora. Los socialistas solo se impondrían en Sevilla y con más dificultad en Huelva, Jaén y Barcelona, donde ERC amenaza con un sorpaso. El mapa se tiñe de azul.