Un pavo real muere en El Retiro por gripe aviar y enciende la alarma: ¿puede un niño contagiarse?

Madrid ha empezado noviembre con los ojos puestos en El Retiro. Allí, el pasado 17 de octubre, apareció un pavo real muerto que encendió las alarmas. Tras varias pruebas se confirmó que la causa era la gripe aviar. Este foco se suma a otros casos registrados en las últimas semanas en Móstoles, Alcorcón, Leganés, Fuenlabrada, Valdemoro, Torrejón de Velasco y Ciempozuelos. Una enfermedad que el Ejecutivo regional cataloga como "altamente contagiosa". La Comunidad también confirma que previamente se habían detectado otros casos en la zona suroeste de la ciudad.

De momento, ninguna administración baraja cerrar El Retiro y hacen un llamamiento a la tranquilidad. Pero la ubicación y situación de este parque —en el centro de la capital y uno de los lugares preferidos de turistas, pero también de vecinos con mascotas y niños— genera más dudas que otros focos: ¿Puede contagiarse un niño o una mascota? ¿Cerrarán el parque?

Antonio Alcamí, profesor de investigación del CSIC en el Centro de Biología Molecular especializado en virus emergentes como la gripe aviar, subraya que "es una enfermedad muy contagiosa entre aves". En cuanto al contagio en mamíferos como los perros, el virus "tiene una trasmisión más complicada, aunque aun así peligrosa" y sostiene que ha habido algún caso registrado. Lo más importante, según señala, "es evitar que el animal se acerque a la zona contagiada porque es posible que hayan quedado restos del virus". De la misma forma, el contagio a humanos es posible, aunque "poco eficiente", apunta el investigador del CSIC, y asegura que "hay que tomar medidas de prevención y vigilancia". Es decir: no acercarse a la zona donde se encontró el animal muerto hasta que se haya eliminado cualquier posible rastro del virus.

El experto reconoce que actualmente hay más contagios que hace unos años. “Empezamos a tener muchos casos, tanto en granjas como de animales silvestres, y aunque de momento podamos mantener la calma, nos preocupa mucho, especialmente la posible transmisión a humanos”. Son las aves migratorias procedentes del norte de Europa las que portan el virus hasta España. “Lo que vemos es que actualmente vienen con más infección y es cuestión de probabilidades: si vienen más contagiadas, más focos generarán aquí”. Los expertos ya hablan de una panzootia —pandemia de animales— que se extiende rápidamente. De hecho, en Estados Unidos "se está produciendo un aumento significativo de casos en el ganado vacuno de leche, la mayoría de ellos registrados en California", según recoge el Ministerio de Agricultura en su último informe publicado el pasado 23 de octubre.

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Este organismo señala: "Si bien el riesgo de infección humana sigue siendo bajo, cuantos más mamíferos que viven en contacto con personas, como bovinos, gatos o perros se infectan, mayor es la probabilidad de que el virus se adapte a la transmisión entre mamíferos e incluso a los humanos, y en última instancia, entre humanos".

En cuanto al cierre del Retiro, fuentes del Consejo General de Colegios de Veterinarios de España sostienen que "no sería necesario el cierre del parque", aunque aseguran que sí es pertinente evitar “el contacto con el ave (sus restos o excrementos)”. Frente a los sacrificios que hay que hacer en las granjas, donde los animales viven hacinados y en contacto unos con otros, en un parque con solo un contagio y bien localizado "no debería haber problema". Este organismo reitera la importancia de que solo el personal preparado manipule al animal infectado y que, si alguien encuentra un ejemplar muerto, que no lo toque.

"Probablemente, no tendría mucho sentido cerrar el parque", concreta por su parte Joaquim Segalés, investigador del Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias, y continúa: "Lo que sí tendría sentido es hacer una vigilancia pasiva incrementada -ver si se han encontrado más animales muertos o con signos clínicos compatibles- y, eventualmente, vigilancia activa en aves residentes y que están controladas".

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Desde que murió ese pavo real, fuentes del Ayuntamiento señalan que no se han detectado más decesos de aves en El Retiro. El Ayuntamiento es el encargado de vigilar y controlar el espacio y sus medidas se dirigen principalmente a los trabajadores del parque. "Se les dota de los EPIS con guantes, mascarillas y gafas. También desinfectan con viricidas las herramientas que usan", sostienen las mismas fuentes. Los empleados son, según los expertos, quienes corren más riesgo.

En cuanto a las decisiones que ha tomado la Comunidad, se han adoptado una serie de medidas que permanecerán en vigor durante 30 días, como la prohibición de utilización de ciertas especies de pájaros como reclamo de caza, la cría de patos y gansos o el suministro de agua a aves de corral a través de depósitos donde puedan acceder aves silvestres.