Cambio en la estación de Chamartín: los usuarios estrenarán vestíbulo que une el AVE con el Cercanías y Metro

Los viajeros que pasen por la estación Madrid Chamartín–Clara Campoamor notarán desde esta semana un cambio importante. Tras meses de obras, se ha inaugurado el nuevo paso inferior bajo las vías de alta velocidad que permitirá conectar de forma directa y accesible el AVE con el vestíbulo de Cercanías y el Metro.

El nuevo paso subterráneo, de 177 metros de longitud y 9 de ancho, atraviesa las doce vías de alta velocidad y dispone de ascensores, escaleras fijas y mecánicas para facilitar el tránsito entre los distintos niveles. Además, está conectado con todos los andenes de Alta Velocidad y con el vestíbulo subterráneo de Cercanías, desde donde se puede acceder también al Metro y a la calle Agustín de Foxá.

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, visitó las instalaciones para comprobar el resultado de esta obra, que calificó como “clave para la intermodalidad del transporte ferroviario en Madrid”. Según explicó, los viajeros de alta velocidad podrán “bajar directamente desde su andén al paso inferior y salir de forma sencilla y accesible por cualquiera de los dos laterales de la estación”.

Con la apertura de este túnel, la estación gana una nueva salida por el oeste, que se suma a la ya existente por la calle Hiedra, en el lado este. Desde ahora, los usuarios podrán desplazarse de manera fluida entre los servicios de AVE, Cercanías y Metro sin necesidad de salir al exterior, un avance que mejora notablemente la movilidad dentro de uno de los principales nodos ferroviarios del país.

La pieza de conexión que articula el nuevo paso cuenta con 170 metros cuadrados y está equipada con ascensor, escaleras y señalización digital para orientar a los viajeros. Todo ello se integra dentro del ambicioso plan de modernización que vive la estación desde hace más de tres años.

Una transformación de 540 millones

El proyecto global de renovación de Chamartín supone una inversión de 540 millones de euros, con el objetivo de duplicar la capacidad de la estación y mejorar su confort y luminosidad. Las obras, que se ejecutan sin interrumpir la circulación ferroviaria, incluyen la ampliación del vestíbulo principal, la creación de nuevas rampas de acceso a los andenes y la reorganización del edificio de viajeros.

Cuando finalicen los trabajos, el nuevo edificio contará con 18.000 metros cuadrados, casi el doble que antes, y estará dividido en tres zonas: un área de embarque para Cercanías, otra para Alta Velocidad y un gran pasillo longitudinal de 220 metros y 18 de ancho, que actuará como eje central y espacio común con zonas comerciales y de descanso.

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El nuevo acceso es un hito dentro del plan “Chamartín Ecosistema Abierto”, el proyecto que transformará el entorno urbano de la estación en los próximos años. Esta actuación, según el Ministerio, es previa e independiente de esa transformación integral, pero avanza en la misma dirección: una Chamartín más moderna, interconectada y preparada para el futuro del transporte en Madrid.