La escapada perfecta para hacer senderismo en Madrid: el lugar donde Napoleón libró su única batalla en España

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A 135 kilómetros desde la Puerta del Sol, esta ruta de senderismo lo tiene todo para el disfrute del excursionista. El sendero, bien señalizado y de dificultad moderada, atraviesa frondosos bosques, antiguos puntos estratégicos del ejército español y rincones que aún guardan ecos de la Guerra de la Independencia. Entre curvas y praderas, el paisaje va revelando cascadas, miradores naturales y valles que parecen detenidos en el tiempo, todo ello a poco más de una hora de la capital.

El misterio del destino se resuelve al llegar: el puerto de Somosierra, una de las grandes puertas naturales entre la meseta norte y la meseta sur. Este enclave, que forma parte de la Sierra de Guadarrama, ha sido paso obligado durante siglos —primero para viajeros y comerciantes, luego para ejércitos—. En sus laderas aún se distinguen rastros de fortificaciones, cañones y parapetos improvisados donde se libró la célebre batalla de 1808, el único combate en el que Napoleón empuñó las armas en España.

Hoy, aquel escenario bélico se ha transformado en un paisaje sereno y majestuoso, con la Chorrera de los Litueros como emblema natural: la cascada más alta de la Comunidad de Madrid, formada por el arroyo del Caño, que cae en varios saltos hasta el río Duratón. El acceso es cómodo: basta con tomar la A-1 hasta el kilómetro 91 y desviarse hacia Somosierra, donde hay un aparcamiento gratuito a la entrada del pueblo. Desde allí parten varios senderos que combinan historia, naturaleza y panorámicas espectaculares.

Historia de la batalla de Somosierra (1808)

Tras la derrota de los franceses en la batalla de Bailén, Napoleón no tardó en reaccionar. Ofendido por lo que consideró una afrenta a su prestigio militar, cruzó los Pirineos al frente de 200.000 hombres, decidido a reconquistar España y castigar la insurrección. Su objetivo era claro: llegar a Madrid cuanto antes, restaurar a su hermano José en el trono y dar una lección a un país que se había atrevido a desafiarlo. Para defender la capital, el alto mando español ordenó cerrar los pasos del Sistema Central, los accesos naturales hacia el corazón peninsular. Al puerto de Somosierra se envió al general Benito San Juan, al mando de unos 12.000 soldados, que incluían tropas de línea, voluntarios de Madrid y artillería con cañones de 12 libras, desplegados a lo largo del desfiladero que une Burgos con Madrid.

Las posiciones españolas, levantadas con urgencia en las laderas, contaban con cuatro baterías escalonadas a lo largo de la carretera, además de puestos avanzados en Cerezo de Abajo y Sepúlveda. Aunque el emplazamiento era estratégico, la improvisación se convirtió en su mayor debilidad: las piezas carecían de parapetos o defensas sólidas que pudieran resistir un ataque frontal. Napoleón, que marchaba al frente de 45.000 hombres, llegó el 29 de noviembre de 1808 a Boceguillas y observó el paso envuelto en niebla. Un día después, el 30 de noviembre, lanzó el ataque decisivo.

La batalla se tornó caótica por la visibilidad reducida y el terreno empinado. Tras varios asaltos fallidos de infantería y un intercambio feroz de artillería, Napoleón, impaciente, recurrió a su carta más audaz: ordenó a los jinetes polacos de la Guardia Imperial cargar cuesta arriba contra las baterías españolas. Aquella carga suicida, dirigida por el oficial Jan Kozietulski, logró tomar una tras otra las posiciones artilleras, abriendo el paso entre un alud de humo, metralla y heroísmo. Los franceses acabaron dominando el collado y el propio Napoleón presenció la acción desde la retaguardia, algo inusual en sus campañas.

El éxito en Somosierra permitió a las tropas imperiales avanzar hacia la capital y, entre el 2 y el 4 de diciembre de 1808, Madrid cayó en manos francesas. Napoleón promulgó desde Chamartín los famosos Decretos Imperiales, que abolieron la Inquisición y reformaron la administración española, creyendo —erróneamente— que la guerra había terminado. Sin embargo, Somosierra quedó grabada como el único escenario en España donde Napoleón combatió en persona, y hoy, entre cascadas, robledales y senderos, los caminantes aún pueden reconocer las cicatrices de aquella jornada que cambió la historia.

Rutas desde el puerto de Somosierra

Antes de elegir itinerario, valora tu forma física y la meteorología. Este puerto de la sierra norte de Madrid suele ser más fresco que Madrid; lleva calzado con buen agarre, agua y protección solar. Si vas a enlazar sendas poco marcadas, conviene llevar track en el móvil o GPS. Estos son los itinerarios más interesantes:

• Chorrera de los Litueros (cascada imprescindible): itinerario de ida y vuelta accesible para la mayoría, en torno a 2,5 km totales y cerca de 1 hora de marcha efectiva. Transcurre por sendero de bosque hasta el salto más alto de la Comunidad de Madrid. Es mejor ir en época de deshielo o tras lluvias. Suelen habilitarse accesos señalados desde el propio puerto.

• Ruta por el frente de Somosierra: recorrido histórico de referencia, aproximadamente 7,4 km y un trayecto de 2 horas y 10 minutos. Permite identificar tramos del antiguo despliegue defensivo y entender cómo la carretera canalizaba el ataque. Terreno suave con algún repecho. Se recomienda bastón si el firme está húmedo.
• Dehesa Bonita y mirador de Peña María: paseo de media distancia por robledales y mostajos, con parada en miradores naturales. Se puede combinar con la Chorrera en una jornada completa, cerrando un circuito que alterna patrimonio natural y escenarios de 1808. Ideal para fotografía y observación de flora.
• Pico de las Tres Provincias / Cebollera Vieja: ascensión exigente para montañeros con buena forma. Gana desnivel sostenido hasta el vértice donde confluyen Madrid, Segovia y Guadalajara. Requiere prever viento y cambios bruscos de tiempo en la cumbre. Imprescindible llevar calzado técnico y abrigo.
• Cebollera Nueva: alternativa alpina, también más dura, que culmina en su vértice geodésico. Pistas y senderos de alta loma con panorámicas continuas. Solo recomendable con buena visibilidad y equipo adecuado.

Para planificar con precisión distancias y desniveles, consulta plataformas especializadas como Wikiloc, AllTrails o Komoot, donde encontrarás mapas, tracks y variantes actualizadas por la comunidad. Si es tu primera vez, empieza por la Chorrera o por el circuito histórico y, a partir de ahí, sube el listón.