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La vida de Cerdán en Soto del Real según los presos: "Hay piscina, pero da mucho asco"
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PRIMEROS DÍAS DE ENCIERRO DEL EXDIPUTADO

La vida de Cerdán en Soto del Real según los presos: "Hay piscina, pero da mucho asco"

Antiguos inquilinos de Madrid V explican que, pese a ser uno de los mejores penales de España, las condiciones de vida no se acercan a las de un hotel, como muchos creen

Foto: Santos Cerdán llega a la cárcel de Soto del Real a bordo de una furgoneta de la Guardia Civil. (Europa Press/A. Pérez Meca)
Santos Cerdán llega a la cárcel de Soto del Real a bordo de una furgoneta de la Guardia Civil. (Europa Press/A. Pérez Meca)
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Santos Cerdán, ex secretario de organización del PSOE, está pasando su primer fin de semana en prisión. Lo hará entre los muros del Centro Penitenciario Madrid V, más conocido como Soto del Real, un penal que muchos consideran una jaula de oro, ya que por sus barrotes han pasado celebridades como Mario Conde, Oriol Junqueras, Rodrigo Rato o Sandro Rosell.

Sin embargo, las condiciones distan mucho de parecerse a las de un hotel. El asturiano Jesús Núñez, de 49 años, cumplió 12 años de condena por seis atracos, entre ellos en la penitenciaria de Soto. Alejado de la vida delictiva, Núñez ahora dedica sus esfuerzos a ayudar a los nuevos presos a integrarse en la cárcel. Tiene un canal de Youtube en el que explica qué se van a encontrar los reos al cerrarse el portón y ha escrito un libro, Mi vida entre rejas, que está teniendo un éxito inesperado.

"Lo primero que hay que decir es que la cárcel es un mal lugar para rehabilitarse de nada. La delincuencia está más concentrada que en la calle y los presos a menudo no tienen nada que hacer, así que hacen el mal. Es muy normal que la gente salga de ahí sabiendo más formas de delinquir de las que conocía al entrar", explica a este periódico. "Dicho esto, Soto del Real es la mejor prisión en las siete en las que he estado. Es una cárcel nueva y se nota que se ha invertido dinero en su fabricación. Además, allí la mayor parte de los presos están en preventiva, a la espera de juicio como Cerdán, y no quieren hacer nada que complique su situación, así que suelen portarse bien".

Hay una gran diferencia entre presos preventivos y condenados. Los primeros, explica Núñez, albergan la ilusión de ser absueltos, lo que hace que sean más felices y tengan la sensación de que su situación es temporal. "Pero un tío al que le han caído 25 años está en otro nivel. Entiende que su vida está ahí e intenta hacerse fuerte, ganarse el respeto de los demás. Además, cuando tienes tanta condena por delante, te importa mucho menos meterte en líos y peleas, porque aunque te amplíen la estancia, casi ni lo notas", explica el exrecluso.

placeholder El centro penitenciario de Soto del Real. (EFE)
El centro penitenciario de Soto del Real. (EFE)

Cerdán entró el lunes en el módulo de ingresos, como todos los reclusos. "Nada más entrar vas a ver al médico. Lo normal es que te receten un valium o similares, porque la gente no puede dormir. Esa primera noche es muy dura, de sopetón te das cuenta de que ya no eres libre. Tienes una incertidumbre terrible, forjada por años de películas e historias talegueras, pero la verdad es que las cárceles ya no son como antes. Siempre te ponen un preso sombra en tu celda, uno de confianza, para evitar que te suicides. En la celda de ingresos no hay nada, solo unas mantas, un cubo y una fregona. Te sientas en la cama, miras a esa mesa blanca, ves las paredes tan cerca... te da un bajón increíble. Muchos descubren esa noche los ataques de pánico", explica Núñez.

"A las 7:50 del día siguiente te despiertan para el recuento y a las 8:30 tienes que bajar para el desayuno. Sobre las 10, tienes una reunión con el psicólogo, el trabajador social y el educador. Ellos deciden a qué módulo definitivo te van a mandar", explica Núñez. "Este proceso es igual en todas las prisiones de España. Ahora lo normal es que te manden a un módulo de respeto, a no ser que tengas un pasado de violencia en la calle o pidas expresamente ir a un módulo ordinario", continúa.

El módulo 13

Los módulos de respeto en las cárceles españolas comenzaron a implantarse de forma experimental en 1995 en el Centro Penitenciario de León. El proyecto fue ideado por José Antonio Redondo, entonces director del centro, como una forma de mejorar la convivencia, reducir los conflictos y fomentar la reinserción social de los internos. Su éxito inicial llevó a que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias los expandiera a otras prisiones españolas a partir de 2001. Hoy, todas las prisiones tienen este tipo de módulos, hasta el punto de que algunas están a punto de abandonar el formato ordinario, y se estima que en torno al 65% de los presos españoles están en áreas pacificadas.

El martes, Santos Cerdán fue trasladado al módulo 13, uno de los de respeto, donde se aloja junto a otros 80-100 presos, depende de la demanda. Al ingresar, los presos han de firmar un contrato en el que se comprometen a renunciar a la violencia, tanto física como verbal, a mantener la limpieza de las zonas comunes o a estar siempre ocupado en actividades. En estas zonas, los reclusos realizan gran parte de las tareas de los funcionarios, como administrar el economato, limpiar, cocinar o controlar el orden. No obstante, la ausencia de violencia no siempre garantiza la paz social: "Yo siempre he preferido los módulos ordinarios. En los de respeto hay mucho odio acumulado que no se deja salir y suele expresarse en delaciones. Todo el mundo mira al otro a ver si puede pillarle con un móvil o un porro, para chivarse a los funcionarios y conseguir algún tipo de ventaja. Es el paraíso de los chivatos", dice Núñez.

"En los de respeto hay mucho odio acumulado que suele expresarse en delaciones"

Los módulos de respeto tienen otros inconvenientes. Es el destino habitual de delincuentes que corren riesgo entre los presos comunes, como terroristas, violadores o asesinos de niños. "Es gente que no te va a pegar o te va a violar, pero sí puede ser que un día vuelvas a la celda y te hayan robado algo. Sobre todo si creen que eres rico", dice el exrecluso. También es la zona donde hay más droga de todo el presidio: "Droga hay en todas las prisiones de España. En los módulos de respeto más aún, porque a los reclusos no les registran a fondo después de los vis a vis. Allí los presos meten la droga que quieren, mientras que en los módulos ordinarios las sustancias entran en las mochilas de los funcionarios", detalla Núñez.

Una vez en el módulo definitivo, comienza la rutina carcelaria. Después de desayunar, Cerdán tendrá libre hasta las 13 para hacer lo que quiera en las zonas comunes, que suelen consistir en una gran sala que hace de biblioteca, sala de televisión y bar, y el patio. También es común que algunos presos dediquen esas horas a trabajar, incluso en puestos remunerados. Por la tarde, tras la comida, los presos tienen desde las 16:30 hasta las 19 libres. "A las 19, se escucha por los altavoces 'recuento, recuento' y te tienes que arracimar en grupos de cinco para que un funcionario pase y tome nota. Después te vas a la celda. Ahora, en verano, te parece realmente pronto, hay varias horas de sol hasta que se hace de noche. Sobre las 22 hay un tercer recuento, aunque ese te lo hacen dentro de la celda. Si tienes dinero, en el economato puedes hacerte con una televisión de 32 pulgadas y una PlayStation. La 2, eso sí, no la actual. Si no tienes nada, se te hace larguísima la noche", afirma Núñez.

placeholder Santos Cerdán, el exsecretario de Organización del PSOE. (Europa Press)
Santos Cerdán, el exsecretario de Organización del PSOE. (Europa Press)

¿Y qué hay de la famosa piscina de Soto, símbolo de su presunto lujo? "Hay una piscina, pero lo normal es que no quieras ir. Lo primero es que Cerdán va a tener, como mucho, una hora o dos a la semana de piscina. Hay muchos módulos y no pueden coincidir, así que le toca muy poco a todos. Y luego está la higiene... en la cárcel hay muchas personas sintecho, gente con problemas mentales que no se ducha nunca... yo, cuando tenía que bajar a la piscina, me quedaba fuera echándome un porro y me daba una ducha rápida. Al agua no me metía, el olor da mucho asco", continúa.

Pese a todo, Núñez está seguro que el exdiputado gozará de ciertos privilegios, aunque no a la vista de los demás presos. "A estas personas públicas las tienen entre algodones. Piensa que lo último que quieren es que salga un tipo con acceso a los medios de comunicación a decir que las cárceles españolas son un asco. Le ahorrarán algunos procesos que son un poco humillantes, le colarán en la lista de espera para los vis a vis... pero nada delante de los otros reclusos. Eso son cosas que suceden y todos lo saben, aunque nadie lo reconoce", dice Núñez.

Por último, Núñez considera que el calvario de Santos Cerdán no ha hecho sino empezar: "Los primeros seis meses son siempre los peores. Tienes un estrés enorme, porque no te haces a la vida de prisión, y me imagino para una persona como Cerdán, con tantos contactos y acostumbrado a estar en la cúspide social, le va a costar un montón. Pasado ese tiempo, poco a poco, asumes que tu realidad está dentro de esas cuatro paredes, que hay que tener paciencia y seguir tu vida", concluye Núñez.

Santos Cerdán, ex secretario de organización del PSOE, está pasando su primer fin de semana en prisión. Lo hará entre los muros del Centro Penitenciario Madrid V, más conocido como Soto del Real, un penal que muchos consideran una jaula de oro, ya que por sus barrotes han pasado celebridades como Mario Conde, Oriol Junqueras, Rodrigo Rato o Sandro Rosell.

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