Parece sacada de una película de Tarantino: descubre la hamburguesería clandestina de Madrid que casi nadie conoce
Sirve 'butter burgers' al estilo del Medio Oeste y esconde tras una puerta una atmósfera setentera que remite directamente al cine de Tarantino
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Hay un local en Madrid que es todo un hallazgo y es como colarse en un decorado de una película de Tarantino. Luces tenues, la barra de madera gastada y una rockola vintage crean una atmósfera densa, nostálgica y cinematográfica. Cada rincón del espacio —oculto tras una puerta discreta en pleno barrio de Salamanca— parece detenido en una América setentera donde el tiempo se diluye entre cócteles, neones apagados y diálogos que uno espera escuchar en voz de Samuel L. Jackson.
No se ve a simple vista, pero enamora por su ambientación y conquista a los paladares más exigentes. Este original speakeasy está escondido dentro de Milwaukee, el local que prepara la Mejor Hamburguesa de España en formato delivery. Su ingrediente estrella es la mantequilla, con la que preparan las mejores smash burger de la capital y sirven cócteles de Wisconsin.
Inspirado en los clásicos lunch counters americanos, esta hamburguesería nace de una amistad de 15 años entre un grupo de amigos de Milwaukee y un valenciano decidido a traer las auténticas butter burgers a España. El secreto mejor guardado de esta hamburguesería se esconde al cruzar una discreta puerta que nada hace presagiar lo que te vas a encontrar a continuación. Bajas unas escaleras y empieza la aventura. El lugar se llama Billy Mitchell, un nombre que rinde homenaje al que fue considerado el "Padre de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos", un pionero en la defensa del poder aéreo militar durante el siglo XX.
Evoca esa estética setentera de carreteras secundarias y whisky servido en vaso corto
Su carta es toda una declaración de intenciones, con pecados carnales elaboradas al estilo clásico del Medio Oeste americano, con carne jugosa cocinada con mantequilla sobre pan tostado. También se pueden encontrar grilled cheese, patatas con queso fundido, batidos caseros —de vainilla, chocolate o caramelo salado— y otras especialidades como los aros de cebolla rebozados en cerveza y crujientes sándwiches de pollo frito, tanto en versión clásica como picante. Entre decoración retro y moqueta roja, se pueden degustar versiones actualizadas de combinados icónicos como el Old Fashioned —el cóctel más representativo del estado— o tragos con whisky, cereza y soda, típicos de las supper clubs americanas.
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Billy Mitchell brilla por su amplia selección de hamburguesas. La Milwaukee Butter Burger, su estrella, combina doble smash de carne, mantequilla, bacon, queso cheddar, cebolla estofada, pepinillo y su inconfundible salsa casera. Le siguen clásicos como la Cheeseburger y la Bacon Cheeseburger, ambas con el inconfundible sabor de su mezcla de ingredientes y su punto justo de cocción. Para quienes buscan una alternativa vegetal, la Beyond Butter Burger ofrece una opción sin carne, pero con todo el sabor, manteniendo la misma estructura y toppings que sus versiones carnívoras. Los precios oscilan entre los 10 y 14 euros. Todas las opciones pueden consultarse en su página web. El local abre sus puertas todos los días, de 13:00 a 16:30, y de 20:00 a 00:30 horas.
La hamburguesería más secreta y puntera de Madrid evoca esa estética setentera de carreteras secundarias, whisky servido en vaso corto y escenas que podrían estallar en cualquier momento al ritmo de un viejo vinilo. Sin duda, es un lugar donde se viene a comer bien, pero también a disfrutar del viaje, uno que no necesita grandes artificios para impresionar, solo una propuesta tejida a golpe de nostalgia y hits de George Baker.
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