La cascada escondida en un hotel de la Gran Vía madrileña que encontrarás en un jardín colgante que fue Récord Guiness en 2011

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A escasos metros del bullicio de la Gran Vía madrileña, un edificio alberga uno de los rincones más sorprendentes y menos conocidos del centro de Madrid. Pocos transeúntes imaginan lo que se oculta tras su fachada, donde el hormigón convive con la vegetación más exuberante.

Entre los secretos mejor guardados de Madrid se esconde una joya verde de récord: una cascada vertical de 20 metros y un jardín colgante de 1.000 metros cuadrados, alojados en el Inhala Hotel Garden, en plena calle San Bernardo, a solo unos pasos de la Gran Vía.

Un oasis natural donde antes hubo asfalto

Lo que antes fue el hotel Santo Domingo ha renacido como Inhala Hotel Garden, un proyecto pionero en sostenibilidad urbana. Su corazón es un muro vegetal diseñado por el paisajista Manuel Pasquín, que integra más de 2.500 plantas de 260 especies diferentes sobre una estructura de siete plantas. Esta intervención le valió un Récord Guinness en 2011 como el jardín colgante más grande del mundo.

En este vertical ecosistema urbano, lo que más llama la atención es su cascada de circuito cerrado, visible desde distintas zonas del hotel, incluidas habitaciones y restaurante. Se trata de una solución estética, pero también funcional: contribuye a mejorar la calidad del aire y se estima que reducirá la huella de carbono del entorno en 1.250 toneladas de CO₂ en los próximos dos años.

Turismo sostenible con sabor local

La experiencia se completa en la Inhala Terraza, un espacio gastronómico situado en la azotea con vistas 360º sobre el centro de Madrid. Allí, los visitantes pueden disfrutar de una carta elaborada con ingredientes de proximidad y prácticas de cocina sostenible, como el aprovechamiento alimentario. Entre sus platos destacan el arroz cremoso de bacalao, las croquetas de merluza y gambas o la ensalada de tomates locales.

El precio medio para comer a la carta ronda los 30 euros, con opción de menú del día por 28 euros. Todo en un entorno que combina diseño, naturaleza y compromiso medioambiental, ideal para una pausa revitalizante sin salir del corazón de la ciudad.

Una transformación con arte y propósito

La renovación del hotel no solo es ecológica, sino también artística. Las habitaciones con vistas al patio interior permiten contemplar un mural contemporáneo firmado por la artista Marina Díaz-Cordovés Verbo. Sus colores vivos y formas envolventes prolongan el efecto del jardín colgante, reforzando la identidad del hotel como espacio de bienestar y reconexión con la naturaleza.

Situado en la calle San Bernardo, 1, y a solo unos pasos de Gran Vía, el Inhala Hotel Garden ofrece una escapada inesperada dentro de la ciudad. Un lugar donde respirar, literalmente, un aire diferente.

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La forma más cómoda de llegar es en Metro de Madrid: puedes bajarte en la estación Santo Domingo (Línea 2), situada justo enfrente, o bien en Callao (Líneas 3 y 5), a menos de cinco minutos a pie. También está cerca de Plaza de España (Líneas 3 y 10) y de varias líneas de autobús.

Un rincón inesperado que redefine el concepto de alojamiento urbano, donde el descanso, la naturaleza y el arte conviven a escasos metros de una de las arterias más transitadas de la ciudad.