Temporada de rosas en Madrid: los mejores lugares y fechas para verlas en todo su esplendor

• Dónde ver narcisos en flor cerca de Madrid: jardines y rutas de montaña para disfrutar en primavera
• El jardín más bonito de Madrid que es perfecto para disfrutar de la floración de los tulipanes: una explosión de color durante el mes de abril

Madrid vive su temporada alta de floración de rosas, un fenómeno natural que convierte parques históricos y jardines escondidos en escenarios dignos de postal. La capital ofrece múltiples espacios donde contemplar rosales en plena eclosión, desde enclaves reconocidos internacionalmente hasta rincones con encanto que aún escapan del radar turístico. La primavera madrileña nunca huele tan bien como cuando las rosas están en su punto álgido.

Rosaleda del Parque del Oeste: premio internacional

Este emblemático jardín, diseñado en 1956 por Ramón Ortiz, destaca por sus más de 30.000 metros cuadrados repletos de rosales de medio millar de variedades. Ubicado junto al paseo del Pintor Rosales, su estanque con nenúfares y la escultura de una ninfa son visitas obligadas. Esta rosaleda ha logrado ganarse un hueco en los circuitos botánicos internacionales: recibió el galardón Garden Excellence en 2006, otorgado por la World Federation of Rose Societies. La protagonista es una fuente con escultura clásica rodeada de pérgolas cubiertas por más de 600 variedades de rosas.

La Rosaleda del Parque del Oeste también acoge cada año un prestigioso concurso internacional de rosas nuevas, lo que la convierte en un lugar ideal para descubrir las tendencias botánicas de cada temporada. La entrada es libre todos los días del año. La gran protagonista es una fuente con escultura clásica rodeada de pérgolas cubiertas por más de 600 variedades de rosas.

El Retiro y el Botánico: elegancia en pleno centro

Ideada por Cecilio Rodríguez, Jardinero Mayor de la Villa, en 1915, la Rosaleda de El Retiro se esconde en la zona sur del parque, cerca de la Fuente del Ángel Caído. Con más de 4.000 rosales distribuidos en un entorno de estilo paisajístico, este jardín ofrece una pausa serena del bullicio habitual del parque. Es también uno de los espacios florales más fotogénicos de la ciudad. Situada junto a la Fuente del Ángel Caído, este jardín paisajístico se ubica en un entorno sereno, con bancos, fuentes de piedra y cenadores. Su diseño se inspira en rosaledas francesas y belgas, y su fundación respondió al deseo del alcalde Carlos Prats de embellecer esa zona del parque. Hoy es uno de los rincones más tranquilos y fotogénicos del Retiro.

En paralelo, el Real Jardín Botánico —fundado en el siglo XVIII por Carlos III—, alberga su propia rosaleda en la terraza inferior: 2.800 metros cuadrados que reúnen más de 140 especies de rosas. Un entorno único donde naturaleza y elegancia se funden en el corazón del Paseo del Prado. La rosa se convierte en símbolo de belleza, ciencia y arte botánico.

Rosaledas secretas: rincones de belleza inesperada

Más allá de los grandes parques, Madrid esconde pequeñas joyas como el Jardín del Príncipe de Anglona, junto a la Plaza de la Paja. Un lugar que invita al paseo sin prisas. Su trazado geométrico del siglo XVIII se conserva con mimo, y aunque no se trata de una rosaleda en sentido estricto, los rosales combinados con otras especies crean un conjunto floral de gran belleza. Es ideal para quienes buscan paz en el centro de la ciudad.

También destaca la Rosaleda del Campo del Moro, con su diseño circular presidido por una fuente, desde la cual parten caminos que dividen el jardín en cuatro sectores. Se trata de uno de los espacios más fotogénicos y menos transitados junto al Palacio Real. Su ubicación privilegiada y escasa afluencia lo convierten en uno de los secretos mejor guardados del Madrid más monumental.

Rosaleda de San Francisco: un mirador con encanto

Frente a la imponente Basílica de San Francisco el Grande, en La Latina, se sitúa esta pequeña rosaleda que poca gente conoce. Presidida por el grupo escultórico de San Isidro Labrador, es un lugar ideal para disfrutar de la floración con vistas al oeste de la ciudad, especialmente durante la hora dorada del atardecer. Además de su valor botánico, esta rosaleda funciona como un balcón urbano desde el que observar los tejados y cúpulas de uno de los barrios más castizos de Madrid. No es de extrañar que se esté convirtiendo en un lugar habitual para encuentros románticos y paseos tranquilos.

Cuándo visitar las rosaledas de Madrid

Del 7 al 20 de mayo es el momento perfecto para visitar cualquiera de estas rosaledas. Durante esas dos semanas, la floración alcanza su punto más álgido y permite disfrutar de todo el espectro cromático y aromático de las diferentes especies. A diferencia de otros eventos naturales más efímeros como la floración del almendro, las rosas mantienen su esplendor varios días, lo que facilita planificar la visita.