Año VI del nuevo Bernabéu: sin inauguración, conciertos, coctelería, NFL... y con goteras
La fuga de la cantante Aitana al estadio del máximo rival evidencia que la planificación del nuevo Bernabéu hace agua por todos los lados
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El 12 de septiembre de 2010, Florentino Pérez anunció a los socios del Real Madrid su proyecto de nuevo estadio. "Haremos una revisión del Bernabéu. La reforma debe convertirlo en un icono de arquitectura deportiva. Estamos trabajando en un sistema de cubrición de gradas. No es un trabajo fácil y necesitamos de la colaboración de las autoridades madrileñas", dijo ante los compromisarios, que aprobaron el proyecto en la siguiente asamblea.
Pérez tenía motivos al señalar que no se trata de un trabajo fácil. Tanto es así que, quince años después, aún no se ha inaugurado la reforma del estadio. Pero no es solo el retraso: para muchos aficionados, lo único que está bien de la mejora más ambiciosa de la historia del deporte español es el videomarcador. La situación se puede resumir con el episodio que hemos vivido esta semana: Aitana, la artista nacional más cotizada del próximo verano, ha cambiado sus dos fechas del Bernabéu al Metropolitano, el estadio de su máximo rival.
En primera instancia, la reforma es un desastre económico. Presupuestada en 575 millones de euros, que el Real Madrid conseguiría con un interés fijo del 2,5%, el club se ha visto obligado a pedir dos préstamos adicionales que, una vez se devuelvan, sumarán casi 2.000 millones de euros. En este incremento del presupuesto, que cuadruplicará la cifra inicial, no solo han influido factores externos como el covid o la guerra de Ucrania, que han encarecido los materiales y complejizado la logística, sino también ampliaciones que se han adoptado sobre la marcha, como la creación de un sistema de césped retráctil.
Sin embargo, una parte del excedente presupuestario procede de partidas que no se han valorado correctamente. La más onerosa tiene que ver con la cubierta metálica del recinto. A medida que se iba instalando, los técnicos descubrieron que la estructura de hormigón del estadio, que data de los años 40, no estaba preparada para soportar el peso de su nueva piel. En consecuencia, se decidió reducir el número de lamas metálicas, lo que ha dado lugar a un aspecto antiestético en el interior del Bernabéu, además de producir goteras que han generado daños en espacios como el museo del club.
En la grada también se han recibido quejas. Pese a que una gran parte de los aficionados consideran que es la parte que mejor ha quedado de la reforma, hay detalles que no están gustando. Hay socios que se han encontrado con un cambio de ubicación que no les ha gustado, mientras que otros critican que se haya reducido aún más el ya escaso espacio entre localidades. A resultas, se ha prohibido fumar en la grada y en el descanso, entre los fumadores, los que necesitan ir al baño y los que quieren estirar las piernas, los vomitorios de acceso se asemejan a un campo de refugiados.
Tampoco está gustando el efecto invernadero que se genera en el interior. En los días cálidos, el techo del estadio, que deja pasar la luz, hace que se recaliente el ambiente, en tanto que no deja salir el calor generado por el sol y la multitud. Así, durante los primeros conciertos del nuevo Bernabéu, en agosto, algunas personas tuvieron que ser atendidas por golpes de calor y desmayos. No obstante, este fenómeno pudo ser fruto de la novedad y, para este verano, los responsables del estadio tomarán medidas para evitar que suba demasiado la temperatura en el interior.
¿Cómo se paga todo esto?
Con todo, el quid de la reforma del Bernabéu es la financiación. El presidente Pérez diseñó un plan de negocio que pasaba por la organización de megaconciertos, la explotación de los locales del estadio y la presencia de eventos deportivos de alto nivel, como partidos de la NFL (liga de fútbol norteamericano). Esta última pata de negocio, la más viable en estos momentos, tendrá que esperar al menos un año. Y es que los vestuarios del fútbol europeo, que suelen acoger en torno a 25 personas, se quedan pequeños para las plantillas masivas de la NFL, que a menudo alberga a más de 50 deportistas en las zonas comunes. Los vestuarios del Bernabéu, por tanto, no cumplen con la normativa de la liga norteamericana y habrán de someterse a una nueva reforma este verano, lo que encarecerá aún más la obra faraónica de Pérez. También se tendrá que encontrar una solución para las filas de asientos más cercanas al césped en los fondos, ya que el campo de juego de la NFL es entre 5 y 10 metros más largo que los de fútbol. En este sentido, la idea es que esos asientos sean desmontables.
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El club confiaba en generar unos ingresos notables en una trampa para extranjeros como el museo del club. En esta ocasión se trataba del SkyBar, una coctelería-restaurante ubicada en la última planta del estadio concebida para que turistas de alto poder adquisitivo se dejen las divisas. Según la proyección del club, ver un partido desde estas instalaciones costará entre 2.000 y 3.000 euros por persona. Un lujo fuera del alcance de la mayoría de los socios que tenía por único objeto financiar la reforma, pero que, como el resto de facetas, no ha terminado de salir bien.
Inicialmente, se esperaba que el SkyBar estuviera operativo para el Clásico del 21 de abril de 2024; las obras no se completaron a tiempo y la apertura se pospuso en varias ocasiones, sin que hasta ahora se haya concretado una fecha definitiva. Desde entonces se han vivido episodios esperpénticos como que la antigua concesionaria, Anastia Gourmet Hostelería, fuese incapaz de obtener la licencia de apertura por las deudas acumuladas con proveedores como Heineken y Schweppes. En esta línea, cuesta entender que el Real Madrid pusiera en manos de una mercantil de reciente creación una de las joyas de su estadio. Anastasia tardó más de lo previsto en ambientar el espacio y también se excedió con el presupuesto de producto, lo que le llevó a impagar a los proveedores. Consecuencia: más retrasos.
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El grupo García-Delgado, una importante bodega de Jerez, se hizo con el 51% de las acciones de Anastasia, pero tampoco resolvió el problema. Es más, lo agravó. Superados por la situación con los proveedores, que reclaman en torno a un millón de euros como medida sine qua non para poner en marcha el negocio, el Real Madrid detectó que los gaditanos estaban intentando subastar la concesión sin permiso del club. Esto dio lugar a una demanda del Real Madrid, que fue contestada con otra de García-Delgado. Un año después de su fecha de apertura, el bar permanece cerrado a la espera de que club, concesionaria y proveedores se vean las caras en los tribunales.
Por último, está la conocida guerra que mantiene el club con los vecinos del estadio y que ha provocado la suspensión de todos los conciertos de la temporada. El Real Madrid ha encargado a la empresa especializada Arup un estudio para mejorar la acústica del estadio y adaptarlo a la normativa municipal de ruido. Entre las medidas propuestas se incluyen la instalación de paneles fonoabsorbentes y puertas automáticas en los accesos a las gradas (vomitorios) para reducir la fuga de sonido. Además, se contempla la creación de una "segunda piel" en la estructura del estadio para disminuir la emisión de ruido hacia el exterior. Más dinero.
Ahora se valora la creación de una 'segunda piel' para insonorizar el Bernabéu
A pesar de los esfuerzos, numerosos expertos en acústica han advertido que la insonorización completa del estadio es inviable. El estadio necesita ventilación natural y los edificios afectados están demasiado cerca como para no escuchar nada. Unos vecinos que, dicho sea de paso, interpusieron una querella contra el club el pasado 15 de julio y están a la espera de que se revuelva. Hoy, lamentan que ningún representante del Real Madrid se haya puesto en contacto con ellos para explicarles cómo van la obras de insonorización.
A punto de comenzar el séptimo año desde que se empezaron las obras en el estadio, o el décimoquinto desde que se propuso en asamblea de compromisarios, la reforma del Bernabéu sigue sin estar inaugurada y las principales vías de financiación se han secado. Por contra, los vencimientos de algunos préstamos están a la vuelta de la esquina. El club, en principio, puede hacer frente a los pagos con la caja, si bien la reforma se ha tornado una máquina de quemar dinero en imprevistos que nadie sabe cuándo va a parar.
El 12 de septiembre de 2010, Florentino Pérez anunció a los socios del Real Madrid su proyecto de nuevo estadio. "Haremos una revisión del Bernabéu. La reforma debe convertirlo en un icono de arquitectura deportiva. Estamos trabajando en un sistema de cubrición de gradas. No es un trabajo fácil y necesitamos de la colaboración de las autoridades madrileñas", dijo ante los compromisarios, que aprobaron el proyecto en la siguiente asamblea.