El veto al desfile militar calienta el Dos de Mayo y anuncia otra bronca entre Sol y Moncloa
La tensión institucional crece a más de un mes para los actos en la Real Casa de Correos, en sintonía con los últimos años. Ayuso culpa directamente a Sánchez y espera una rectificación de Defensa
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Queda más de un mes para el Dos de Mayo, día grande de la Comunidad de Madrid, y el choque institucional está garantizado. La tensión política, como ocurrió los últimos años, será protagonista y el veto del Ministerio de Defensa al tradicional desfile cívico militar en la Puerta del Sol se presenta ya como el último episodio de la particular guerra de desgaste entre Sol y Moncloa. Isabel Díaz Ayuso señala directamente a Pedro Sánchez y habla de un nuevo agravio contra la región.
La presidenta autonómica arrancó la semana con un discurso muy beligerante contra Sánchez. La dirigente popular, que participó en un desayuno informativo de Europa Press, acusó al jefe del Ejecutivo de imponer un "régimen de terror" contra cualquier tipo de crítica o disidencia e insistió en que Madrid es la gran pieza a cobrar. Ayuso puso como ejemplo la eliminación del desfile, que según ella se celebra desde "tiempos inmemoriales", y cargó toda la responsabilidad en la Moncloa.
"Me da más que viene de arriba", dijo Ayuso, aunque la ministra Margarita Robles justificó hace días la supresión de la parada militar, con el argumento de que no es adecuado pasar revista a las Fuerzas Armadas con un pasodoble de fondo. La presidenta regional envió una carta donde expresaba su desaprobación e invitaba a Robles a reconsiderar su postura, pero de momento no ha tenido la respuesta que esperaba. "Espero que no lleguen tan lejos, porque esa fractura la pagamos todos. Nosotros podemos poner un concierto, podemos hacer otra cosa, pero lo pagan los madrileños y los españoles", subrayó Ayuso.
El Gobierno madrileño habla de un "golpe sin precedentes" contra la región y el Ejército y sostiene que todo obedece a la "obsesión" de Sánchez con Madrid. La propia Ayuso apeló este lunes a la historia del Dos de Mayo y a otras celebraciones similares en otros territorios, aunque prevé un efecto dominó para "disimular" la decisión. La dirigente regional aseguró que las marchas que suenan durante el acto son elegidas por los militares y que aportan un tinte castizo "muy bonito" al incorporar pasodobles o chotis. "No sé si eso da mucho voto, pero le digo yo que quitarlo lo quita", añadió en el mismo desayuno informativo.
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Fuentes del equipo de Ayuso evitan aclarar si habrá una respuesta en el caso de que persista el veto. Pero a nadie se le escapa el contexto de tensión institucional entre Sol y Moncloa. Y mucho menos los precedentes en la Real Casa de Correos durante los últimos años.
Jornada de polémicas
La jornada, de gran carga política, siempre está rodeada de polémica. Los actos de 2024 estuvieron marcados por los cinco días de "reflexión" de Pedro Sánchez para decidir su continuidad al frente del Gobierno, tras conocerse los casos de presunta corrupción de varios de sus ministros y de su mujer, Begoña Gómez. Isabel Díaz Ayuso incluso amenazó semanas antes con dejar fuera de cualquier acto institucional a los miembros del Ejecutivo, habida cuenta de que ellos la excluyeron de la inauguración del AVE entre Madrid y Asturias. Finalmente no se produjo, pero las hostilidades no han cesado y el delegado del Gobierno en la región, Francisco Martín, es persona non grata en Sol.
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En 2023, a las puertas de las elecciones autonómicas y municipales, la bronca fue aún mayor. Félix Bolaños trató de colarse en el palco de autoridades pese a que no tenía invitación para ello, retirando incluso el cordón que delimitaba la tribuna. Aquel Dos de Mayo dejó una imagen inédita, con la directora de protocolo de la Comunidad de Madrid negando el paso al ministro de Presidencia. Y un año antes, en el primer gobierno de Ayuso en solitario, el propio Bolaños eclipsó el acto porque Moncloa anunció esa mañana que los teléfonos de Pedro Sánchez y Margarita Robles habían sido espiados con el programa Pegasus. Madrid lo entendió como una "falta de lealtad institucional".
El Ministerio de Defensa, de momento, mantiene su negativa y no ha hecho ninguna declaración de que la situación pueda cambiar. Robles garantizó la celebración de los actos "estrictamente militares", pero insistió en que los "actos civiles no son el lugar" para las Fuerzas Armadas.
Queda más de un mes para el Dos de Mayo, día grande de la Comunidad de Madrid, y el choque institucional está garantizado. La tensión política, como ocurrió los últimos años, será protagonista y el veto del Ministerio de Defensa al tradicional desfile cívico militar en la Puerta del Sol se presenta ya como el último episodio de la particular guerra de desgaste entre Sol y Moncloa. Isabel Díaz Ayuso señala directamente a Pedro Sánchez y habla de un nuevo agravio contra la región.