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El proyecto faraónico de los Borbones de hacer el Manzanares navegable desde Madrid a Lisboa (y que quedó frustrado)
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EN 1860 SE DIO POR CLAUSURADO

El proyecto faraónico de los Borbones de hacer el Manzanares navegable desde Madrid a Lisboa (y que quedó frustrado)

El río Manzanares, desbordado por las recientes lluvias, ha ofrecido imágenes insólitas que recuerdan un ambicioso plan del siglo XVIII: hacerlo navegable desde Madrid hasta Lisboa por vía fluvial

Foto: Vista de los tenderetes de las lavanderas en el Río Manzanares con el Palacio Real al fondo (Ministerio de Cultura/Otto Wunderlich)
Vista de los tenderetes de las lavanderas en el Río Manzanares con el Palacio Real al fondo (Ministerio de Cultura/Otto Wunderlich)

Las intensas lluvias que han caído sobre Madrid durante el mes de marzo por la borrasca 'Martinho' han cambiado por completo la imagen habitual del río Manzanares. Lo que durante buena parte del año es un cauce tranquilo y de escaso caudal, se ha transformado en un torrente caudaloso que ha sorprendido a los madrileños. Las recientes crecidas han ofrecido estampas más propias de un gran río europeo que de un curso fluvial modesto como el que cruza Madrid.

Las aguas desbordadas han despertado una mezcla de asombro y nostalgia. Y no es para menos, porque esta insólita imagen del Manzanares ha reavivado en la memoria colectiva una de las ideas más ambiciosas (y frustrada) de la historia urbana de la capital: convertir el río en una vía navegable hasta Lisboa. Sí, Madrid soñó durante siglos con ser puerto de mar.

Foto: Así quedará el río iluminado. (Ayuntamiento de Madrid)

Aunque parezca increíble, ese proyecto no solo existió, sino que llegó a ejecutarse parcialmente durante el reinado de los Borbones en el siglo XVIII. Fue un plan de proporciones monumentales que pretendía transformar el modesto río madrileño en una gran arteria fluvial que, pasando por Aranjuez y el Tajo, ofreciera una salida directa al Atlántico. Hoy, las lluvias han devuelto momentáneamente al Manzanares algo de esa grandeza soñada.

Un canal entre esclusas, molinos y barcazas

El conocido como Real Canal del Manzanares echó a andar oficialmente en 1770 con el impulso de Carlos III, aunque sus orígenes se remontan a los primeros estudios promovidos por Felipe II. La obra pretendía unir Madrid con Aranjuez a través de un canal paralelo al río y, desde allí, conectar con Lisboa a través del Tajo. Para hacerlo realidad, se planificaron 10 esclusas entre el Puente de Toledo y Vaciamadrid.

Las barcazas partían de un embarcadero próximo a la Puerta de Toledo, cruzaban el actual Parque Lineal del Manzanares y alcanzaban Rivas tras superar un entramado hidráulico que incluía molinos, hornos y puentes. El sistema, aunque innovador, tenía que lidiar con un caudal escaso y un desnivel de 650 metros hasta el mar, lo que obligó a construir numerosas esclusas en apenas 22 kilómetros.

El proyecto comenzó como iniciativa privada de Pedro Martinengo, que se arruinó durante la ejecución. Carlos III tomó entonces el control y lo convirtió en obra de interés público. A lo largo de varias décadas, bajo los reinados de Fernando VII e Isabel II, se completaron mejoras y ampliaciones, pero el sueño de unir Madrid y Lisboa nunca pasó de la etapa inicial. El canal fue utilizado durante años para el transporte de materiales de construcción y productos agrícolas. También se intentó dotarlo de un carácter más recreativo.

Del sueño atlántico al abandono definitivo

A pesar de los esfuerzos por mantener viva la idea, la realidad acabó imponiéndose. La falta de mantenimiento, los problemas de salubridad derivados del agua estancada y la construcción del primer ferrocarril en España en 1848, y la posterior línea Madrid-Aranjuez en 1851, dejó obsoleta cualquier apuesta por la navegación fluvial. Ya no tenía sentido seguir invirtiendo en un canal que apenas cubría 20 kilómetros.

La falta de mantenimiento, los problemas de salubridad derivados del agua estancada y la irrupción del ferrocarril terminaron por arrinconar el proyecto

Para 1860, el Real Canal del Manzanares se dio por clausurado. Dos años después, el embarcadero de Madrid, junto al Puente de Toledo, desapareció sin dejar rastro, y lo construido fue subastado por partes: esclusas, sillares, molinos e infraestructuras, que hoy apenas sobreviven como vestigios arqueológicos.

Es el caso del canal en el Parque Lineal del Manzanares, especialmente entre los tramos 2 y 3, donde se conservan algunas esclusas, puentes como el del Congosto y estructuras como la Casa de la Cuarta Esclusa, declarada Bien de Interés Cultural. También se organizan rutas guiadas por asociaciones vecinales que intentan mantener vivo este capítulo olvidado de la historia de Madrid.

Foto: Restos del antiguo Canal de Manzanares donde se están llevando a cabo las obras de la nueva estación de Madrid Río (Europa Press)

El hallazgo reciente de estructuras del canal durante las obras del Metro en la línea 11, cerca de Madrid Río, ha renovado el interés por esta obra monumental. El futuro museo en la estación de Madrid Río podría dar una segunda vida a este proyecto frustrado, testimonio de que Madrid, una vez, soñó con navegar hasta el Atlántico.

Las intensas lluvias que han caído sobre Madrid durante el mes de marzo por la borrasca 'Martinho' han cambiado por completo la imagen habitual del río Manzanares. Lo que durante buena parte del año es un cauce tranquilo y de escaso caudal, se ha transformado en un torrente caudaloso que ha sorprendido a los madrileños. Las recientes crecidas han ofrecido estampas más propias de un gran río europeo que de un curso fluvial modesto como el que cruza Madrid.

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