El refrán más popular en España que pocos entienden: su origen está en un tren de Madrid
Su origen no está en la literatura ni en la política, sino en un antiguo tren madrileño que avanzaba despacio, pero dejó una huella imborrable en el lenguaje
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Hay expresiones que se repiten de generación en generación y, aunque suenen familiares, pocos saben de dónde vienen. Una de las más conocidas en España tiene un aire costumbrista y un toque de humor que esconde una historia real. Es probable que muchos nietos lo escucharan por primera vez de boca de sus abuelos, sin llegar a entender del todo su sentido. Esta expresión tan castiza tiene su origen en un tren madrileño que avanzaba más despacio de lo esperado.
Muchos españoles lo repiten sin conocer su historia. "El tren de Arganda, que pita más que anda" es uno de esos dichos que sobreviven al paso del tiempo, pero cuyo sentido literal se ha perdido entre generaciones. Su origen no es metafórico ni figurado: describe con precisión un ferrocarril que existió realmente y cuya fama no se debía precisamente a su velocidad. El convoy, ruidoso y parsimonioso, conectaba la capital con Arganda del Rey y terminó dando pie a uno de los dichos más célebres del castellano.
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Construido en 1880 con fines industriales, el tren servía para transportar materiales como yeso, cal y grava desde canteras del sureste madrileño hasta Madrid. Sin embargo, pronto se convirtió también en una opción popular para excursiones dominicales, a pesar de su velocidad desesperantemente baja. Según relataron los cronistas de la época, "pitaba más que andaba", y así fue como se ganó un hueco en el refranero español.
Origen de uno de los dichos más repetidos en España
El recorrido original partía desde la antigua Estación del Niño Jesús, situada en lo que hoy es la avenida de Menéndez Pelayo, y operó hasta 1964. Décadas después, un grupo de apasionados del ferrocarril rescató parte del trazado y recuperó una locomotora de vapor, dando lugar a la actual Asociación Vapor Madrid. Desde 2003, esta entidad ofrece un trayecto turístico entre La Poveda (Arganda del Rey) y la Laguna del Campillo (Rivas-Vaciamadrid), manteniendo viva la esencia de aquel tren que inspiró el popular refrán.
Hoy, el tren de vapor sigue funcionando en primavera y otoño, cruzando el río Jarama y evocando una época en la que cada pitido era casi una excusa para avanzar. El refrán ha perdurado, y con él, una pequeña historia madrileña que resiste al olvido gracias a una locomotora que sigue circulando gracias al empeño de quienes quisieron preservar su memoria. Hoy, el viejo tren de vapor no solo transporta viajeros, sino también una parte entrañable del habla popular, donde cada silbido resuena como un guiño al pasado.
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