Un fresno y 100.000 euros de multa: el calvario de 15 años de un vecino de El Escorial por talar un árbol
La Justicia anula la multa que le impuso el consistorio por retirar un árbol semicaído que amenazaba con caerse sobre su casa y que estaba en su propiedad. Fue sancionado por una falta muy grave
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Tras casi 15 años de lucha judicial, desde hace unos días José Vélez duerme tranquilo. Este vecino de El Escorial fue multado con más de 100.000 euros por retirar un árbol enfermo de su finca tras una tormenta, cuantía que se elevó hasta los 143.000 euros por los intereses. Jamás pensó que sacar de sus terrenos aquel fresno de diez metros le pudiera granjear toda una serie de sinsabores que le han llevado incluso a sufrir depresión. Ahora, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 18 de Madrid ha anulado la penalización al considerar que la Junta de Gobierno del municipio, ente que le impuso la multa, no tenía competencias para ello.
Este farmacéutico de profesión todavía recuerda aquella tormenta. “Fue tan fuerte que hizo que un árbol quedara muy escorado contra el tejado de mi casa y amenazaba con caerse. Llamé a una grúa para retirarlo, ni siquiera lo talé”, explica. Cuando esto ocurrió, la Policía Municipal documentó el proceso. A las semanas, una notificación desencadenó el calvario: “Me decían que había incurrido en una falta muy grave que podría multarse con entre 100.000 y 500.000 euros. A partir de ahí comenzó un proceso judicial muy complejo”. Según la Administración local, había incurrido en una irregularidad recogida en la Ley de 2005 de Protección y Fomentado del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid.
Las alegaciones al Ayuntamiento, gobernado entonces por el PP, no surtieron efecto. Todas esas idas y venidas se materializaron en una multa final de 101.000 euros impuesta el 26 de abril de 2011 mediante un acuerdo de la Junta de Gobierno. “Envié decenas de escritos al Ayuntamiento, solicité cambiar la multa por trabajos sociales, incluso me propuse para sembrar 1.000 árboles que me regalaba un vivero, pero no lo aceptaron”, rememora. Las penosidades por las que atravesaba Vélez eran de sobra conocidas, pues su historia no dejaba de aparecer en prensa.
Un órgano "incompetente"
Así llegó el momento en el que la entonces concejal Tamara Ontoria se percató de que la multa no la había ordenado el pleno municipal al completo. Hace un par de años el pleno del Ayuntamiento, gobernado por PSOE y Unidas El Escorial, reconsideró la sanción, pero decidieron mantenerla firme. “Entramos en un proceso judicial distinto y ahora me han dado la razón. El mismo alcalde, Antonio Vicente, me comunicó que el Ayuntamiento no la iba a recurrir, pero hasta que no sea firme la sentencia yo no voy a estar tranquilo del todo”, sostiene.
La resolución judicial recoge que la multa fue dictada por “un órgano manifiestamente incompetente”, en referencia a la Junta de Gobierno de abril de 2011 que impuso la sanción. En su lugar, tenía que haber sido el pleno municipal quien aprobara la penalización al tratarse de una infracción muy grave. La sentencia también declara nulo el proceso al completo, por lo que deja sin efecto otras resoluciones tanto de órganos municipales como regionales que eran desfavorables para Vélez.
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Un préstamo para pagar 1.600 euros al mes
A lo largo de esta década larga, Vélez ha visto afectado su día a día en gran medida. El Ayuntamiento sí le permitió fraccionar el pago, que se quedó en 1.600 euros mensuales. Empezó a pagar en 2015 y en este momento ya había abonado 115.000 euros. “Yo ya tenía una hipoteca y no podía pedir ningún préstamo, así que me desviví por conseguir el dinero. Con los intereses y la demora, la multa se incrementó casi en un 50%”, aclara.
El vecindario se volcó con él, al igual que las casi 125.000 personas que firmaron en su apoyo a través de la plataforma Change.org. También lo hicieron sus familiares, quienes le avalaron para poder recibir el préstamo mediante el que ha ido abonando la elevada multa hasta ahora. “Uno ya tiene su vida más o menos resuelta y le cae esta encima… Yo puedo pagar una hipoteca, pero no dos, por eso necesité la ayuda de mi gente”, subraya.
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Alejarse de todo lo ocurrido
La situación que ha tenido que sortear este vecino de El Escorial ha tenido consecuencias a nivel personal. Cuando sucedió todo, sus hijos tenían 4 y 5 años. “Han sido 15 años de penas, los peores momentos de mi vida, con una depresión diagnosticada. Nadie que no haya pasado por algo similar puede hacerse una idea de lo terrible que puede llegar a ser verse en un estado así”, sostiene. A sus 60 años, Vélez recuerda tantas noches sin dormir que todavía no se cree que las penurias hayan terminado.
Preguntado por cómo cambiará su vida a partir de ahora, Vélez responde tajante que poder llegar a final de mes sin estar desesperado. “El mero hecho de no tener que estar con el banco, el préstamo y el dinero de la multa pendiente me hace vivir mucho más tranquilo. Y luego hay algo también personal. Salgo de casa y miro hacia la izquierda, donde está el pueblo, y no quiero andar por allí. Es como si quisiera estar tranquilo y alejado de todo esto”, concede.
Reconstruir una vida
El Consistorio no recurrirá la sentencia que anula la multa, pero Vélez no las tiene todas consigo. De todas formas, parroquianos del bar que frecuenta ya le dijeron que incluso podría luchar por un resarcimiento por todo lo sufrido a lo largo de estos casi 15 años. “Después de la euforia me dio una contractura que me dejó encamado dos días y todavía no sé muy bien qué decir, me siento algo alelado en ese sentido”, comenta.
“Aunque hay gente que me ha dicho que esto que ha pasado puede rozar la prevaricación, después de estar un par de días eufórico, ahora me siento incluso temeroso, así que tampoco quiero pensar mucho en ello”, cuenta. De todas formas, el posible recurso por parte del Ayuntamiento alargaría algunos meses, quizá años, el proceso judicial, aunque todo apunta que aun así Vélez seguiría saliendo beneficiado por la sentencia final. “Yo sigo teniendo algo de miedo porque después de tanto tiempo estoy que no me lo creo. A partir de ahora, solo quiero reconstruir mi vida con mi pareja y mis hijos, e intentar olvidarme de todo lo que ha pasado”, concluye.
Tras casi 15 años de lucha judicial, desde hace unos días José Vélez duerme tranquilo. Este vecino de El Escorial fue multado con más de 100.000 euros por retirar un árbol enfermo de su finca tras una tormenta, cuantía que se elevó hasta los 143.000 euros por los intereses. Jamás pensó que sacar de sus terrenos aquel fresno de diez metros le pudiera granjear toda una serie de sinsabores que le han llevado incluso a sufrir depresión. Ahora, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 18 de Madrid ha anulado la penalización al considerar que la Junta de Gobierno del municipio, ente que le impuso la multa, no tenía competencias para ello.