Un plan diferente para hacer en San Valentín: los baños árabes escondidos en la Plaza Mayor y construidos sobre las ruinas de un aljibe romano

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Sumergirse en un entorno de relajación absoluta mientras se disfruta de un ambiente cargado de historia es posible sin salir del corazón de Madrid. A pocos pasos de la Plaza Mayor, un espacio único invita a desconectar del bullicio de la ciudad y transportarse a otra época. No se trata de un spa convencional, sino de un enclave con siglos de historia, construido sobre las ruinas de un antiguo aljibe romano, cerca del barrio de la Almudaina, y que hoy recupera la esencia de los tradicionales hammam.

Los baños árabes de Hammam Al Ándalus ofrecen una experiencia sensorial que combina el bienestar con la tradición de las antiguas termas. Inspirados en la época andalusí, estos baños recuperan el legado de los antiguos hammam, lugares donde la purificación del cuerpo y la mente se convertía en un ritual de renovación. A través de diferentes temperaturas de agua, desde la fría hasta la templada y la caliente, el visitante se sumerge en un viaje de relajación que se complementa con una sala de vapor con eucalipto y un espacio de descanso en el que se sirven tés aromáticos.

El enclave, único en la capital, destaca por su arquitectura evocadora y su cuidada ambientación, en la que predominan los arcos de herradura, la luz tenue de las velas y la calidez de sus aguas termales. Pero más allá de su diseño, Hammam Al Ándalus ofrece diversos tratamientos que complementan la experiencia, desde masajes relajantes con aceites esenciales hasta exfoliaciones con guante kessa y jabón natural, fieles a la tradición de los baños árabes originales.

Tratamientos disponibles en Hammam Al Ándalus

Entre sus paquetes destacan el Mimma 30, que combina 30 minutos en los baños con un masaje relajante, y el Midra 45, que incluye una exfoliación tradicional en una piedra caliente y un tratamiento de masaje revitalizante. El precio de ambas experiencias es de 91 y 105 euros, respectivamente.

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Marina Velasco

También destaca Jazzar, que ofrece 45 minutos de baño árabe, diez minutos de jabón negro en baño de vapor y 35 minutos de limpieza tradicional y rutina facial. Otros que están disponibles es Bayyah 30, una inmersión en la terma caliente para continuar con un ritual a base de fricciones musculares con esencia de lavanda, y una serie de estiramientos en la piedra caliente.

Al cruzar la puerta, uno es recibido por un ambiente envolvente: la luz tenue, la suave melodía de la música sufí y el aroma de aceites esenciales crean una atmósfera de paz que invita a la introspección. Cada rincón del hammam está diseñado para fomentar la relajación. Las bóvedas de cañón que cubren los espacios dan la sensación de estar en un mundo paralelo, donde el tiempo se detiene. Aquí, el murmullo del agua y el silencio reverente de los visitantes son las únicas voces que se escuchan. No es un lugar para niños que jueguen y salten, sino un refugio para aquellos que buscan desconectar y disfrutar de un momento de calma.

Este oasis de bienestar se convierte en un plan perfecto para quienes buscan una experiencia diferente en San Valentín. Con la posibilidad de reservar online, los Baños Árabes de Madrid permiten disfrutar de una jornada de desconexión en pareja, rodeados de historia y envueltos en una atmósfera de calma absoluta. No es necesario llevar más que un bañador y unas chanclas, ya que el centro proporciona toallas y productos de higiene, asegurando una experiencia cómoda y relajante. Para completar la velada, una cena en alguno de los restaurantes cercanos, como Atocha 107, puede poner el broche perfecto a una cita inolvidable.