"Nada que conciliar": Nacho Cano carga contra Sánchez, Marlaska y el comisario a su entrada al juzgado

El productor del musical Malinche, Nacho Cano, estaba llamado este martes al acto de conciliación en Plaza de Castilla con el comisario de Leganitos, Alberto Carba. A su entrada al juzgado, el artista -con gafas de sol, chaqueta negra y acompañado de dos personas- aprovechó para cargar contra el Gobierno de España. Señaló a "Sánchez, Marlaska y Alberto Carba" como los cabecillas de una persecución contra él. Añadió, además, que en esta ocasión no hay "nada que conciliar" y que iría "a tope" contra quienes "le han hecho esto". A la pregunta de cuál es el propósito de ir contra Nacho Cano, el artista aseguró que "desviar la atención pública" de "toda la movida que tienen ellos [el Gobierno]".

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Alejandro Requeijo

El artista y el comisario estaban citados en el Juzgado de 1ª Instancia n° 10 de Madrid, pero Cano ha asegurado que no dará su brazo a torcer. En ese caso, el funcionario avisó de que presentaría una querella penal por injurias contra el cantante. La batalla judicial contra Carba es solo una de las derivadas del caso Malinche, originado en julio de 2024 tras la detención del artista por un delito contra los derechos de los trabajadores. "Lo que más me ha dolido de esta situación es que tuvieron a estos chicos 11 horas en la comisaría, engañándoles e intentando coaccionarles", dijo Cano este martes refiriéndose a los agentes que participaron en su investigación.

No es la primera vez que el exmiembro de Mecano carga contra los agentes de la Policía Nacional. Horas después de que fuera puesto en libertad en el mes de julio, declaró ante los medios de comunicación que él no era un “criminal”, pero sí “la policía”. Poco después, y a causa del revuelo causado por sus desafortunadas palabras, matizó públicamente que no se refería a los Cuerpos de seguridad del Estado, sino a los agentes que participaron en su arresto.

Además, este lunes, al aterrizar en el aeropuerto de Madrid-Barajas desde México, también declaró a lo medios que los policías usaban sus uniformes para “montar campañas por cuenta del Gobierno” y “pasarse de frenada porque se creen impunes”.