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Los ganaderos le ven las orejas al lobo: aumentan un 65% los ataques en Madrid en cuatro años
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Los ganaderos le ven las orejas al lobo: aumentan un 65% los ataques en Madrid en cuatro años

Los dueños de ovejas y cabras se muestran preocupados ante la aparición cada vez mayor del lobo cerca de sus ganaderías y critican que no pueden hacer nada cuando lo ven atacando. Los ecologistas sostienen que permitir la caza no es la solución

Foto: Lobos en Jaca en una imagen de archivo (EFE)
Lobos en Jaca en una imagen de archivo (EFE)

Una de las polémicas más enquistadas en el campo español llega a Madrid: la del lobo. En los últimos cuatro años la comunidad ha registrado un aumento del 65% en el número de ataques a las ganaderías, especialmente en Guadalix o El Escorial. 2024 acabó con unos 175 incidentes, la mayoría de ellos en el segundo semestre del año. En comparación con otras autonomías, las cifras de ataques son bajas, pero los ganaderos se sienten “desolados” y advierten de que las medidas para proteger al ganado son “irrisorias”. Los ecologistas inciden en que el problema no está en el lobo en sí, sino en la falta de regulación de otras especies como los mastines y denuncian que el sector de la caza "utiliza a los ganaderos para que prevalezcan sus intereses".

La protección del lobo es un debate abierto en varias escalas de poder. Las decisiones más generales emanan desde Bruselas, pero el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) juega un papel fundamental para su regulación en España. En diciembre de 2024, los líderes europeos firmaron el Convenio de Berna, en el que se redujo la protección del lobo, que pasó de animal “estrictamente protegido” a “especie de fauna protegida”. La noticia de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habría empujado para que disminuyera la protección porque un lobo mató a su poni es un mantra que se repite entre los actores españoles.

Y aunque la UE rebajó la protección del animal, en España “el lobo sigue siendo una especie con muchísima protección”, coinciden ganaderos y ecologistas. De momento, la directiva europea no se ha traspuesto al sistema legislativo español y, además, el lobo ibérico está incluido desde 2021 en el catálogo de "Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial".

placeholder Manifestación convocada en Madrid por las asociaciones ecologistas en 2018 para exigir una mayor protección al lobo (EFE/Zipi)
Manifestación convocada en Madrid por las asociaciones ecologistas en 2018 para exigir una mayor protección al lobo (EFE/Zipi)

El cambio de la UE permite matar a ejemplares de lobo. La posición del Miteco en las negociaciones de Berma fue clara: rechazo a la rebaja de la protección. “España fue el único país con un problema con este animal dentro de sus fronteras que votó en contra”, sostiene Alfredo Berrocal, el portavoz de la Unión de Agricultores, Ganaderos y Silvicultores de Madrid (Agama). En ninguna región española está permitida la caza actualmente. Ni siquiera en las históricas Galicia, Cantabria o Asturias, donde hasta 2021 estaba permitida la actividad.

Los datos regionales apuntan a que hay cinco manadas en la sierra madrileña, con indicios de la existencia de una sexta. En total, se calcula que son unos 30 ejemplares. “La situación es desoladora”, incide Berrocal. El colectivo reclama desde hace años a la Comunidad de Madrid una mesa anual sobre el lobo para debatir y tratar la problemática con todas las partes, pero explican que en 14 años solo se han reunido dos veces. La tercera ocasión será a finales de febrero ante el repunte de los ataques registrados.

“El lobo conquista fincas y terrenos”, denuncia el ganadero. Los ataques principalmente se producen por las noches y en las ganaderías extensivas. “Nosotros mimamos mucho a nuestros animales y es sobrecogedor ver como los devora vivos. Ni siquiera podemos actuar cuando le vemos atacando”, explica. Sin embargo, Jaime Sánchez, miembro de Ecologistas en Acción y también ganadero, señala que los ataques muy pocas veces se producen bajo la mirada del hombre. “Esto es cíclico”, apunta.

El ecologista sostiene que en la zona de la sierra de El Rincón, donde él reside y trabaja, el lobo y el ganado coexisten desde 2013. “Claro que escuchas que ha habido incidentes. A mí también me han atacado algún animal. Pero son ataques pequeños, a animales que se despistan y salen del rebaño”, explica. Para él, la solución pasa por regularizar la figura del mastín, el perro que protege al ganado. “No puede tener la misma normativa este perro, que es de trabajo, que el doméstico al que paseas por el Retiro”.

placeholder Manifestación de distintas asociaciones agrarias para pedir que se rebaje la protección al lobo, en Madrid 2021 (EFE)
Manifestación de distintas asociaciones agrarias para pedir que se rebaje la protección al lobo, en Madrid 2021 (EFE)

Los ecologistas señalan que resguardar a los animales durante la noche, electrificar las vallas de los campos y tener mastines son medidas suficientes para que los ataques no se conviertan en un problema. “Ahora, si la Comunidad de Madrid no reconoce a nuestros perros como animales de trabajo, el problema lo empezamos a tener con los turistas. Que vienen a la sierra y les asustan los perros. Evidentemente, no tiene sentido que yo le ponga un bozal al mastín”, apunta.

"Se ha comprobado que donde se caza el lobo, no disminuyen los ataques", sostiene Jaime Sánchez. El ecologista afirma que los lobos van primero a por animales más grandes como jabalíes, pero que "si cazan al macho alfa, los lobos más débiles optarán por ganado doméstico, como son las cabras y ovejas". Además, el ecologista apunta a que el lobo se come a animales silvestres enfermos y ayuda a frenar muchas transmisiones de afecciones al ganado.

La coyuntura campestre rápidamente ha vuelto a dar el salto a la política. A nivel nacional, esta semana Vox ha registrado una proposición no de ley para promover "la conservación del lobo a través del control cinegético". Es decir, con la caza regulada. A nivel autonómico, la Comunidad de Madrid convocará el próximo 27 de febrero la tercera Mesa del Lobo. Fuentes del Gobierno regional reconocen el agravio que puede suponer el lobo para los trabajadores del campo y apuntan a que “una sola muerte de un animal ya es un problema”.

La Administración autonómica recuerda que son la región con las ayudas más altas para los ganaderos. En este sentido, sostienen que en 2022 se incrementaron las ayudas de 1.200 euros a 1.500 y se comenzó a bonificar con un 10% extra si las especies eran autóctonas de Madrid y con otro 10% si el ganadero había aplicado medidas de prevención. Además, en caso de que el animal no muera con el ataque, la Comunidad de Madrid se encarga del pago de las facturas del veterinario. Para los próximos meses, el Gobierno regional duplicará las ayudas de carácter preventivo.

Una de las polémicas más enquistadas en el campo español llega a Madrid: la del lobo. En los últimos cuatro años la comunidad ha registrado un aumento del 65% en el número de ataques a las ganaderías, especialmente en Guadalix o El Escorial. 2024 acabó con unos 175 incidentes, la mayoría de ellos en el segundo semestre del año. En comparación con otras autonomías, las cifras de ataques son bajas, pero los ganaderos se sienten “desolados” y advierten de que las medidas para proteger al ganado son “irrisorias”. Los ecologistas inciden en que el problema no está en el lobo en sí, sino en la falta de regulación de otras especies como los mastines y denuncian que el sector de la caza "utiliza a los ganaderos para que prevalezcan sus intereses".

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