Los vuelos privados se 'popularizan' y la ruta Madrid-Barcelona es la más frecuente
Cada vez se contratan más vuelos privados para hacer pequeños recorridos desde Madrid, aunque también crece el número de usuarios que vuelan desde ciudades pequeñas que tienen peores conexiones
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En torno a la aviación privada existen tópicos que no siempre son ciertos. Las botellas de champán y caviar pasan a un segundo plano cuando lo importante para los clientes es ahorrar tiempo. "Vendemos tiempo, no caviar", asegura el director de LunaJets, Carlos Matallana.
LunaJets es una empresa fundada en 2007 por Eymeric Segard. Actualmente, cuenta con oficinas en Ginebra, Londres, París, Dubai, Zúrich, Riga, Mónaco y, desde hace un año, también en Madrid. "Decidimos aterrizar en la capital de España porque vimos que el servicio que se ofrecía de avión privado era muy anticuado. La acogida ha sido muy buena", explica Matallana.
Según los últimos datos de la Asociación Europea de Aviación Comercial, España es el quinto país con más vuelos privados. En total, se han realizado 52.626 trayectos hasta junio de 2023, último dato disponible. Madrid ocupa el puesto número 12 de la lista con 7.322 vuelos en el año. "La ruta Barcelona-Madrid es la más frecuentada dentro de España por los vuelos privados. Hasta junio de 2023 se realizó 521 veces", reza el informe.
En los últimos años, la aviación privada ha ganado popularidad, pero también se ha convertido en objeto de ideas preconcebidas que no reflejan la verdadera filosofía del sector, aseguran desde LunaJets. Matallana explica que se ha producido una democratización del servicio.
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Desde el coronavirus, muchas personas empezaron a utilizar este servicio, explican desde la compañía, primero como una medida de seguridad ante la emergencia sanitaria y después por practicidad. "El 85% de los clientes que probaron coger un jet privado durante la pandemia después ha repetido", dice el director de la compañía.
El perfil de cliente que coge un avión privado en Madrid lo hace la mayoría de las veces porque su prioridad es ganar tiempo. "Comprar tiempo también significa ahorrarse esperas en la terminal. El avión sale cuando el cliente llega a la terminal", dice Matallana.
Además, este tipo de servicio ofrecen gran discreción. "No hay otros pasajeros, y desde que se llega a la puerta del aeropuerto hasta que el cliente se encuentra sentado en el avión no transcurren más de 5 minutos. Muchas veces nos contratan celebridades que no pueden viajar en un avión comercial porque podrían ocasionar un problema", cuentan.
Para este tipo de empresarios y famosos, cada minuto de espera son euros perdidos. Los vuelos corporativos representan un 65% de los trayectos que hace la compañía, el otro 35% se producen en periodos vacacionales en donde se hacen viajes familiares. Mallorca y Menorca son los destinos estrella, según datos de la compañía.
En este negocio hay muchas llamadas pidiendo ayuda inmediata para viajar. "Tenemos que poder ofrecer inmediatez porque recibimos decenas de llamadas al día de auxilio. La oficina española registró 45 minutos como récord entre la llamada a la oficina y el despegue del jet privado. La media se sitúa en dos horas", asegura orgulloso Matallana.
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La mayoría de los clientes tienen una edad que se sitúa en una horquilla entre los 40 y los 55 años. Sin embargo, no son los únicos usuarios. "Cada vez solicitan más servicios jóvenes enfocados profesionalmente en negocios digitales a quienes les fascina el ahorro de tiempo". El equipaje de estos particulares clientes es un portátil, y piden mesas amplias para trabajar y catering sencillo, sin elementos que ocupen demasiado espacio. "Cada vez se ve más al joven emprendedor en zapatillas que llega al avión. Esa persona no quiere caviar, quiere espacio para poder poner el ordenador", asegura Matallana.
La compañía brinda un servicio puerta a puerta y, si el cliente lo desea, también se ocupan de alquilar un coche con chófer, el hotel idóneo o las entradas para disfrutar de un espectáculo al concluir la jornada. "La mayoría de nuestros clientes no se encuentran en las grandes ciudades. Precisamente solicitan nuestros servicios desde pequeñas ciudades mal conectadas. Les urge realizar viajes, y pueden llegar a solicitar cinco lugares diferentes en una sola jornada", cuentan desde LunaJets, que en su primer año en España alcanzarán la cifra de 15.000 vuelos realizados.
La realidad es que los vuelos privados en España crecen 10 veces más que los comerciales desde 2019, mientras los ecologistas denuncian que contaminan hasta 14 veces más. Un vuelo privado puede costar desde 3.500 euros hasta 10.000, según el trayecto. "El servicio se ha democratizado. Cada vez hay más compañías que ofrecen compartir el servicio entre los clientes y así conseguir mejores precios", explica Matallana. En España, se hicieron 2,36 millones de movimientos de aeronaves, mientras que en 2023 la cifra se elevó a 2,40 millones, con una subida que no llega al 2%, según los últimos datos disponibles de AENA. "En ese panorama general, los jets privados siguen siendo una minoría, pero han aumentado mucho desde la pandemia, y estoy seguro de que esto solo seguirá al alza", afirma el director de la compañía.
En torno a la aviación privada existen tópicos que no siempre son ciertos. Las botellas de champán y caviar pasan a un segundo plano cuando lo importante para los clientes es ahorrar tiempo. "Vendemos tiempo, no caviar", asegura el director de LunaJets, Carlos Matallana.