Una supuesta estafa y un gran día para Securitas Direct: detrás de los 28 okupas de Carabanchel
La parcela, de nueva construcción, se habitó a finales de 2024. Los residentes ilegales aseguran haber sido víctimas de un engaño. Quienes sí tienen un contrato en regla están cansados de los conflictos
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En torno a las 10 de la mañana del 23 de diciembre de 2024, varios vehículos de una empresa antiokupación aparcaron en la calle Excelente número 6 de Madrid. De ellos bajaron varios hombres musculados con el logo de la entidad en los jerséis. Poco después aparecieron también agentes policiales en la zona. ¿Qué ocurría en aquella urbanización de nueva construcción dotada de piscina, pista de pádel y parque infantil? Al parecer, 28 de los 170 pisos de alquiler estaban siendo okupados. El problema es que, según han trasladado a este periódico, muchos no se enteraron de que su contrato era ilegal hasta que se armó aquel follón en vísperas de Nochebuena. "Mi madre está embarazada de cuatro meses. La golpearon y soltó líquido. A mí también me pegaron", reseña una de las residentes ilegales a este diario. La chica tiene 19 años, trabaja como camarera y estudia para ser auxiliar de enfermería.
Según el informe del Samur, tenía heridas en la ceja derecha, en la rodilla, en el pulgar y en el codo. Fuentes de Emergencias han confirmado a este diario que en dicha intervención atendieron a tres personas por contusiones que fueron derivadas al Hospital 12 de Octubre para ser valoradas.
A partir de entonces, la convivencia en la urbanización ha sido un calvario. A un lado residen los que tienen contratos legales. Al otro, los ilegales. A media mañana del martes, un hombre apareció apurado en la puerta de la parcela. "Vengo del abogado", relata Miguel, nombre ficticio para no desvelar su identidad. Él no reside en la urba, pero sí un familiar cercano. "Cuando pasó lo del 23 de diciembre, nos enteramos de que éramos 28. Mi familiar pagó 1.800 euros por estar aquí y firmó un contrato. Ha sido una estafa. Ya hemos denunciado", reseña. La Policía Nacional está investigando lo sucedido y, según los primeros indicios, todo apunta a que una mafia ofreció los inmuebles a los residentes ilegales por precios de no más de 3.000 euros.
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"Mi madre pagó 3.000 euros", explica la joven camarera. ¿A quién? Los supuestos afectados relatan que fue una inmobiliaria la que les ofreció los pisos. En concreto, se refieren a un hombre trajeado con el que firmaron el contrato. Lo que se pregunta Miguel es por qué esas personas tenían llaves de las viviendas si no estaban siendo arrendadas dentro del marco de la ley. En la urbanización también están los telefonillos rotos y las cámaras de seguridad rayadas.
La situación, para quienes sí están alquilados de forma regular, empieza a ser desesperante. "Nosotros entramos en diciembre", explica un hombre de origen venezolano que reside en una de las viviendas. Vive con su mujer y su bebé de apenas unos meses. "Siempre hay bronca, policía por todos lados...", relata su mujer. Ambos sí firmaron el contrato con la empresa Vivenio, al frente del arrendamiento legal de los inmuebles. Pagan 1.200 euros al mes por un apartamento de dos habitaciones y tuvieron que dar tres meses de fianza. Desconocían que había problemas de okupación hasta que la policía llegó por primera vez a principios del mes pasado, poco después de que recibieran las llaves del piso. "Yo a ellos [a los okupas] no les conozco de nada. Sé que muchos tienen niños. Para mí el problema es que otros vecinos se creen que nosotros estamos ilegalmente porque somos latinos (los dos son de países latinoamericanos). La situación es incómoda", relata.
Estas viviendas fueron un build to rent. La construcción corrió a cargo de Pryconsa que, según ha explicado a El Confidencial, entregó el edificio a finales de verano a Vivenio. Esta última es una entidad dedicada al alquiler de inmuebles y también gestionan pisos en otras zonas de Madrid como Méndez Álvaro, Majadahonda, Arganzuela, Vallecas o Aravaca. En total cuentan con viviendas en cinco provincias del país. Según su página web, la urbanización de la calle Excelente 6 –con precios desde los 875 euros por 36m2– cuenta con "piscina, pista de pádel, azotea, zona gastro exterior, parking, gimnasio, parque, trasteros, taquillas y conserje". Desde Vivenio aseguran que están "adoptando todas las medidas necesarias para resolver esta situación en el menor tiempo posible" incluyendo mejoras en el sistema de "seguridad".
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Un filón en los negocios
El último ingrediente de este cóctel de supuestas estafas y engaños fue la intervención de la empresa Securitas Direct. Este miércoles, después de que El Mundo desvelase la noticia de los 28 okupas de Carabanchel, los empleados de la entidad vieron un filón de negocio. Donde hay okupas, hay gente preocupada. Este periódico contó cuatro vehículos y seis trabajadores con las chaquetas rojas características de la empresa. "¡Algo ha salido!", confiesa uno. "Yo he cerrado una visita", relata otro. "A los míos les han cambiado de piso", continúa en alto.
En un momento dado coincidieron en la puerta los comerciales de Securitas, cámaras de medios de comunicación y varios periodistas, dos conserjes, una pareja con un bebé, una mujer en pijama alegando que ella no sabía nada de nada y un vecino de la zona muy, muy enfadado. Al poco, se unieron tres agentes de la Policía Municipal de Madrid. Justo enfrente de la urbanización hay un terreno sin edificar donde los vecinos del barrio coinciden para bajar al perro. El chisme del paseo matutino era más que evidente.
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Los conserjes han ido cambiando. "Si estamos ilegales, ¿por qué nos dejaron entrar sin problema el primer día?", se pregunta Miguel. La mayoría accedió a las viviendas durante el puente de diciembre. La joven, por su parte, asegura que desde la pelea del 23 de diciembre, el portero no le deja entrar a la urbanización por la puerta de delante. Tiene que ser uno de los residentes el que baje a abrir la puerta de atrás. La entidad responsable está haciendo lo posible por reforzar las medidas de seguridad de sus viviendas y ha reducido el alquiler mensual a sus clientes. Pryconsa, la empresa constructora, también ha levantado la parcela de enfrente. En este caso, ha vendido y entregado las viviendas a particulares. El conserje de dicha urbanización explica que allí “no hay problema” y que en la otra "tenían que haber venido el día uno, no ahora".
Curiosamente, en la puerta de la parcela hay un cartel de Vivenio con una serie de "normas de convivencia" para el vecindario. A media tarde varios residentes se estaban gritando en el patio.
En torno a las 10 de la mañana del 23 de diciembre de 2024, varios vehículos de una empresa antiokupación aparcaron en la calle Excelente número 6 de Madrid. De ellos bajaron varios hombres musculados con el logo de la entidad en los jerséis. Poco después aparecieron también agentes policiales en la zona. ¿Qué ocurría en aquella urbanización de nueva construcción dotada de piscina, pista de pádel y parque infantil? Al parecer, 28 de los 170 pisos de alquiler estaban siendo okupados. El problema es que, según han trasladado a este periódico, muchos no se enteraron de que su contrato era ilegal hasta que se armó aquel follón en vísperas de Nochebuena. "Mi madre está embarazada de cuatro meses. La golpearon y soltó líquido. A mí también me pegaron", reseña una de las residentes ilegales a este diario. La chica tiene 19 años, trabaja como camarera y estudia para ser auxiliar de enfermería.