Es noticia
Cristina Oria y Estela Hojaldre, las dos reinas del roscón de reyes más madrileño
  1. España
  2. Madrid
Un dulce único e inigualable

Cristina Oria y Estela Hojaldre, las dos reinas del roscón de reyes más madrileño

Dos de las mujeres que mejor y más saben de roscones de reyes charlan con El Confidencial días antes de que llegue la gran fecha

Foto: Roscón de reyes de chocolate de Cristina Oria (Imagen cedida)
Roscón de reyes de chocolate de Cristina Oria (Imagen cedida)

Vivimos años de excelencia gastronómica. A ello no es ajeno el mundo de la pastelería madrileña, que en estas fechas se transforma completamente para elaborar algunos de los mejores roscones que pueden probarse en nuestro país. La tendencia está clara, productos de altísimo nivel y una elaboración que cuida los fermentados hasta lograr un bollo tierno y esponjoso.

Hablamos con dos de las mujeres que mejor han entendido el fenómeno. La historia del icónico roscón de Cristina Oria es tan singular como su creadora. Nacido de la exigencia y el espíritu perfeccionista, esta delicia navideña se ha convertido en un referente imprescindible para quienes buscan la mejor calidad durante las fiestas. Por otro lado, Estela Gutiérrez, ganadora del Premio Pastelera Revelación de Madrid Fusión en 2021, lleva cuatro años seguidos siendo jurado del Campeonato Mejor Roscón de Reyes de Madrid, y que en esta ocasión fue a parar a Oriol Balaguer. Además, Gutiérrez, desde su pastelería en la plaza de Jesús, Estela Hojaldre, también es partícipe de este boom.

Los inicios del roscón de Cristina Oria

“Nosotros cuando empezamos no teníamos roscones”, comenta con sinceridad la primera de ellas. Su marca era conocida inicialmente por productos como el foie. Sin embargo, las peticiones de sus clientes durante la época navideña hicieron que iniciase un nuevo rumbo. “Cuando abrimos la tienda en Navidad, sí que nos decían: ‘¡Oye, roscón, roscón!’. Entonces un año empezamos a hacer prueba y error”.

placeholder Cristina Oria en su pastelería (Imagen cedida)
Cristina Oria en su pastelería (Imagen cedida)

El desarrollo del primer roscón, como le gusta decir a Oria, se produjo en circunstancias excepcionales. Durante el proceso de pruebas, su hijo estaba ingresado en el hospital por una afección menor, lo que obligó a Cristina a coordinar las pruebas desde el hospital. “Me traían las muestras de roscón al hospital, y yo estaba allí probando y diciendo: ‘¡Hay que poner un poco más de agua de azahar!’ Fue surrealista”, recuerda entre risas. Así, en 2018, el primer roscón de Cristina Oria salió al mercado, y marcó el inicio de una nueva etapa en su trayectoria gastronómica.

Lo que se hace en Estela Hojaldre

En Estela Hojaldre, la tradición y la calidad son pilares fundamentales de su filosofía. Durante los días previos a Reyes, todo se moviliza para hacer el mejor roscón posible. “Dejamos de lado otros encargos, como tartas, y nos dedicamos exclusivamente a elaborar roscones”, señala la propietaria del obrador.

En cuanto a la variedad, ofrecen tanto el roscón tradicional como versiones rellenas: “Hacemos rellenos tradicionales: crema pastelera, nata y trufa. Aunque nos centramos en lo clásico, damos la opción al cliente de elegir el que prefiera”. Además, los tamaños disponibles, de 300 y 500 gramos, permiten adaptarse a las necesidades de cada familia.

Detrás de cada roscón se encuentra un compromiso irrenunciable con la calidad de los ingredientes. En Estela Hojaldre, la mantequilla utilizada es francesa, y las harinas son ecológicas, lo que garantiza una base de alta calidad para cada elaboración. A ello hay que añadir el agua de azahar y las almendras bien seleccionadas, dos contrapuntos que completan la fórmula para lograr un roscón de gran nivel.

Innovación en la tradición

En el de Cristina Oria tampoco la elección de los elementos que sirven para prepararlo es baladí. Uno de los primeros cambios que quiso realizar fue eliminar la fruta escarchada, un elemento clásico pero controvertido. “Creo que fui de las primeras en quitarle la fruta escarchada. Ahora ya es tendencia absoluta, pero cuando yo empecé, tuve bastantes detractores. Decidí que, como en el anuncio del Scattergories, si querías mi roscón era sin fruta escarchada y punto”, explica con determinación.

En su lugar, introdujo almendras de sus propios árboles, un detalle que ha terminado por otorgarle un toque personal y artesanal. Por otro lado, Cristina y su equipo apostaron por un proceso de fermentación de tres levados, algo poco común, pero que funciona muy gratamente. “El proceso casi dura 24 horas, pero se nota muchísimo. Es un roscón mucho más esponjoso, más tipo brioche”.

Nuevas propuestas y rellenos

La innovación no se detiene en la masa. En 2023, Cristina lanzó dos nuevos rellenos: dulce de leche y chocolate, sumándolos a los tradicionales de nata y trufa. Aunque la nata sigue siendo el más vendido, gracias a su elaboración con vainilla, los nuevos sabores han ampliado el abanico de opciones.

Foto: Panettone de Pan y Cacao. (Pan y Cacao)

La creatividad también se refleja en los detalles de presentación. Este año, Cristina ha colaborado con una ilustradora para diseñar una caja exclusiva para los roscones. “Propuse en Instagram que diseñadores nos enviaran ideas, y recibimos más de 100 diseños. Finalmente, elegimos uno con nuestro camión y los Reyes Magos, que ha quedado precioso”.

De boca en boca: El éxito del roscón

El auge del roscón en los últimos años ha creado una suerte de culto entre los consumidores. Cristina señala que el boca a boca ha sido clave para su éxito. “Uno lo probaba y lo recomendaba. Luego, en las catas entre amigos, donde cada uno aporta un roscón, salíamos muchas veces ganadores. Más que una campaña de marketing, ha sido el cliente quien nos ha hecho la campaña”.

Como se encarga de resaltar cada una, en los últimos años, el roscón ha experimentado una notable evolución, tanto en los ingredientes utilizados como en las técnicas de elaboración. “Nos hemos encontrado que los pasteleros han afinado más aspectos como el sabor a cítricos y el agua de azahar”, confiesa Estela, cuya experiencia como jurado en el concurso más popular y conocido de la escena madrileña le ha permitido ver el nivel que hay ahora mismo.

“Este año ha sido el cuarto que he participado juzgando y valorando el mejor roscón de Madrid. Cada año la gente se esfuerza más por conseguir hacer un buen roscón. Y cada vez el nivel está más alto”, señala. En esta ocasión, los diez roscones finalistas mostraban una calidad notable, todos cumpliendo con los estándares fundamentales: esponjosidad, sabor equilibrado y decoración tradicional.

placeholder Estela Gutiérrez en el mostrador de su negocio (Imagen cedida)
Estela Gutiérrez en el mostrador de su negocio (Imagen cedida)

Hoy en día, el agua de azahar de Luca de Tena es la preferida por muchos pasteleros, reemplazando a esencias de menor calidad empleadas en el pasado. “Asimismo, el protagonismo de los cítricos, como la naranja y el limón, ha ganado terreno, aportando frescura y complejidad al sabor del roscón”, dice.

Otro cambio notable ha sido el abandono de ingredientes como las guindas y la inclusión de elementos artesanales. “Todos los roscones que se presentaron al concurso llevaban almendra, un poquito de azúcar y naranja confitada. Sin embargo, se notaba mucho la diferencia entre las naranjas hechas artesanalmente y las compradas, que suelen ser más secas y menos sabrosas”.

Producción a gran escala, calidad artesanal

Cristina Oria y su marido, Álvaro Corsini, quien es su socio principal, han llevado la producción de roscones a un nivel impresionante. Con más de 10.000 unidades vendidas al año, su marca ha conseguido consolidarse como una de las más destacadas en el sector. Los días 4 y 5 de enero son especialmente significativos, concentrando casi 6.000 ventas en ese breve período.

Foto: Una pastelera coloca dulces en el escaparate. (EFE/Toni Albir)

A pesar del volumen, Cristina se mantiene fiel a sus estándares. Desde la selección de ingredientes hasta el empaquetado, cada roscón sirve para entender el enorme compromiso de algo que siempre ha estado ligado a su marca: la calidad. Algo que también le ha servido para aprovechar la demanda durante todo el año, lo que ha transformado el roscón en torrijas para Semana Santa o en pequeñas bolitas de brioche fuera de temporada. “Así, quienes aman el roscón pueden disfrutarlo durante todo el año, sin sentirse culpables por romper la tradición navideña”.

Por su parte, los clientes de Estela Hojaldre, desde semanas antes, comienzan a realizar encargos, asegurándose de que no falte este dulce imprescindible en sus celebraciones. “En nuestra pastelería hacemos entre 1.500 y 2.500 roscones. No podemos abarcar más porque el resultado no sería el mismo, y tampoco tenemos la logística para asumir una producción mayor”.

El roscón sigue evolucionando, y su popularidad no muestra signos de disminuir. Los cambios en las preferencias de los clientes y la competencia creciente hacen que las pastelerías no pierdan de vista su fuerte compromiso con un producto de excelencia. Todo ello ha permitido que estemos en uno de los mejores momentos de este dulce único e inigualable. Y con dos mujeres a los mandos de empresas que son ejemplo de buenas prácticas y relevancia gastronómica.

Vivimos años de excelencia gastronómica. A ello no es ajeno el mundo de la pastelería madrileña, que en estas fechas se transforma completamente para elaborar algunos de los mejores roscones que pueden probarse en nuestro país. La tendencia está clara, productos de altísimo nivel y una elaboración que cuida los fermentados hasta lograr un bollo tierno y esponjoso.

Madrid Qué hacer en Madrid Tendencias de consumo Navidad
El redactor recomienda