Madrid 360: cómo Almeida rebajó los humos y arrebató una bandera a la izquierda
El Ayuntamiento de Madrid saca pecho de los nuevos datos de calidad del aire en la ciudad, con el mejor registro histórico de la serie. Casi la mitad de las estaciones ya cumplen con la normativa europea que se aplicará en 2030
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Madrid ha pasado en solo un lustro de ser la zona cero de la contaminación en España a un ejemplo de buenos humos. La calidad del aire en la capital, con cifras de récord en las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), ha cambiado el discurso de José Luis Martínez-Almeida y construido un perfil político verde completamente impensable antes de que llegara a la alcaldía. Tanto, que el regidor del PP ha arrebatado a la izquierda una de las principales banderas de su argumentario.
Almeida concurrió a las elecciones municipales de 2019 con la promesa de acabar con Madrid Central tras una oposición feroz a la medida. Los tribunales frenaron la maniobra solo unas semanas después y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), incluso, condenó a España por la polución persistente en la capital, Barcelona y el Bajo Llobregat. Pero en los siguientes comicios, el dirigente popular le dio la vuelta al calcetín, implantó una estrategia aún más restrictiva y se presentó con los mejores datos de la historia de la ciudad. Donde decía, digo, dijo Diego.
Madrid cumplió por primera vez con la directiva europea de calidad de aire en 2022 y 2023. Este noviembre ha confirmado la tendencia y la capital ha batido sus propios registros. Las estaciones de medición se situaron por debajo de los 29 microgramos de NO2 por metro cúbico, más de diez puntos menos de los 40 que exige Bruselas, y nueve de ellas incluso cumplen la normativa de 20 microgramos que se aplicará en 2030. La previsión es que el cierre del año sea incluso mejor que los anteriores.
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Almeida se ha convertido, casi por accidente, en uno de los referentes verdes del PP. El alcalde, pese a la polémica inicial por Madrid Central, cultivó con esmero este perfil transversal antes de las elecciones de mayo de 2023 y obtuvo exactamente el resultado esperado de la mano de Borja Carabante, el responsable de Medio Ambiente y Movilidad y de la estrategia Madrid 360. Creció a su izquierda a costa de Cs y se desmarcó de Vox y su discurso contra la emergencia climática. La consecuencia fue la primera mayoría absoluta de los populares en doce años.
Disputa con Más Madrid
Más Madrid convirtió la lucha contra la contaminación en el estandarte de su gobierno, entre 2015 y 2019, con Manuela Carmena al frente. Y cuatro años después, cuando pasó a la oposición, hizo lo propio como ariete contra el PP. Pero el argumento se ha vuelto en su contra como un bumerán. La crítica contra Almeida por negacionista del cambio climático tiene difícil encaje, ni siquiera por cercanía a Vox.
Medio Ambiente presume de conseguir lo que nadie había hecho. Madrid infringió la normativa de forma ininterrumpida entre 2010 y 2021, con 2017 como el peor ejercicio, con los niveles de NO2 por encima de los 40 microgramos en 15 de las 24 estaciones. Ahora la situación es antagónica y hace tres años que no salta el protocolo con las restricciones de circulación. "La Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 es un modelo de éxito en la lucha contra la contaminación y el cambio climático", dicen en el área, tras recordar que en Plaza Elíptica, el punto más conflictivo, se ha reducido la polución en casi un 50% en cinco años.
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Plaza Elíptica, precisamente, es una de las nuevas zonas de bajas emisiones impuestas por Almeida, más allá de la M-30. El modelo de Madrid Central se exportó a otros lugares de la ciudad con la estrategia Madrid 360, hasta el punto de que los coches sin etiqueta medioambiental no pueden circular en todo el término municipal.
Esta medida, destacada como una de las más efectivas por el equipo de Carabante, se iba a aplicar también a los residentes a partir del 1 de enero de 2025, aunque se ha dado un plazo de aviso de un año antes de multar, seis meses más que en 2024. Fuentes municipales ponen en valor el trabajo realizado hasta la fecha y reconocen que la buena calidad del aire ha permitido cierta comprensión hacia este y otros colectivos. "Si no tuviéramos estas cifras, sería imposible hacerlo", explican a este diario. Una vez se aplique esa prohibición, aseguran en Medio Ambiente, el consistorio no implantará ningún otro veto al tráfico.
El Ayuntamiento de Madrid, no obstante, tiene abierto todavía un procedimiento en los tribunales por una denuncia de Vox. La Justicia tumbó en septiembre las zonas de bajas emisiones del consistorio en el distrito Centro y Plaza Elíptica, aprobadas en 2021, porque el informe de impacto económico no estaba suficientemente argumentado. El equipo de Gobierno, como informó este diario, recurrió el fallo y está a la espera, aunque el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya advirtió de que las restricciones seguirían vigentes hasta que el Supremo no se pronuncie.
Madrid ha pasado en solo un lustro de ser la zona cero de la contaminación en España a un ejemplo de buenos humos. La calidad del aire en la capital, con cifras de récord en las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), ha cambiado el discurso de José Luis Martínez-Almeida y construido un perfil político verde completamente impensable antes de que llegara a la alcaldía. Tanto, que el regidor del PP ha arrebatado a la izquierda una de las principales banderas de su argumentario.