La última victoria de MAR o los errores del PSOE por su "obsesión" con Díaz Ayuso

En la noche electoral del 23 de julio de 2023, con la sede de Génova en llamas, Isabel Díaz Ayuso subió al despacho de Alberto Núñez Feijóo para transmitirle su apoyo personal en la dura travesía por el desierto de la oposición que se abría ante el líder del PP. "Presidente, puedes contar conmigo".

Dieciséis meses después, los escándalos de corrupción rodean a Pedro Sánchez y en la primera línea de fuego está el fiscal general, imputado y camino del banquillo por presuntamente haber filtrado correos sobre la investigación por delitos fiscales abierta contra la pareja de Ayuso. Una maniobra que, según el PP, estaba dirigida por Moncloa para tapar el caso de Begoña Gómez y que ha resultado ser "un tiro en el pie".

El Supremo dirá si el fiscal general y el gabinete del presidente en Moncloa cometieron un delito de revelación de secretos, mientras que la Justicia ordinaria deberá resolver las cuentas del empresario madrileño con el fisco. Pero más allá de la batalla judicial, la líder del PP se anota otra gran victoria política con el desahucio en directo de su rival socialista en la Asamblea regional, Juan Lobato, horas antes de la apertura del 41 Congreso Federal del PSOE.

La dirección nacional del PP aplaude la enorme capacidad de su baronesa para "desquiciar" a la izquierda y en concreto a Sánchez."“Están obsesionados con Isabel y eso les lleva a cometer muchos errores", señala un portavoz de Feijóo, que bendice la estrategia de confrontación directa con Moncloa que Ayuso y su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, llevan años perfeccionando. Aunque en Génova no siempre compartan las coordenadas, en tiempo y forma, de Sol, asumen que el objetivo de fondo es el mismo: acabar con el "sanchismo".

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Lo cierto es que en Ferraz se las prometían felices porque creían haber encontrado en el ministro Óscar Puente una suerte de antídoto para Ayuso. "No sabíamos cómo combatir, no dábamos con la tecla, pero Óscar es desafiante y faltón como ella y nos funciona", reconocían en febrero a El Confidencial fuentes de la dirección socialista. Pero lejos de neutralizarle, tiene al fiscal general —y con él al Gobierno— contra las cuerdas. Y apunta también contra quien está llamado a ser el próximo líder del PSOE regional, el ministro Óscar López, cuya asesora —Pilar Sánchez Acera— también está al borde de la imputación por ser ella quien envió a Lobato el famoso correo de Fiscalía a Moncloa.

La frustración del PSOE en este asunto es enorme. Desde Ferraz reprochan que Rodríguez se adelante a las decisiones judiciales con su célebre "pá’lante", grito de guerra para agitar los escándalos que atenazan a los de Sánchez en los tribunales. Los socialistas denuncian en privado que existe una confabulación entre el PP y ciertos estamentos de la "derecha judicial" para acabar con el Gobierno. Y ahí también ven la mano de MÁR.

De hecho, en círculos monclovitas se le ha señalado como la persona que habría filtrado a este diario la revelación de la reforma legal que acortará las penas a los presos de ETA que cumplieron en Francia, y que el PP y Vox apoyaron por una negligencia legislativa. Una teoría conspiranoica para alimentar la rivalidad Ayuso-Feijóo, que en Sol y Génova desmienten.

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Al contrario, subrayan que Rodríguez está "a disposición" del líder gallego, al que llama "presidente", que mantienen contacto habitual —por teléfono y en mesas con mantel— y recuerdan su papel decisivo en un momento clave para Feijóo, como fue el debate electoral de julio de 2023 en el que el candidato del PP salió con el cuchillo entre los dientes y desarboló a Sánchez. Al ataque.

"Es un genio, les tiene desquiciados a todos", señala un miembro del comité de dirección del PP ante la evidente merma que el siempre polémico y lenguaraz, jefe de gabinete y portavoz del Gobierno de Aznar genera a sus rivales políticos. "Ayuso es la peor pesadilla de Sánchez", se suele felicitar el vallisoletano, consciente de que les lleva a sus rivales a cometer errores no forzados. Como el de Lobato y el del fiscal general, García Ortiz, que ha pedido al Supremo que impute a su vez al asesor de Ayuso.

La caída de Lobato —cuyo detonante está en la entrega de documentos ante notario para desvincularse de un posible delito de revelación de secretos, como informó ABC—, les pilló a Ayuso y a MÁR en Seúl a la caza de inversores y en medio de la mayor nevada en 50 años. "Una Filomena coreana". Esos miles de kilómetros de distancia acrecientan todavía más la sensación de que, aun no siendo su oponente directa, la baronesa madrileña del PP es la más letal.

"Es la eterna pregunta", replican en el equipo de Ayuso cuando se aborda el gran control estratégico que ejerce MÁR. "Es el mejor jefe de gabinete que pueda tener un político en España, el que más sabe de comunicación, el que más olfato e inteligencia demuestra. Aporta experiencia y visión política", afirma otro miembro destacado del gabinete de la presidenta. "Pero hay simbiosis. Ella tiene claro que va a salir al corte de los ataques a su familia, los ha sufrido contra su padre, su hermano, de su propio partido, de su exsocio de Gobierno (Ciudadanos)", apunta. "Es valiente y no se acobarda", añade otro dirigente del PP regional.

Opinión

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En Sol y en Génova citan la cadena de errores cometidos por la izquierda que han abonado el terreno para más Ayuso: desde la declaración del estado de alarma solo en la Comunidad de Madrid a la cumbre de las banderas en las que Sánchez pareció un dirigente en el extranjero; la inmolación del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, para intentar salvar a Podemos en el 4-M, cita que supuso el desahucio de un enfermo terminal como era Ciudadanos; o el vergonzante episodio protagonizado por el ministro Félix Bolaños, un año después, moviendo la catenaria para intentar subir al estrado de autoridades ante el muro de la jefa de Protocolo de la Comunidad. Y esa oposición brutal al PSOE de Sánchez es lo que le permite mantener a raya a Vox, igualmente descabezado en Madrid.

En este contexto de extrema rivalidad, Ayuso se negó en octubre a acudir a Moncloa a la ronda de reuniones del presidente con los líderes autonómicos. El próximo 13 de diciembre se volverán a ver las caras en la Conferencia de Presidentes que se celebrará en Santander. "Por supuesto que estaremos, llevamos meses exigiendo ese foro", comentan en Sol. Será una cita de máxima tensión.