Cinco maneras de descubrir Alcalá de Henares: desde los barrios medievales hasta la ruta Cervantina
Siguiendo este paseo por los tesoros madrileños Patrimonio de la Unesco, después de Aranjuez y San Lorenzo de El Escorial, es el turno de la localidad cervantina
La historia de Alcalá de Henares es la viva imagen de la crónica de nuestro país. Su fundación se remonta a los celtíberos, para más tarde ser conquistada por los romanos (bajo el nombre de Complutum) y después convertirse en una alcazaba (Qal’at Abd as-Salam) con la invasión musulmana, que además le daría el nombre a la ciudad que hoy conocemos. A partir del siglo XII, con la Reconquista, los distintos reyes cristianos dejaron su huella en las calles complutenses y llegó incluso a albergar el primer encuentro entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón para organizar la expedición que descubriría el Nuevo Mundo.
En 1499, el Cardenal Cisneros eligió Alcalá para levantar la Universidad Complutense. Años más tarde, en 1547, en una pequeña casa de la calle Mayor nació uno de los escritores más importantes de nuestra literatura, Miguel de Cervantes. Entonces la ciudad se convirtió en la cuna del saber, de las letras y de Dios. Estos tres hitos sirvieron para que la localidad madrileña se convirtiera en 1998 en ciudad Patrimonio de la Humanidad. Hoy, además, es sede del Instituto Cervantes, que difunde y enseña la lengua española en todo el mundo. Te invitamos a descubrir sus secretos a través de estas seis rutas.
1. Ruta de la Ciudad de las Tres Culturas
Son muchas las ciudades en España en las que podemos observar cómo judíos, cristianos y musulmanes convivieron en armonía durante siglos. La ciudad medieval de Alcalá de Henares no es una excepción. Este recorrido, que dura aproximadamente dos horas, nos transporta a los orígenes medievales complutenses que contrastan con la ciudad renacentista construida gracias a la universidad.
Comenzamos descubriendo el barrio de la morería, partiendo desde la plaza de las Bernardas y el Museo Arqueológico Regional, a través de los espacios donde se situaron la mezquita, la almanxara, el rastro viejo o el postigo de la morería. En la calle Mayor, frente al museo Casa Natal de Cervantes, una placa marca el inicio de la judería y las historias detrás de la aljama donde cientos de familias se congregaban en torno a las dos sinagogas, la carnicería de los judíos o los negocios de esa arteria principal llena de soportales en los que los prestamistas, plateros, encuadernadores, etc., además de trabajar, vivían.
Finalmente, la actividad del barrio cristiano se realizaba en torno a la Magistral, la iglesia catedral de los Santos Justo y Pastor, levantada a principios del siglo XV. Alcalá era considerado el segundo distrito jurisdiccional del Arzobispado de Toledo. Numerosos edificios atestiguan esta impronta, destacando el Palacio Arzobispal. De aquella época también son importantes el castillo o las antiguas murallas.
2. Ruta Cervantina
Alcalá presume orgullosa de haber visto nacer a Miguel de Cervantes en 1547, en una pequeña casa de la calle Mayor, que en la actualidad es un museo. Esta ruta es un recorrido por nueve espacios emblemáticos y monumentales que están relacionados con el escritor, sus obras, su legado y su familia. Desde la Capilla del Oidor donde fue bautizado, pasando por la imprenta donde se imprimió su primera novela, La Galatea; o el Colegio de la Madre de Dios de los Teólogos de la Universidad de Alcalá de Henares, donde se dio la Fe de Errata de la primera parte del Quijote e, incluso, la sede donde se entrega el prestigioso Premio Cervantes.
Además de la ruta cervantina, la experiencia puede completarse con el Tren de Cervantes que parte desde la estación de Atocha. Una serie de actores amenizan el trayecto de 35 minutos, representando la vida del escritor. Una manera diferente de viajar en el tiempo hasta Alcalá de Henares.
3. La Ciudad Literaria
Alcalá de Henares se convirtió en el epicentro de las letras españolas durante el Siglo de Oro y desde entonces es un lugar clave para la difusión de la lengua de los hispanohablantes. No solo porque se encuentra el Instituto Cervantes, sino porque en esta localidad madrileña se celebra uno de los premios literarios más relevantes que comparte nombre con el autor de El Quijote. Además, son muchos los grandes literatos y personajes históricos que estudiaron y vivieron en la ciudad complutense. La lista parece infinita: Lope de Vega, Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo, Fray Luis de León, el Arcipreste de Hita, Manuel Azaña, Federico García Lorca, Miguel de Unamuno, Camilo José Cela y un largo etcétera que han contribuido a la tradición literaria de esta urbe madrileña.
4. La Ciudad de las Cigüeñas
¿Sabías que esta ave está estrechamente ligada a Alcalá de Henares y es otra de sus señas de identidad? La ciudad atesora en su centro histórico uno de los más importantes conjuntos de nidos de cigüeñas de España. Además de ir descubriendo sus nidos escondidos por su casco, esta ruta es una buena manera de conocer más acerca de las costumbres y adaptación de estos animales a la acción antrópica, al mismo tiempo que se adquieren conocimientos históricos y artísticos de diversos edificios complutenses.
5. Ciudad romana de Complutum y Casa Hippolyttus
La ciudad romana de Complutum es uno de los pocos yacimientos arqueológicos que se pueden visitar en la Comunidad de Madrid. En las vegas del río Henares se levantó una urbe que se extendió 50 hectáreas. En este recinto se encuentran restos de edificaciones como las termas, la fachada monumental del foro, calles e infraestructuras hidráulicas, la Casa de los Grifos, además de la basílica civil, el mercado o el Paredón del Milagro, entre otros.
Cerca de las ruinas romanas de Complutum, te recomendamos la Casa de Hippolytus, un colegio al que acudían los hijos de las clases pudientes de los siglos III y IV. Situado en lo que por aquel entonces eran las afueras, este edificio conserva en muy buenas condiciones un mosaico en el que se recrea una escena de pesca que fue realizada por el maestro Hippolytus, quien daría nombre a la casa.
Además de estas rutas culturales e históricas, no se puede disfrutar ni terminar de descubrir Alcalá de Henares sin degustar su cocina. En sus bares y restaurantes se fusiona la tradición castellana, caracterizada por un recetario muy ligado al Siglo de Oro y donde muchas de sus referencias las podemos leer en las obras cervantinas, como los duelos y quebrantos, la olla o el salpicón de ternera; con la cocina mediterránea y técnicas más contemporáneas. Durante todo el año se realizan varios eventos gastronómicos, pero el más destacado es la versión culinaria del Premio Cervantes (el Premio Cervantes Gastronómico) que reconoce cada año un personaje del mundo de la gastronomía y el vino. Este año el galardón se lo ha llevado el sumiller Custodio López Zamarra
La historia de Alcalá de Henares es la viva imagen de la crónica de nuestro país. Su fundación se remonta a los celtíberos, para más tarde ser conquistada por los romanos (bajo el nombre de Complutum) y después convertirse en una alcazaba (Qal’at Abd as-Salam) con la invasión musulmana, que además le daría el nombre a la ciudad que hoy conocemos. A partir del siglo XII, con la Reconquista, los distintos reyes cristianos dejaron su huella en las calles complutenses y llegó incluso a albergar el primer encuentro entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón para organizar la expedición que descubriría el Nuevo Mundo.