Estos son los mejores puestos de castañas de Madrid para disfrutar de este aperitivo saludable en otoño

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Con la llegada del otoño, las calles de Madrid empiezan a llenarse de un aroma inconfundible que anuncia la llegada de uno de los placeres más típicos de la temporada: las castañas asadas. Aunque los churros con chocolate sean los reyes del invierno, en estos meses, los cucuruchos de castañas se alzan como la opción perfecta para quienes buscan un snack sabroso, calentito y saludable mientras pasean por la ciudad.

En plena Glorieta de Bilbao, Yetti, una mujer con una historia tan curiosa como sus castañas, ha conquistado a los madrileños desde hace más de 40 años. Extrabajadora de circo, esta castañera continúa una tradición familiar vendiendo castañas traídas de El Bierzo. Las castañas de Yetti, seleccionadas minuciosamente por su calidad, son el aperitivo ideal para esos días en los que el viento se cuela entre las bufandas y los guantes.

Otro de los lugares emblemáticos para disfrutar de este manjar otoñal es la Plaza de Callao. Allí, Antonio, un veterano castañero, sigue la tradición familiar que comenzó con sus padres hace décadas. Su pequeño puesto entre Callao y Jacometrezo es una parada obligatoria para quienes buscan ese cucurucho que, además de calentar las manos, llena el estómago.

Un aperitivo cargado de beneficios

Pero, además de su sabor, las castañas tienen mucho más que ofrecer. Según nutricionistas estos frutos secos son una fuente de fibra, antioxidantes y, a diferencia de otros frutos secos, tienen un bajo contenido en grasas. Esto las convierte en una opción saludable, perfecta para sustituir otros snacks más calóricos. Además, su consumo moderado puede formar parte de una dieta equilibrada, contribuyendo a prevenir enfermedades cardiovasculares y mejorando la digestión.

Este otoño, los puestos de castañas en Madrid no solo ofrecen un bocado delicioso, sino que también invitan a redescubrir un hábito saludable y tradicional. Ya sea en la Glorieta de Bilbao o en la Plaza de Callao, la experiencia de comprar y saborear estas castañas no solo es un placer gastronómico, sino también una forma de conectarse con las costumbres de la ciudad.

Así que, la próxima vez que sientas el frío madrileño y busques algo para picar, recuerda que las castañas asadas no solo son una delicia, sino también una opción nutritiva que te permitirá disfrutar del otoño con un toque tradicional y saludable.