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Monasterio deja la política entre críticas a la falta de democracia interna en Vox
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CRISIS EN VOX

Monasterio deja la política entre críticas a la falta de democracia interna en Vox

La ya exdirigente de la formación renuncia al acta de diputada en la Asamblea con varios dardos a Abascal y Garriga, menos de 24 horas después de ser fulminada como líder en Madrid

Foto: Rocío Monasterio, durante su último Pleno en la Asamblea de Madrid. (EFE/Fernando Alvarado)
Rocío Monasterio, durante su último Pleno en la Asamblea de Madrid. (EFE/Fernando Alvarado)

Rocío Monasterio ha dimitido este jueves como portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid. La ya exdirigente renuncia al acta y abandona la política menos de 24 horas después de ser cesada por Santiago Abascal como líder del partido en la región. "A la vista de que hoy no soy la persona de confianza del secretario ni del presidente, me parece lógico y honesto entregar mi acta de diputada, cosa que formalizaré ahora mismo en el registro", ha declarado en los pasillos de la Cámara autonómica en lo que ha sido su último Pleno tras más de cuatro años.

La renuncia de una de las fundadoras de Vox reabre viejas heridas y deja al descubierto de nuevo las diferencias internas en el partido. Monasterio, que había estado callada hasta la fecha, no se ha mordido la lengua ahora y se ha marchado criticando abiertamente a la dirección y la falta de democracia interna. "Vox Madrid era el único Comité Ejecutivo Provincial que quedaba en España votado y dirigido por todos sus afiliados", ha explicado ante los medios, en alusión a la maniobra de la cúpula para modificar los estatutos y suprimir los procesos internos en la elección de los comités provinciales.

Monasterio ha seguido la línea de otras voces críticas desde los territorios y ha censurado cómo la elección de José Antonio Fúster como líder en Madrid "deja en el olvido" la democracia de los partidos. "El secretario y el presidente tienen la potestad de nombrar a dedo al siguiente comité ejecutivo de Vox Madrid gracias a las sucesivas enmiendas que se han ido presentando de nuestro estatuto", ha añadido con resignación, tras confirmar que volverá al sector privado. "La política para mí ha sido siempre un acto de servicio a España y a los españoles. Intentar aportar algo a la sociedad y no como un puestecito del que vivir eternamente. Retorno ahora a mi actividad privada, donde es probable que haga más vivienda que la señora Ayuso en cuatro años", ha subrayado con sorna.

Foto: Rocío Monasterio, en una rueda de prensa en la Asamblea de Madrid. (EP)

La portavocía del grupo parlamentario recae ahora en Isabel Pérez Moñino, diputada de Vox en la Asamblea de Madrid y líder en Fuenlabrada. Pérez Moñino, que ha ganado relevancia en el último año dentro del organigrama en Madrid, participando en varios actos de campaña de las elecciones de 2023, está encuadrada en el sector más conservador y combativo de la formación en la región. Especialmente en temas capitales como la inmigración o la familia.

Distanciamiento con Abascal

La dimisión se produce 24 horas después de que Vox anunciara el cese de Rocío Monasterio en un escueto comunicado, donde agradecía sus "ocho años de dedicación" y la implantación del partido en la Comunidad de Madrid, donde presentó candidatura en los 179 municipios de la región. El escrito daba por hecho que Monasterio seguiría como portavoz en la Asamblea, lo que deja entrever que no existe una relación fluida entre la cúpula y la principal afectada.

La realidad es que no es ningún secreto. Monasterio llevaba meses en la cuerda floja, apartada de los órganos de dirección de Vox y aislada de cualquier toma de decisión. Ella siempre negó el choque con Santiago Abascal, Ignacio Garriga o Jorge Buxadé, especialmente tras la salida del partido de su marido, Iván Espinosa de los Monteros, pero el tiempo ha confirmado todas las teorías que hablaban de una ruptura total. La ya exdirigente, además, estaba completamente fuera de foco tras la mayoría absoluta del PP en la Comunidad de Madrid, sin altavoz mediático y sin poder de influencia en las políticas de la región.

El distanciamiento con Santiago Abascal es más que evidente. Tanto, que la propia Rocío Monasterio ha explicado durante su comparecencia (sin preguntas ante los medios) que no fue él quien le trasladó la decisión, sino el secretario general, Ignacio Garriga.

Rocío Monasterio ha dimitido este jueves como portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid. La ya exdirigente renuncia al acta y abandona la política menos de 24 horas después de ser cesada por Santiago Abascal como líder del partido en la región. "A la vista de que hoy no soy la persona de confianza del secretario ni del presidente, me parece lógico y honesto entregar mi acta de diputada, cosa que formalizaré ahora mismo en el registro", ha declarado en los pasillos de la Cámara autonómica en lo que ha sido su último Pleno tras más de cuatro años.

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