Ayuso se multiplica contra el cupo catalán y toma el liderazgo de la causa dentro del PP
La presidenta madrileña marca perfil propio y deja en el aire si plantará a Pedro Sánchez en Moncloa, un criterio que no comparten ni Feijóo, ni el resto de barones populares. Ha iniciado el curso político con una notable carga política
Isabel Díaz Ayuso ha comenzado el curso político casi omnipresente en su pulso contra Pedro Sánchez. La presidenta de la Comunidad de Madrid multiplica sus intervenciones públicas con un mensaje casi único: rechazo frontal al cupo catalán y a la negociación con las comunidades que plantea el Gobierno, hasta el extremo de pedir al resto de barones que ni siquiera se reúnan para tratar este asunto. La dirigente autonómica ha reaparecido tras el verano con dos entrevistas en medios, un acto del PP de Madrid, un desayuno informativo y el debate sobre el estado de la región en apenas diez días, asumiendo un protagonismo del que recelan sus compañeros autonómicos y la propia Génova. El otoño, aseguran en su entorno, será igual de caliente.
Fuentes del equipo de la presidenta destacan la carga política de los primeros días de septiembre. Desde el pasado lunes 2 de septiembre, cuando estuvo en Espejo Público (Antena 3), Ayuso ha desplegado a título individual todo su argumentario en contra del denominado concierto catalán. Y, de paso, ha dado un paso al frente para tratar de marcar el camino a seguir entre los territorios del PP con esta cuestión. "Que no compren nuestra ruptura con sobornos en los despachos", dijo en televisión. El tono fue el mismo durante el acto de inauguración del curso, el jueves en Arganda del Rey, y en el cónclave con Alberto Núñez Feijóo y los barones populares en el centro de Madrid.
"Yo le pido a los presidentes autonómicos que si hay una reunión sea para ir todos juntos porque este Gobierno va a intentar sobornarnos uno a uno en la Moncloa", subrayó Ayuso durante el acto del PP de Madrid en Arganda para arrancar el curso, donde cargó contra Pedro Sánchez y María Jesús Montero y supeditó cualquier encuentro o negociación a una Conferencia de Presidentes. "Los presidentes autonómicos no podemos sentarnos ante esta política mezquina a negociar nada. No podemos hablar de terruños, quieren comprar nuestro futuro", añadió.
Esta intensidad e hiperactividad, como en tantas otras ocasiones, asienta a Ayuso como la cabeza visible y disruptora del partido en el tema del cupo catalán. La propuesta, de hecho, contrastó con la posición del resto de dirigentes territoriales en la víspera de la cumbre de barones del viernes, diseñada precisamente para exhibir unidad y coordinación en el pulso abierto contra el Gobierno. Todos los barones del PP, sin excepción, ratificaron en público o en privado que si el jefe del Ejecutivo les llama, aunque no se haya celebrado la Conferencia de Presidentes, acudirán a la Moncloa por una cuestión de "institucionalidad", el ADN que el propio Feijóo ha querido imprimir en el partido desde su aterrizaje en Génova.
La postura común que los 14 presidentes del PP rubricaron en una declaración conjunta es que esas reuniones no servirán para pactar ningún asunto relacionado con la financiación autonómica, que debe despacharse en foros "multilaterales". Pero todos se sentarán con Sánchez, que anunció esta semana una ronda de reuniones bilaterales para compensar el cupo catalán. El líder del PP tampoco ha declinado nunca la invitación de acudir a la Moncloa, incluso en los momentos políticos más incómodos, e históricamente todos los presidentes autonómicos han acudido a este tipo de encuentros.
Ayuso se quedó sola en su reivindicación. Quizá por ese motivo, la presidenta de la Comunidad de Madrid midió mucho más su discurso este viernes, tras la cita con sus homólogos territoriales en un palacete de la capital. La dirigente quiso rehuir la polémica y dejó claro que en el orden del día de los encuentros con Sánchez no debe estar en ningún caso la financiación autonómica. "Celebro que todo aquello que tenga que ver con la caja común y con los intereses de los españoles en su conjunto solo se hable en un foro leal, con luz y taquígrafos y con todos juntos", dijo.
Pero ni ella ni su equipo aclaran si plantará o no al presidente del Gobierno. Es la gran incógnita que seguirá coleando en los próximos días, y que le confiere a la madrileña un protagonismo mediático extra. "No podemos criticar que Sánchez se reúna bilateralmente con Cataluña para hablar de financiación y luego hacer lo mismo", reiteran en su equipo, donde mantienen la duda de si ella será la excepción en el PP e ignorará la llamada del jefe del Ejecutivo.
En Génova prefieren no tomar partido. Feijóo aboga por la institucionalidad, incluso en el contexto político más desfavorable, pero no impondrá su criterio a Ayuso. "Es ella la que tiene que decidir si acude o no acude", reiteran en la dirección nacional del partido, donde vuelven a chocarse contra el insólito foco de la también presidenta del PP de Madrid. El asunto causó revuelo en la cumbre del viernes, aunque todos los líderes territoriales, incluida la madrileña, se esforzaron por exhibir la unidad que a Feijóo tanto le ha costado edificar.
Agenda a rebosar
La presidenta de la Comunidad de Madrid insistirá en la afrenta del cupo catalán este lunes, en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el hotel Mandarin Oriental Ritz. Un altavoz clave para exhibir el mismo mensaje de la quiebra territorial y una oportunidad para despejar las dudas sobre su posible encuentro con el presidente del Gobierno.
A ello hay que sumar el debate sobre el estado de la región, programado para este miércoles y jueves en la Asamblea de Madrid, donde Ayuso combinará anuncios e inversiones con un discurso de marcado fondo político en la misma línea, según fuentes de su equipo. Gestión y argumentario casi a partes iguales. El tema del cupo también estuvo presente incluso en la reunión con los portavoces parlamentarios del jueves, que en principio es de carácter más institucional. El encuentro con el líder del PSOE, Juan Lobato, sirvió para explorar un hipotético boicot entre las filas socialistas, al recordarle que está ante una "ocasión de oro" para romper con Sánchez.
"La presidenta ha empezado muy cañera", apuntan en su entorno, convencidos de que Sánchez prepara una nueva medida fiscal contra la Comunidad de Madrid. El punto de partida de Sol es que las ofertas de Moncloa a las comunidades esconden una estrategia política para dividir al PP. Un plan para que cada cual mire por lo suyo e intente subirse al tren de Cataluña. Un supuesto "soborno" para justificar la última cesión al independentismo catalán.
Y lo cierto es que María Jesús Montero ya puso como ejemplo el acuerdo con ERC cuando negó contra el criterio de todo el mundo que fuera un cupo o una reforma del sistema, insistiendo que no suponía ningún agravio para nadie y abriendo la puerta a negociaciones bilaterales. "Invito al resto de autonomías a que se inspiren en el acuerdo con ERC para explorar otras rutas y satisfacer las demandas de autogobierno sin quebrar la solidaridad del conjunto del territorio para la prestación de servicios públicos", subrayó la ministra de Hacienda, en un intento por calmar la rebelión desatada.
Isabel Díaz Ayuso ha comenzado el curso político casi omnipresente en su pulso contra Pedro Sánchez. La presidenta de la Comunidad de Madrid multiplica sus intervenciones públicas con un mensaje casi único: rechazo frontal al cupo catalán y a la negociación con las comunidades que plantea el Gobierno, hasta el extremo de pedir al resto de barones que ni siquiera se reúnan para tratar este asunto. La dirigente autonómica ha reaparecido tras el verano con dos entrevistas en medios, un acto del PP de Madrid, un desayuno informativo y el debate sobre el estado de la región en apenas diez días, asumiendo un protagonismo del que recelan sus compañeros autonómicos y la propia Génova. El otoño, aseguran en su entorno, será igual de caliente.
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