¿Por qué el Metro de Madrid va al revés? El motivo por el que circula por la izquierda

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Madrid cuenta con uno de los sistemas de metro más fascinantes de Europa. Desde su inauguración el 17 de octubre de 1919 de la mano del rey Alfonso XIII, el Metro de Madrid ha crecido hasta convertirse en la tercera red subterránea más extensa de Europa y la novena del mundo, con 294 kilómetros de longitud y 302 estaciones.

Este sistema subterráneo se distingue no sólo por su extensión, sino también por sus peculiaridades históricas, como la estación fantasma de Chamberí, que hoy en día es un museo que atrae a curiosos y aficionados a la historia del transporte. Además, el Metro de Madrid ha jugado un papel crucial en la vida cotidiana de los madrileños, especialmente durante la Guerra Civil Española, cuando muchas estaciones sirvieron de refugio contra los bombardeos.

Otras curiosidades de Metro de Madrid pasan por saber que Aluche es la estación más elevada de todas, mientras que Cuatro Caminos, con 45 metros, es la más profunda respecto al nivel de la superficie. La línea 1 es la más lenta de todas con 23,32 kilómetros y 33 estaciones, tarda en recorrerlas un total de una hora y 15 minutos. Por su parte, la línea 6, es la más utilizada por los usuarios, puesto que transporta a más de 111 millones de pasajeros al año.

¿Por qué el Metro de Madrid va al revés?

Una de las preguntas más frecuentes sobre el Metro de Madrid es por qué sus trenes circulan por la izquierda. Para entender este fenómeno, es necesario remontarse a principios del siglo XX. Durante esta época, en muchas ciudades europeas, incluidos algunos lugares de España, se circulaba por la izquierda. Los cocheros de los carruajes mantenían las riendas con la mano izquierda y el látigo con la derecha, de modo que, al circular por la izquierda, evitaban golpear accidentalmente a los peatones en las aceras.

En 1924, Madrid adoptó la normativa de circulación por la derecha, siguiendo una tendencia que ya se había implantado en ciudades como Barcelona. Sin embargo, cambiar la dirección de circulación del metro, que ya estaba en funcionamiento desde 1919, implicaba un costo exorbitante en términos de infraestructura y logística. Por esta razón, se decidió mantener el sentido de circulación original en el metro.

A principios del siglo XX, se circulaba por la izquierda, algo que cambió en 1924. Sin embargo, cambiar la infraestructura del metro hubiera supuesto un gasto exorbitante

Curiosamente, esta particularidad no es exclusiva de los trenes. Algunas de las escaleras mecánicas del metro también siguen esta norma, aunque la inconsistencia puede causar cierta confusión entre los usuarios. Las líneas de Metro Ligero, en cambio, sí circulan por la derecha, alineándose con el sistema vial moderno.