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Feria de San Isidro | Dolor por dentro, verdad por fuera

Cuatro de Luis Algarra Polera remendados tras el reconocimiento con dos toros de Montalvo (4.º y 5.º) de entre 518 y 574 kilos. Los dos Montalvos, los de más peso y cuajo

Foto: El torero Francisco José Espada. (EFE/Zipi Aragón)
El torero Francisco José Espada. (EFE/Zipi Aragón)

Plaza Monumental de Las Ventas, 24 de mayo de 2023

13.ª de la Feria de San Isidro.

Tres cuartos de entrada en tarde fresca, primaveral y húmeda después de algunas esporádicas lluvias justo las horas previas al festejo. Amenazó tormenta sin llegar a descargar agua sobre la plaza.

Cuatro de Luis Algarra Polera remendados tras el reconocimiento con dos toros de Montalvo (4.º y 5.º) de entre 518 y 574 kilos. Los dos Montalvos, los de más peso y cuajo. Muy bien presentados en general. Con gran trapío, serios por delante. Con movilidad y transmisión en sus embestidas todos. Dieron variado juego, poniendo en dificultades a los toreros con su decisión de embestir, no siempre recta ni noble, pero siempre emocionante. Empleados en el caballo, la constancia de sus embestidas, sin ser cómodas ni previsibles, brindaron un gran espectáculo.

Foto: El novillero Jorge Molina durante el duodécimo festejo de la Feria de San Isidro. (EFE/Zipi Aragón)
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EL PAYO, de azul eléctrico y oro, silencio y silencio tras aviso.

ROMÁN, de gris plomo y oro, ovación y oreja.

FRANCISCO JOSÉ ESPADA, de azul marino y oro, vuelta al ruedo tras fuerte petición con incomprensible denegación de la oreja por parte del presidente y silencio. Sufrió una violenta voltereta en el sexto. Sin ningún tipo de aspavientos y sin abandonar la lidia hasta finiquitar su toro, aunque con evidentes signos de dolor pasó finalmente a la enfermería. El doctor Máximo García Padrós emitió el siguiente parte médico: herida por asta de toros en la cara interna del tercio superior del muslo izquierdo con dos trayectorias: una ascendente de 15 centímetros que alcanza pubis y otra hacia dentro de 15 centímetros que bordea el recto. Puntazo corrido en la cara posterior del gemelo izquierdo. Policontusiones en ambas piernas. Es trasladado a la Clínica de la Fraternidad Muprespa con pronóstico grave.

Muy buena lidia de José Chacón en el cuarto, incluyendo un breve y bello tratado de toreo a una sola mano.

Pienso en Francisco José Espada herido en una camilla. Pienso en lo que le quema tener medio muslo roto del abductor hasta el pubis. Cuando el pitón de un toro no cala por lo que sea, el daño pierde precisión a cambio de extender presencia. Duele igual el corte fino que la contusión masiva. Es tal la violencia de un toro buscando la herida que, rota o contusionada, la carne no sale viva. Son las cornadas internas, son dolor sin escaparate, es un romperse por dentro, sin dar pábulo a apariencias, sin riegos tan a la vista, sin evidencias de cortes, sin navajas incisivas.

Espada expuso sus muslos a la vil esquizofrenia de toros que, mezclando dotes de bravo y de protagonista, aparentaron bravura, desplegando qué cojones pasa si logro embestir con celo o con alegría. Los toros de Algarra tan serios, tan mandatados a fuego, expusieron sus pitones con los ritmos de otros tiempos, con viejas ubicaciones, con justificaciones válidas para venir de esos tiempos.

Tarde de ser aficionado para no perder detalle. Toros haciéndose valer y toreros que a cambio de ser reconocidos exponían muslo y sangre a firmar nuevos contratos. Los toros no pararon quietos, los toreros como estatuas brindaron ciertos momentos de los de o gloria plena o todo sangre, que no hay tiempo para dudas.

Los toros de Algarra tan serios, tan mandatados a fuego, expusieron sus pitones con los ritmos de otros tiempos, con viejas ubicaciones

Espada en su primero dejó cristalina su pose y, después de dejar claro que merecía la oreja, el presidente de turno, cuyo nombre hoy me ahorro, canibalizó la esencia del esfuerzo y de su premio y tornó protagonista desestimando pañuelos. Hay cosas poco entendibles en el devenir de la fiesta. Pero admitir personajes que no sepan echar cuentas parece dejadez de funciones y tiro en la propia pierna. No hacía falta contar, hacía falta ser sincero. Buscando en el recuento tan evidente de números el premio a quien, con sus actos, revolcones y conatos, determinan mayorías, rezuma la decisión, incomprensión e insulto y muy pocas alegrías.

Robo a Espadas, pintó en bastos, dejen de tomarse copas. Hoy ha sido día de triunfo opacado el compromiso de demostrar más de la cuenta. Román haciendo de lo suyo, que es demostrar lo que vale, lo que su valor trasmite. El queretano con ganas, con sustos y con reservas. Y el pobre José Espadas, tan humilde, tan palmario, rematando su faena de es mía esa puerta grande tuvo que recoger sus bártulos en medio de pocas palmas y de desastrosos mitómanos que nos llevaron a la ruina.

Hoy los toros embistieron, los toreros pusieron ganas, el viento respetó el evento y, aunque con frío en la grada, disfrutamos de esta fiesta que en su variedad y coraje expresaron tanto éxito, tanto dolor y tanta esperanza que, además de revisar lo bueno que disfrutamos hoy, digamos que sea lo que Dios quiera, no dejo de pensar en mañana cartel de más proyección.

Plaza Monumental de Las Ventas, 24 de mayo de 2023

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