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La mala relación con Smith y Villacís obliga a Almeida a lograr una mayoría clara el 28-M
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LA CAPITAL, EN JUEGO

La mala relación con Smith y Villacís obliga a Almeida a lograr una mayoría clara el 28-M

La disputa por el ayuntamiento puede convertirse en una de las grandes batallas de la noche del 28-M si el regidor del PP no logra sumar más que toda la izquierda. Tanto Vox como Cs pondrán un coste muy alto a sus votos para investir al alcalde

Foto: El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto al portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís. (EFE/Luis Millán)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto al portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís. (EFE/Luis Millán)

José Luis Martínez-Almeida ha convivido durante cuatro años con otros dos líderes políticos que han condicionado su agenda de gobierno en el Ayuntamiento de Madrid. Begoña Villacís desde dentro, como vicealcaldesa de Ciudadanos. Y Javier Ortega Smith desde fuera, con Vox como sostén de la coalición de PP y Ciudadanos. El regidor popular se enfrenta ahora a la reelección con un panorama incierto. La fortaleza de Isabel Díaz Ayuso, que acaricia la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid, no tiene su reflejo en la capital. Almeida seguiría necesitando de Vox y/o Ciudadanos, en caso de que los naranjas logren resistir. Y el alcalde cuenta con otro hándicap. La relación con sus dos socios potenciales está dañada, por no decir completamente rota. Esta circunstancia eleva la presión sobre el PP, obligado a obtener una mayoría clara en el Ayuntamiento de Madrid si no quiere sentir el vértigo de perder una plaza clave el 28-M por la falta de entendimiento con Ortega Smith y Villacís.

La disputa por la capital puede convertirse en una de las grandes batallas de la cita electoral que tendrá lugar en menos de dos semanas. La izquierda resiste al empuje de Almeida, y este mira de reojo a Podemos. Su entrada en el ayuntamiento podría dar una oportunidad a la suma de PSOE y Más Madrid, aunque es un escenario que en el PP no ven viable. El regidor popular tiene su propia guerra en el lado derecho del tablero, consciente de que tanto Vox como Ciudadanos pondrán un coste muy alto a sus votos para investir a Almeida si logran ser determinantes en Madrid. La entrada en un eventual nuevo Gobierno del PP será la primera condición de la lista que tanto los naranjas como los verdes entregarían al dirigente popular una vez se cierren las urnas.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (d), y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (EFE/Zipi)
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Almeida se guarda un as en la manga. Su intención siempre ha sido forzar un Gobierno en minoría en segunda votación, en caso de que Vox bloquee su investidura durante el primer intento. No obstante, esta estrategia solo sería viable si el PP logra sumar más por sí solo que toda la izquierda junta, un escenario que siguen viendo plausible en el equipo de Almeida. La última encuesta del CIS, sin embargo, dejaba en el aire la posibilidad de que el dirigente pueda revalidar la alcaldía, con un resultado de entre 21 y 25 concejales. La horquilla más baja le situaría aún lejos de la absoluta —fijada en 29 ediles—, y daría una oportunidad a la izquierda. La conclusión es clara. Si quiere respirar aliviado el 28-M, Almeida debe vencer a Tezanos.

Vox se revuelve ante la posibilidad de que el líder popular fuerce un Gobierno en solitario, y en el entorno de Smith advierten de que si opta por esa vía, convertirán el resto de la legislatura del popular en un "calvario" cuando este quiera sacar adelante su agenda legislativa. "A Almeida una mayoría simple le puede garantizar la investidura, pero a partir del día siguiente será una lucha a brazo partido", sentencian en el grupo municipal de Vox. Los puentes entre José Luis Martínez-Almeida y Javier Ortega Smith están rotos en un momento clave. La relación entre ambos es inexistente después de una legislatura a cara de perro, especialmente en los dos últimos años. El boicot de Vox a los presupuestos y las normas urbanísticas han llevado la tensión hasta el límite, lo que complica la posible negociación tras el 28 de mayo.

Foto: Un momento de la trifulca en Marinaleda entre los vecinos de la localidad y los miembros de Vox que han acudido a un acto político. (EFE/Raúl Caro)

Las fuentes consultadas en el PP coinciden en que no existe ninguna objeción a pactar con Vox. Ni ahora ni en el futuro. La única línea roja de Almeida, extensible al resto de candidatos populares, es replicar la coalición de Castilla y León en plazas clave. La relación de los grupos municipales en el ayuntamiento, de hecho, ha sido fluida en términos generales, pero existe una variable que altera la ecuación. "El problema es Javier", destacan. El propio alcalde lo manifestó públicamente en una entrevista con El Confidencial: "Con Ortega Smith es muy difícil entenderse. Es una figura prominente dentro de Vox, pero es una persona con la que políticamente es muy complicado llegar a un acuerdo".

Vox tiene asumido que su capacidad de influencia en la Comunidad de Madrid con Isabel Díaz Ayuso es muy remota, pero la situación en Cibeles es completamente distinta. En el equipo de campaña, que encabeza Jorge Buxadé, señalan el ayuntamiento como una de las plazas donde "hay partido". El punto de partida es exigir entrar en el Gobierno, incluso en el supuesto de que Almeida obtenga más votos que toda la izquierda junta y sea investido en minoría. La formación ultraconservadora apunta que la batalla en la capital será una cosa de dos y que Begoña Villacís no tendrá nada que decir en la configuración del futuro Gobierno. "Ciudadanos está muerto, en Madrid y en todos sitios", subrayan.

Foto: La vicealcaldesa de Madrid y candidata de Ciudadanos al Ayuntamiento de la capital, Begoña Villacís. (EFE/Chema Moya)

Ciudadanos arranca su campaña con la convicción de que obtendrá representación en la capital. Aunque sea con el mínimo posible, que serían tres concejales, Begoña Villacís está segura de que será la excepción que rompa la regla de la práctica desaparición de Ciudadanos en el mapa nacional, y tendrá capacidad de influencia en el futuro equipo municipal. Su línea roja será la inclusión de Vox. Fuentes de la formación naranja detallan a este diario que "en ningún caso" compartirán la Junta de Gobierno con Javier Ortega Smith. "Madrid no puede estar en manos de alguien como él", valoran.

En el entorno de Villacís, reconocen que la relación con José Luis Martínez-Almeida ha sufrido un importante desgaste en los últimos meses, aunque tienen la puerta abierta de par en par para repetir la coalición. La tensión, en el caso de que se reedite el pacto, sería palpable desde el minuto uno. El PP cuenta ya entre sus listas con antiguos concejales de Ciudadanos —Pepe Aniorte y Ángel Niño— y para nada se descarta que incorpore algunos más como altos cargos de la Administración. La todavía vicealcaldesa de Madrid reconoce que este movimiento de los populares sentó bastante mal, pero no es menos cierto que llegar a un nuevo acuerdo con Almeida es su última oportunidad de continuar en política.

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La relación entre alcalde y vicealcaldesa se enrareció especialmente a raíz del viaje a ninguna parte de Begoña Villacís al PP. Hace unos meses, en plena fuga de cargos naranjas a las filas populares, y para sorpresa de la dirección nacional de Ciudadanos, la dirigente aseguró que había valorado convertirse en una "corriente" dentro del PP, y mantuvo varios encuentros con el número tres de Génova, Elías Bendodo. Pero el salto no se materializó. Ayuso frenó en seco aquel movimiento, y Almeida apoyó a su partner en esa decisión. Con la puerta del PP cerrada, Villacís confirmó que encabezaría la lista de Ciudadanos. Algunas voces del partido naranja creen que la vicealcaldesa, si logra representación en las urnas, debería cobrarse su venganza por el "menosprecio" de Almeida y abrirse a pactos con el PSOE. "La venganza es un plato que se sirve frío", opinan.

José Luis Martínez-Almeida ha convivido durante cuatro años con otros dos líderes políticos que han condicionado su agenda de gobierno en el Ayuntamiento de Madrid. Begoña Villacís desde dentro, como vicealcaldesa de Ciudadanos. Y Javier Ortega Smith desde fuera, con Vox como sostén de la coalición de PP y Ciudadanos. El regidor popular se enfrenta ahora a la reelección con un panorama incierto. La fortaleza de Isabel Díaz Ayuso, que acaricia la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid, no tiene su reflejo en la capital. Almeida seguiría necesitando de Vox y/o Ciudadanos, en caso de que los naranjas logren resistir. Y el alcalde cuenta con otro hándicap. La relación con sus dos socios potenciales está dañada, por no decir completamente rota. Esta circunstancia eleva la presión sobre el PP, obligado a obtener una mayoría clara en el Ayuntamiento de Madrid si no quiere sentir el vértigo de perder una plaza clave el 28-M por la falta de entendimiento con Ortega Smith y Villacís.

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