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El búho real se expande en Madrid y tres ejemplares anidan en El Retiro por primera vez
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El búho real se expande en Madrid y tres ejemplares anidan en El Retiro por primera vez

El aumento de la especie en la Comunidad provoca que estas aves busquen nuevos hábitats. Una pareja ya ha copulado en las inmediaciones, así que todo apunta a que se asentarán en el icónico parque, en pleno centro de la capital

Foto: Un búho real en el Parque del Retiro de Madrid. (Cedida)
Un búho real en el Parque del Retiro de Madrid. (Cedida)

Las noches en el Parque del Retiro de Madrid son un poco diferentes desde enero. Una vez que ha caído el sol, los parajes del pulmón del centro de la capital han adquirido una banda sonora no escuchada hasta ahora: tres búhos reales se han aposentado en las ramas de los altos pinos de la zona de Cecilio Rodríguez. Una fantástica noticia, coinciden los expertos, ya que esta especie en peligro de extinción apenas contaba con dos parejas en toda la Comunidad de Madrid a principios de los 80. El aumento de la población está detrás de su expansión. Por el momento, estos tres búhos reales dejarán de comer conejos durante un tiempo para depredar otras especies presentes en el Parque, como ratas, palomas, cotorras argentinas, gatos y ratones.

Santiago Soria es el subdirector de Parques y Viveros del Ayuntamiento de Madrid, entidad de la que depende el Retiro. Según cuenta, la discreción de estos animales no les permite concretar la fecha precisa en la que empezaron a merodear por el Parque. “Son animales nocturnos y se dejan ver poco. Han llegado al centro de la ciudad con mucho esfuerzo, pero han encontrado un espacio con más de 100 hectáreas en el que poder quedarse”, explica.

Foto: El Retiro recupera uno de sus espacios más especiales. (EFE/Mariscal)

Primero lo hizo el macho, que empezó a llamar a la hembra. Luego lo hizo ella. Y más tarde se estableció otro macho. Es este último el que, en estos momentos, se afana en encontrar pareja para también poder aposentarse. Gracias a los sonidos que emiten por la noche han podido ubicar a los ejemplares. “Si no lo hace, seguramente se vaya a otros lugares como Toledo, Guadalajara o Ciudad Real donde encuentre su caza preferida, los conejos”, añade Soria. En cambio, la pareja parece estable. Ya ha copulado, así que lo más probable es que reproduzcan la especie. "Los búhos reales, prácticamente, no hacen nido, sino que utilizan otros, como los de urraca, y más en zona de piedra que en árboles”, añade el experto.

Las crías tendrán que migrar

De esta forma, las crías nacerán en alguno de los edificios altos y cercanos a Cecilio Rodríguez, siempre y cuando tengan la suficiente tranquilidad para hacerlo y no haya cualquier otro animal que les perturbe. El futuro de estas crías está prácticamente escrito: “No tendrán sitio en el Retiro con sus padres porque no hay caza para todos. Dos, tres o cuatro parejas en el Parque será difícil de ver porque no hay población presa suficiente”, dice Soria.

Aún es temprano para saber con exactitud de qué se están alimentando estos tres búhos. El subdirector de Parques y Viveros sí apunta que ya tienen en su poder algunas egagrópilas, es decir, la parte del alimento que no digieren y que expulsan por la boca en lugar de por el ano y, normalmente, compuesta por huesecillos y piel. Desde el Ayuntamiento ya están en contacto con el CSIC para que estudien estos restos, una vez recogidos los suficientes durante una serie larga de tiempo.

placeholder Tres búhos reales se han aposentado en las ramas de los altos pinos de la zona de Cecilio Rodríguez, en El Retiro de Madrid. (Cedida)
Tres búhos reales se han aposentado en las ramas de los altos pinos de la zona de Cecilio Rodríguez, en El Retiro de Madrid. (Cedida)

La curiosidad de los viandantes en su empeño por fotografiar a estos nuevos ocupantes del Retiro parece no molestar demasiado a los búhos. Ni huyen ni se esconden, mantienen una posición activa ante este estímulo. Además, son animales inofensivos para el ser humano, aunque sí responderán si se sienten atacados. “Lo ideal es acercarse lo menos posible y si en algún momento el búho hincha sus plumas y se tensa, alejarse. La única manera de poder seguir disfrutando de ellos es no molestarles y sería una pena perderles por ese motivo”, apunta Soria.

Al fin y al cabo, estos animales son muy beneficiosos ya que, como todos los depredadores, eliminan población vieja, enferma y marginal. Así, ayudan a controlar las poblaciones de otras especies, sin olvidar que se trata de una especie en peligro de extinción que, por primera vez, ha decidido quedarse en el parque más importante de Madrid ubicado en el centro de la ciudad.

Objetivo: monitorizar sus movimientos

El director de Parques Regionales de la Comunidad de Madrid, Pedro Castaño, se retrotrae algunas décadas atrás, cuando el búho real sufrió un declive generalizado en toda Europa, sobre todo por el descenso de su principal fuente de alimentación: el conejo. Castaño apunta también que en el Parque Regional del Sureste se cuentan más de 110 parejas de esta especie. El aumento experimentado, esta vez, fue a la inversa: cuantos más conejos, más búhos reales.

Este experto señala que los búhos son muy territoriales, por lo que compiten entre ellos mismos, se ven como antagónicos, y marcan su terreno. De esa forma, ejemplares de la misma especie y de otras diferentes, como el halcón peregrino, se desplazan del lugar. “No los tenemos marcados, así que no sabemos de dónde vienen. De todas formas, los búhos reales son una de las rapaces más grandes y rápidas. Pueden alcanzar hasta los 70 km/h”, destaca Castaño.

Foto: Un conejo silvestre sale de su madriguera. (EFE/ERIK S. LESSER)

Por otro lado, el sitio en el que permanecen este tipo de especies silvestres lo eligen ellas. Es decir, que el búho real haya llegado hasta el Retiro de Madrid significa que en él ha encontrado las condiciones óptimas para vivir, tanto a nivel de alimentación como de seguridad. Pese a ello, igual que llegó puede marcharse al escuchar el reclamo de otro ejemplar de la misma especie y migrar a otro lugar.

Castaño apunta que desde Parques Regionales ya están marcando algunos búhos del Parque del Sureste para intentar conocerles más. “A través de unos emisores que les colocamos con sumo cuidado y sensibilidad, sabremos sus movimientos para realizar un seguimiento. Se trata de una especie de mochilas que apenas pesan unos gramos y que en menos de un año se desprenden de forma natural del animal”, explica. Daniel Izquierdo es experto en aves y medio ambiente, y colabora con la asociación Amigos del Buen Retiro de forma habitual. “El búho real es un superdepredador, está encima de la pirámide trófica. Realmente, como cazador no tiene competidores y eso hace que pueda colonizar una gran diversidad de nichos ecológicos”, relata.

Foto: Halcón real abatido. (Grefa)

Él también piensa que el aumento de la población de búhos reales en algunas zonas de la Comunidad de Madrid ha sido el motivo por el que estos tres ejemplares se queden en el Retiro. “Es una especie muy adaptativa que prácticamente se puede alimentar de casi todo, hasta de insectos, y eso hace que tengan tanto éxito a la hora de colonizar nuevos territorios”, continúa.

Mejorar la conservación de la fauna en el Retiro

Preguntado por la posibilidad de atacar a algún viandante, Izquierdo es tajante: “Prácticamente, ningún animal silvestre desea tener contacto con los seres humanos y tampoco hay reflejado ningún incidente al respecto”. Pese a ello, él también incide en la necesidad de que los curiosos que se acerquen a verles no les asusten.

Por último, este experto apunta que los tres búhos reales asentados en el Retiro no tienen que ver, “lamentablemente”, con la mejora de la conservación del Parque. “De hecho, nos gustaría que mejoraran su gestión en cuanto a la fauna que tiene. Deberían poner más cartelería pidiendo que se la respete o mensajes de que hay especies silvestres como los azulones [un tipo de pato] criando para que los perros no estén sueltos”, expresa.

placeholder Varios ejemplares de ánade azulón nadan en el lago de Olarizu de Vitoria. (EFE/David Aguilar)
Varios ejemplares de ánade azulón nadan en el lago de Olarizu de Vitoria. (EFE/David Aguilar)

También aporta otras ideas: “En los estanques de las barcas o en el del Palacio de Cristal, podrían indicar qué tipo de alimentación pueden comer las aves y peces que viven ahí, no dales gusanitos o pan; nos gustaría que se crearan como pequeñas reservas naturales dentro del Parque y que se instalaran cajas nido, algo bastante sencillo”. A ello se suma la necesidad de reducir las colonias felinas, ya que este tipo de zonas verdes son un oasis para las aves migratorias, en las que descansan y se alimentan.

“Aunque los gatos del Retiro están muy bien alimentados, muchas de estas aves pueden llegar justas de energía y ser presas del instinto felino cazador cuando en realidad deberían poder proseguir su viaje sin mayor incidentes”, concluye Izquierdo.

Las noches en el Parque del Retiro de Madrid son un poco diferentes desde enero. Una vez que ha caído el sol, los parajes del pulmón del centro de la capital han adquirido una banda sonora no escuchada hasta ahora: tres búhos reales se han aposentado en las ramas de los altos pinos de la zona de Cecilio Rodríguez. Una fantástica noticia, coinciden los expertos, ya que esta especie en peligro de extinción apenas contaba con dos parejas en toda la Comunidad de Madrid a principios de los 80. El aumento de la población está detrás de su expansión. Por el momento, estos tres búhos reales dejarán de comer conejos durante un tiempo para depredar otras especies presentes en el Parque, como ratas, palomas, cotorras argentinas, gatos y ratones.

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