Cortejo inesperado en Cibeles: Almeida da calabazas a Ortega Smith y su oferta de coalición

Vox sorprendió este miércoles con un giro inesperado en su relación de amor y odio con el PP en Madrid. Javier Ortega Smith aprovechó una reunión sobre las normas urbanísticas de la capital para cortejar (electoralmente) a José Luis Martínez-Almeida después de más de un año de críticas y boicot. El candidato de la formación ultraconservadora ha pasado en cuestión de meses de vetar los presupuestos municipales y acusar al alcalde de "mentiroso" y "traidor" a plantearle sin complejos un gobierno de coalición tras las elecciones del 28 de mayo. El pretendido acercamiento, sin embargo, tendrá que esperar. El dirigente popular rechazó la oferta y reiteró su objetivo de caminar solo.

La cita estaba planteada para analizar los detalles del plan urbanístico, un proyecto clave para el futuro de la ciudad y que Vox, precisamente, mantiene bloqueado tras su rechazo en la comisión del ramo. Al encuentro, programado a las diez de la mañana, acudió también el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, por ser el competente en la materia. Pero el concejal de Ciudadanos sobraba para su interlocutor. Ortega Smith exigió que la reunión fuera únicamente con Almeida e instó a Fuentes a marcharse. El edil naranja, volcado en sacar adelante las nuevas normas, aceptó con cierta incredulidad y resignación. El objetivo era otro.

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Ortega Smith descubrió al término del encuentro las intenciones con las que fue a Cibeles. Las normas urbanísticas estaban en su particular orden del día, pero en un plano secundario. El fondo de la reunión era, sorpresivamente, sentar la bases para un futuro acuerdo de gobierno con el PP tras el 28-M. "Le adelanto, y lo he hablado con el alcalde, nos vamos a tener que entender porque en las próximas elecciones creo que ni tú ni yo, por más que nos encantaría a cada uno, vamos a tener mayoría absoluta. Nos tendremos que entender porque lo contrario es dejar que la izquierda nefasta, sectaria e inútil vuelva a gobernar este ayuntamiento con sus políticas que no sirven para nada más que para empobrecer a los madrileños", declaró el exsecretario general de Vox.

El giro ha sido radical en apenas unos meses. Ortega Smith ha hecho tabula rasa y ahora abre los brazos a Almeida como si nada hubiera pasado. Las palabras de este miércoles no tienen nada que ver con la hostilidad exhibida en la segunda mitad de la legislatura, con insultos y el veto a los presupuestos de 2023 por no derogar Madrid Central. "Que le vaya bonito, con nosotros no cuente", llegó a decir entonces, como un portazo a cualquier atisbo de pacto o acercamiento en el último año de mandato. Pero como dice la canción, ni contigo ni sin ti tienen mis males remedios. Y Vox continúa en bucle en esa especie de espiral de amor y odio con los populares.

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Las restricciones de tráfico marcan todavía su argumentario en la capital, pero a tres meses de las elecciones ya no parecen líneas rojas insalvables. "Lo que ocurre es que hay unas discrepancias importantes con un desengaño, una gran tristeza, después de que el señor Almeida prometiera derogar el Madrid Central de Manuela Carmena pero no lo hizo, a pesar de nuestro pacto de investidura. Eso nos separa y mucho", dijo Ortega Smith. Pero matizó: "Tenemos que encontrar soluciones".

Relación rota

José Luis Martínez-Almeida, sin embargo, parece convencido de que es mejor gobernar solo que mal acompañado. Y apenas tuvo un micrófono delante, rechazó la inesperada oferta de Javier Ortega Smith y le dio calabazas. Incluso negó que hubiera atendido su petición en la reunión que mantuvieron. "No me planteo más gobierno de coalición que con los madrileños, y una amplísima mayoría de madrileños que me permitan gobernar en solitario con un gobierno sólido, fuerte, estable, respaldado por una amplia mayoría", dijo el alcalde de la capital, reacio ahora a cualquier tipo de coqueteo con la formación ultraconservadora, convencido de que puede alcanzar el objetivo de la mayoría absoluta. Las encuestas internas, de hecho, sitúan al PP con 28 ediles en Madrid, a uno solo del ansiado objetivo.

El cortejo ha sorprendido en Cibeles. La relación entre Almeida y Ortega Smith no es buena y desde el equipo del alcalde señalan sin miramientos al líder de Vox como el responsable de esta situación. También del bloqueo de las normas urbanísticas y de otras cuestiones que estaban en la lista de prioridades para la coalición del PP y Ciudadanos, como la rebaja del IBI prevista en los presupuestos. "El contacto con todos los concejales es buena y fluida. El problema es Javier", explican fuentes cercanas al regidor popular, que aspiran a poder sacarlo de la ecuación. El plan de Almeida para después del 28-M, como informó El Confidencial, pasa por ignorar a Vox y gobernar en solitario en segunda vuelta si consigue más representación que toda la izquierda junta. Al menos de momento. Porque los amores reñidos, son también los más queridos.