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La 'invasión' de conejos que ha levantado a medio campo de Aranjuez: "Solo hay destrozos"
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La 'invasión' de conejos que ha levantado a medio campo de Aranjuez: "Solo hay destrozos"

Los agricultores que labran en los alrededores de la ciudad están hartos de la superpoblación de animales, que arrasa sus cultivos y no deja crecer la cebada. Estiman cuantiosas pérdidas y piden ayuda a la Comunidad

Foto: Un conejo silvestre sale de su madriguera. (EFE/ERIK S. LESSER)
Un conejo silvestre sale de su madriguera. (EFE/ERIK S. LESSER)

Nadie quiere ni oír hablar de conejos en el campo de Aranjuez. Los agricultores de esta zona de Madrid están hartos de esos animales, que cada día abundan más y no paran hasta "arrasar" con sus cultivos. Eso denunciaron desde la Asociación de Jóvenes Agricultores de Madrid (ASAJA) tras detectar diversas madrigueras muy próximas a sus áreas, así como restos de excrementos. Preocupa sobre todo en los terrenos que siembran trigo y cebada, y son muy perseguidos por estos pequeños para poder alimentarse. Pero ya hay casos de trabajadores que han tenido que desembolsar un extra para reparar los daños y volver a plantar nuevas semillas. La situación es cada vez "más insostenible" y denuncian que pasa el tiempo y "solo hay destrozos".

"Esto no es nuevo, se han convertido en una plaga", denuncia uno de los agricultores afectados. Juan Pedro Laguna tiene terrenos a lo largo y ancho de la Comunidad de Madrid. También en Aranjuez, donde posee una huerta de cebada o tomate. En Colmenar de la Oveja, San Martín de la Vega y Villaconejos cuenta con diversos olivares. Pero hace tiempo que su producción final no depende solo de él. "A mi me están amargando la vida", confiesa, asegurando que un 40% de la superficie total de cebada en su poder, 25 hectáreas, fue arrasada por los conejos. "Me gasté casi 5.000 euros solo en más abono y semillas, y hasta 10.000 si sumas la renta", calcula. "Van a llegar a las casas", augura, apuntando a que el problema puede terminar por extenderse más allá de los agricultores.

Foto: Arantxa y Rubén, a veces cajeros, a veces clientes. (A.F.)

Hace cuatro o cinco años que tienen este problema. Al menos, eso recuerda Juan Pedro y lo mismo le dicen otros compañeros de oficio que siembran en distintos puntos de la región. Dice que antes, cuando llegaba el calor, casi todos morían por tomatosis, una enfermedad que afecta a los conejos y les inflama la cara o enrojece los ojos. "Estos no mueren, y se reproducen como locos", explica estupefacto. Entre los agricultores, continúa, existen algunas teorías: "Creemos que pueden estar vacunados o que haya alguien que esté desperdigándolos adrede por la zona", sostiene aunque admite que no han analizado ningún espécimen para verificar si fue inoculado y por eso sobrevive.

Aunque el grito de socorro más reciente lo dieron en el campo de Aranjuez, este trabajador señala que el problema se extiende a toda la Comunidad de Madrid. "Tengo un amigo que dice lo mismo en Fuenlabrada, otro en Torrejón de Velasco, en Griñón, Parla...", enumera. Y hay un aliciente más: "Tenemos miedo a que autoricen poner los parques solares que están previstos para las tierras rústicas y van a multiplicar la población de conejos y destrozar la agricultura", elucubra. ¿Por qué? Según Juan Pedro, la respuesta es muy simple: "Al allanar los terrenos para colocar los paneles harán que salgan de sus madrigueras y busquen comer de lo que hay a su alrededor".

Foto: Pachi señala la zona donde no le dejan instalar (G.M)

La solución

Solo el año pasado llegaron a matar a unos 700 conejos, según el agricultor madrileño. Es la única forma que se les ocurre de atenuar, al menos, el problema. Porque erradicarlo por completo no parece que vaya a ser fácil. "Yo quiero convivir con ellos, no matarlos. No me importa admitir que me da miedo y no me gusta usar ese tipo de violencia con los animales, casi siempre podemos entendernos", lanza, aunque "esto ya se está volviendo algo insostenible". Así que ahora está a favor de dar caza a los conejos siempre que la Comunidad de Madrid tramite los permisos para hacerlo.

"Pero eso siempre ocurre tarde y mal", denunció. El Gobierno autonómico tiene potestad para autorizar la caza o la captación de animales en los terrenos en los que está prohibida. Según Juan Pedro, si se agilizara este proceso –que puede durar más de un mes– habría gente que "vendría a cogerlos voluntariamente los fines de semana para luego venderlos en un coto, y estaríamos solucionando el problema", concluye. A él suelen darle el permiso para un lunes, un miércoles o un viernes, aunque al ser en mitad de sus jornadas de trabajo es imposible hacerlo. "Además, a mi no me gusta matar. Soy agricultor, no cazador", remarca.

Foto: Un jilguero ya capturado

Desde ASAJA Madrid creen que los conejos se han convertido en una "auténtica plaga" que amenaza los cultivos. Y coinciden en que el proceso para que los agentes forestales vayan a echar una mano es farragoso. "Primero tienen que venir a comprobar que verdaderamente hay sobrepoblación en cada zona, y luego fijar otra visita más tras verificar que existe", exponen. Alguna vez se ha sugerido la alternativa de una alambrada que delimite y proteja los terrenos. Pero no tienen tan claro que sea lo más eficiente.

"Todo serían problemas: se enredarían, pondrían en peligro a la gente que pase por allí y pueda pincharse... y valen una pasta", consideran. Así que vuelven a apostar por ofrecer permisos los sábados y domingos para que la gente pueda ir a coger conejos. De momento, piden que su "calvario" llegue a oídos de la Comunidad de Madrid, a la que ya alertaron de todo lo que ocurre.

"No nos consta que esto afecte a muchos ganaderos", contrastó la Comunidad

Pero en la Consejería de Medio Ambiente apenas llegan noticias. "No nos consta que haya superpoblación ni que afecte a mucha gente", apuntan desde el principio, señalando que solo tienen la certeza de que "alguno ha tomado medidas porque veía más conejos de lo habitual". Insisten en que la Administración autonómica "está pendiente del exceso de población de cualquier especie" y también recuerda que se conceden más permisos cinegéticos cuando lo confirman.

Nadie quiere ni oír hablar de conejos en el campo de Aranjuez. Los agricultores de esta zona de Madrid están hartos de esos animales, que cada día abundan más y no paran hasta "arrasar" con sus cultivos. Eso denunciaron desde la Asociación de Jóvenes Agricultores de Madrid (ASAJA) tras detectar diversas madrigueras muy próximas a sus áreas, así como restos de excrementos. Preocupa sobre todo en los terrenos que siembran trigo y cebada, y son muy perseguidos por estos pequeños para poder alimentarse. Pero ya hay casos de trabajadores que han tenido que desembolsar un extra para reparar los daños y volver a plantar nuevas semillas. La situación es cada vez "más insostenible" y denuncian que pasa el tiempo y "solo hay destrozos".

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