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Vuelven los puestos del Rastro a la plaza Vara del Rey, pero los vendedores no están muy contentos
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Vuelven los puestos del Rastro a la plaza Vara del Rey, pero los vendedores no están muy contentos

El Ayuntamiento de Madrid permite que los 174 vendedores desplazados por la remodelación del espacio, que comenzó en septiembre, regresen a su lugar original

Foto: Varios visitantes pasan ante uno de los puestos del Rastro, en Madrid, en una imagen de archivo. (EFE/Víctor Lerena)
Varios visitantes pasan ante uno de los puestos del Rastro, en Madrid, en una imagen de archivo. (EFE/Víctor Lerena)

Es un icono en Madrid. Cada vez más frecuentado por turistas que por locales, el mercado ambulante de El Rastro lleva a sus espaldas varios siglos en pie. Se extiende por kilómetros desde el céntrico barrio de La Latina, y puede acoger hasta 3.500 puestos. En estos momentos, el Ayuntamiento contabiliza 997. Las casetas de venta se cuelan en muchas de las calles aledañas, desde Fray Ceferino López hasta la del Carnero. La plaza de Vara del Rey es uno de los puntos clave en los que desemboca, y en ella son frecuentes las tiendas al aire libre especializadas en revistas, cromos o juegos de cartas.

Pero en septiembre desplazaron a los 174 vendedores que la ocupaban por unas obras para remodelar la glorieta, y en estos cinco meses tuvieron que quedarse en "el exilio", como ellos mismos lo catalogaron en un comunicado reciente, junto al jardín de las Heroínas del Sálvora, a unos pocos metros. Ahora, el Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde a su retorno al lugar de origen, aunque deberán cambiar de sitio aquellos puestos que tras las obras ocupen zonas de paso peatonal. La idea para la remodelación era reordenar las plazas de aparcamiento y optimizar los espacios peatonales para dar más accesibilidad al tránsito, o aumentar los puntos verdes con más árboles. Aunque ahora puedan volver, no todos están contentos.

Foto: Uno de los puestos del Rastro de Madrid. (EFE/Luca Piergiovanni)

La vicepresidenta y portavoz de la Asociación El Rastro Punto Es, que representa en torno al 80% de comerciantes ambulantes, según estiman, es muy crítica con las formas en las que todo se ha gestado. Mayka Torralbo, que es quien explica esta situación a El Confidencial, es también la coordinadora de la Plataforma de Comerciantes Ambulantes de la Comunidad de Madrid. Y aunque celebra la vuelta de las tiendas a la plaza de Vara del Rey, cree que se hizo "de la forma más amarga". La representante de los vendedores recuerda que el pasado 27 de enero, a las puertas de rehabilitar el espacio, mantuvieron un encuentro con la Junta Municipal del Distrito Centro para abordar la apertura. Pero salieron escaldados.

Ninguna de las ubicaciones propuestas por el Ayuntamiento para reubicar los puestos que ahora están en zona peatonal convencían del todo a sus comerciantes. En concreto, los que más problemas plantean son los de la calle Amazonas, entre Vara del Rey y el Cascorro. Con los nuevos cambios, deberán cambiar del lado izquierdo de la acera al margen derecho, de forma que inevitablemente se topan con los nuevos alcornoques, con las farolas y los accesos a las viviendas contiguas. Además, Torralbo recalca que esa parte de la vía es donde "más pega el Sol en verano" y es posible que "se les queme el género". Días más tarde, el 6 de febrero, se celebró otra reunión de la que tampoco surgió ningún nuevo acercamiento entre las partes.

placeholder Una vendedora aguarda la llegada de clientes en uno de los puestos del Rastro, en Madrid, en una imagen de archivo. (EFE/Víctor Lerena)
Una vendedora aguarda la llegada de clientes en uno de los puestos del Rastro, en Madrid, en una imagen de archivo. (EFE/Víctor Lerena)

Aunque al principio les entusiasmaba la idea de volver a la céntrica plaza, pues estaban en zonas colindantes que "no cumplían las condiciones y tuvimos que resignarnos", ahora creen que con las modificaciones apartan a "una clientela fidelizada que ya sabe dónde estamos". Para más inri, la portavoz de El Rastro Punto Es augura ciertos "desajustes" en la carga y descarga que hasta ahora se había hecho de forma autogestinada, cuenta, aprovechando que conocían a sus vecinos de la tienda de al lado. "Si desorganizas todo eso se convierte en un caos", aseguró.

Los vendedores, a través de sus representantes, lamentan la "escasa predisposición al diálogo" que dicen haber percibido por parte de la Junta del Distrito. Creen que la decisión de ha tomado de forma "unilateral", sin tener en cuenta sus demandas sobre las nuevas ubicaciones. "Desde el principio les pedimos que al finalizar las obras respetaran las localizaciones originales y que nos facilitaran los planos del proyecto para ver cómo quedaría el espacio", narra Torralbo en una nota previa. En la reunión de finales de enero, eso sí, les repatieron unos bocetos con tres posibles formas de reorganizar los puestos adjudicados tras las nuevas modificaciones.

Sin embargo, los afectados denuncian que estos cambios ya iniciados sin previo aviso impedían de por sí escoger cualquiera de los espacios que solicitaban, condenándoles a un "desplazamiento obligado e indeseado".

placeholder Una imagen de El Rastro durante las obras. En un cartel se lee: 'Almeida [el alcalde de Madrid] siembra el caos y la ruina'. (Cedida)
Una imagen de El Rastro durante las obras. En un cartel se lee: 'Almeida [el alcalde de Madrid] siembra el caos y la ruina'. (Cedida)

El concejal-presidente del Distrito Centro, José Fernández Sánchez, ya reaccionó a las críticas de los comerciantes e indicó que "la inmensa mayoría recuperan su ubicación tradicional". Ha asegurado que fueron hasta cinco las reuniones que mantuvo el Ayuntamiento con representantes de vendedores y asociaciones, y que en todas ellas presentaron sus propuestas. Al final, concluye que se optó por la que menos perjudicaba sus intereses al conllevar menores cambios. También señaló que en el desarrollo de las obras se estuvo en contacto directo con todas estas organizaciones, tanto de locales fijos como ambulantes, para ofrecerles información lo más actualizada posible.

"En ningún mercadillo, ni regional ni nacional, tiene sentido lo que pretenden hacer en El Rastro de Madrid", sentenció sin embargo la vicepresidenta de la Asociación El Rastro Punto Es en una carta a este mismo concejal, remitida el pasado 9 de febrero. Esta misiva era la respuesta a otra que Fernández les envió a las agrupaciones un día antes, informando de los planos para la cuarta propuesta para la reubicación del domingo. Los mercaderes creen que "no tiene sentido alguno" trasladar a otra localización los puestos que ahora pasan a estar sobre pasos de cebra, pues cada vez que se monta el mercado ambulante "todo el perímetro queda cerrado al tráfico rodado", por lo que no ven dónde está el peligro.

placeholder El asfaltado de una de las calles por las que pasa El Rastro, durante las obras. (Cedida)
El asfaltado de una de las calles por las que pasa El Rastro, durante las obras. (Cedida)

Tanto los comerciantes como los representantes de la Administración municipal siguen recelando unos de otros pese a que al fin volverán los puestos a Vara del Rey. La batalla del sector F, el módulo de tenderetes que incluye las casetas afectadas, comenzó mucho antes y ya hubo problemas nada más iniciarse las obras en septiembre. La portavoz de la asociación de vendedores denunció, tras anunciarse el traslado temporal, que el primer domingo que se hizo efectivo casi ningún comerciante "sabía" dónde debía instalarse ahora. Ya apuntaban a una falta de comunicación por aquellos días.

En nada de esto coincide, no obstante, el Ayuntamiento de Madrid, que insiste en haber contado en todo el proceso con ellos. "Se ha creado tal follón hoy que hay instalados solo un tercio de los puestos que debería haber", declaró a finales del verano Mayka Torralbo, sin saber con certeza que meses después su enfado persistiría.

Es un icono en Madrid. Cada vez más frecuentado por turistas que por locales, el mercado ambulante de El Rastro lleva a sus espaldas varios siglos en pie. Se extiende por kilómetros desde el céntrico barrio de La Latina, y puede acoger hasta 3.500 puestos. En estos momentos, el Ayuntamiento contabiliza 997. Las casetas de venta se cuelan en muchas de las calles aledañas, desde Fray Ceferino López hasta la del Carnero. La plaza de Vara del Rey es uno de los puntos clave en los que desemboca, y en ella son frecuentes las tiendas al aire libre especializadas en revistas, cromos o juegos de cartas.

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