La última bala de Villacís en Madrid: se reivindica como la mejor aliada del PP tras la crisis en CyL
La vicealcaldesa no ha confirmado aún si se presentará a los comicios del 28 de mayo ni cuáles son los planes respecto a los populares. Desde su entorno reiteran que el resultado de la coalición en Cibeles es un gran aval
La crisis entre el PP y Vox en Castilla y León ha alentado las expectativas de Begoña Villacís para continuar en política tras el 28 de mayo. El entorno de la vicealcaldesa de Madrid, que aún no ha confirmado su candidatura para las próximas elecciones, defiende que la polémica por el protocolo antiaborto evidencia cuál es el mejor aliado posible para los populares. El choque indisimulado entre Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo, explican desde su equipo, contrasta con el resultado de la coalición en Cibeles, donde el pacto entre la líder de Ciudadanos en la región y José Luis Martínez-Almeida ha sobrevivido cuatro años a pesar de todo. La lectura advierte de una doble vertiente. La posibilidad de conservar a una parte de sus votantes de 2019, muy remota según las encuestas, y el aval ante una hipotética fusión.
Fuentes de la formación naranja en la capital destacan que la mejor campaña que pueden hacer en este momento es reivindicar su gestión durante la legislatura. Por un lado, por el trabajo de sus concejales, pero también porque han demostrado cómo ha de ser un Gobierno de coalición. "Castilla y León está siendo un banco de pruebas y refleja cuál es la diferencia. Es la primera vez que tenemos un argumento para demostrar cuál es la diferencia entre Vox y Ciudadanos", detallan a este diario.
Desde Ciudadanos consideran que la marca Villacís trasciende incluso de las siglas en Madrid y que si hay un sitio donde pueden volver a ser decisivos, ese es el Ayuntamiento. La realidad, no obstante, es que el futuro de la vicealcaldesa sigue sin resolverse a cuatro meses para las urnas. Su entorno asegura que habrá una candidatura del partido a Cibeles, pero la principal implicada sigue sin dar el paso definitivo. La propia Villacís ha negado en varias ocasiones que vaya a integrarse en el PP, pero los rumores no cesan. Especialmente cuando ya se han celebrado las primarias en la formación, con la victoria de la candidatura apoyada por la dirigente.
El fantasma de su posible fichaje por parte del PP acompaña a Begoña Villacís desde hace meses. Hasta el punto de que algunos compañeros de partido apostaban por la teoría de que, si Edmundo Bal se hacía con la presidencia de Ciudadanos, ella tendría la “excusa perfecta” para fichar por los populares. Ya fuera a nivel municipal o integrándose en la esfera nacional. Pero la lista apoyada por Inés Arrimadas (y la propia Villacís) se llevó el gato al agua con un resultado muy ajustado. La margarita que queda por deshojar es si el futuro político de la vicealcaldesa será de nuevo con Ciudadanos, que aspira a renacer de sus cenizas el próximo 28 de mayo.
La 'via Marín' como salida
Preguntados por el futuro de su compañera de filas, algunas voces del partido naranja creen que, “si es lista”, encabezará la candidatura en el Ayuntamiento de Madrid. Así, si se estrella en las urnas por la propia inercia electoral de la marca, podría optar por lo que denominan como “vía Marín”. Conviene recordar que cuando Juan Marín, exvicepresidente y excoordinador de Ciudadanos en Andalucía no logró ni un solo escaño en las últimas autonómicas, Juanma Moreno le recolocó en un órgano dependiente de la Junta, pero con escaso peso político: el Consejo Económico y Social de Andalucía. Esta podría ser otra de las salidas para la concejal madrileña tras los comicios, pero esta fórmula contrasta con los intereses del PP.
La posible candidatura de Begoña Villacís obstaculiza las posibilidades de que José Luis Martínez-Almeida alcance la mayoría absoluta o tenga una victoria suficiente para no depender de Vox. Aunque las encuestas auguran una victoria del alcalde, necesitaría el apoyo de otra fuerza o fagocitar a sus actuales socios por completo. Solo unos votos podrían ser decisivos, como ya ocurrió en las elecciones de 2015, cuando Esperanza Aguirre no consiguió la victoria por los electores que se decantaron por Vox, entonces una fuerza minoritaria. Por eso, como informó El Confidencial a finales de año, el PP trabaja en la estrategia de neutralizar a la líder de Ciudadanos y presiona para que no concurra el próximo 28 de mayo. Los movimientos en el partido a diferentes niveles dan cuenta de ello, también en el grupo municipal de los naranjas, con disidencias en torno a cuál debe ser el futuro de la formación tras las sucesivas debacles electorales.
El PP, por su parte, seguirá adelante con su particular política de fichajes, que ya ha sumado a nombres como el de Borja Sémper, Íñigo de la Serna o los ex de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero. Pero Génova nunca ha escondido que entre sus planes también está el de incorporar a “talento” de Ciudadanos. Fuentes de la dirección aseguran tener buena relación tanto con Inés Arrimadas como con Begoña Villacís, además de otros cargos como Luis Garicano, anterior responsable económico del partido naranja. Alberto Núñez Feijóo no ha dado aún un paso adelante en este sentido, pero mantendrá su oferta de “puertas abiertas”. Desde el círculo de confianza de la vicealcaldesa, además, niegan que haya habida una oferta forma en cualquier sentido.
La crisis entre el PP y Vox en Castilla y León ha alentado las expectativas de Begoña Villacís para continuar en política tras el 28 de mayo. El entorno de la vicealcaldesa de Madrid, que aún no ha confirmado su candidatura para las próximas elecciones, defiende que la polémica por el protocolo antiaborto evidencia cuál es el mejor aliado posible para los populares. El choque indisimulado entre Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo, explican desde su equipo, contrasta con el resultado de la coalición en Cibeles, donde el pacto entre la líder de Ciudadanos en la región y José Luis Martínez-Almeida ha sobrevivido cuatro años a pesar de todo. La lectura advierte de una doble vertiente. La posibilidad de conservar a una parte de sus votantes de 2019, muy remota según las encuestas, y el aval ante una hipotética fusión.