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Adiós a las terrazas covid en Madrid… pero solo en Chamberí
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Adiós a las terrazas covid en Madrid… pero solo en Chamberí

Algunas calles del distrito se habían convertido en el lugar predilecto para la fiesta madrileña. A partir del 9 de enero, volverán a la antigua normalidad sin las mesas y sillas invadiendo su barrio

Foto: Terrazas de Ponzano. (EFE/Fernando Villar)
Terrazas de Ponzano. (EFE/Fernando Villar)

Ha tenido que llegar la zona de protección acústica especial al distrito de Chamberí para que los hosteleros levanten sus coyunturales terrazas de la calzada casi un año antes de lo que lo harán sus homólogos por el resto de la ciudad. Estas se aprobaron en mayo de 2020 a causa de la pandemia y tan solo estarían cuatro meses, pero ya llevan más de dos años ocupando zonas de estacionamiento, lo que causa grandes perjuicios al vecindario. Por su parte, las asociaciones vecinales reclaman terminar con la permisividad con la que cuentan este tipo de negocios que ponen en cuestión el modelo residencial de la capital.

Según los datos que maneja Pilar Rodríguez, portavoz de la Asociación vecinal El Organillo de Madrid, antes de la pandemia había 400 terrazas en la zona y cuando terminó el número se había duplicado. “El Ayuntamiento, con esa retahíla que tenía que parecía que los hosteleros eran los únicos que estaban perdiendo dinero durante la pandemia, permitió poner terrazas en bandas de aparcamiento que se dieron fundamentalmente en el centro, y dentro del centro, en Chamberí”, relata esta vecina.

Foto: Terrazas en bandas de estacionamiento en la calle Menorca. (L.F.)

Tal y como explicita, “un cuarto de esas 400 terrazas son ilegales, sin licencia, pero las han permitido” desde el Consistorio. La cosa fue a más en la conocida calle Ponzano, descrita por Rodríguez como “el paradigma del desmadre de todo Madrid”, en donde de 140 plazas de aparcamiento quedaron únicamente 30 utilizables tras la instalación de estas terrazas temporales, relata la portavoz.

Las molestias de dicha situación para los vecinos no se hicieron esperar. Muchos de ellos tuvieron que alquilar plazas de garajes que rondan los 200 euros al mes en la zona para poder asegurarse un lugar en el que aparcar su coche.

Foto: Vecinos de Chamberí denuncian los ruidos insoportables en la zona. (Isabel Blanco)

Además, las terrazas covid que nacieron en mayo de 2020 para dar un pequeño respiro a los locales de hostelería que no podían trabajar al 100% en el interior de sus locales, se han ido prorrogando de tal forma por parte del Ayuntamiento que, si no hay nuevo aviso, podrán ocupar estaciones de aparcamiento hasta finales de 2023.

La ZPAE salva Chamberí

“Esto es un absoluto despropósito, porque es que ya no existe restricción alguna para no poder operar como antes de la pandemia, y mientras los perjudicados somos los vecinos”, incide la misma Rodríguez. Ella, por otra parte, será una de las cientos de personas que a partir de este 9 de enero verá como todo vuelve a la normalidad precovid, más o menos. Tras la aprobación de la zona de protección acústica especial de Madrid (ZPAE) en algunos tramos del distrito de Chamberí a finales de noviembre de 2022, los hosteleros tienen la obligación de retirar sus terrazas de la calzada.

Tal y como estableció el consistorio, la nueva normativa mantiene el ámbito espacial planteado inicialmente, delimitado por las siguientes calles: Bravo Murillo, Bretón de los Herreros, Carranza, Donoso Cortés, Espronceda, Fernández de la Hoz, García de Paredes, Génova, José Abascal, Santísima Trinidad, Magallanes, Modesto Lafuente, Monte Esquinza, Orfilia, Ponzano, Raimundo Fernández Villaverde, Ríos Rosas, Sagasta, San Bernardo, Santa Engracia, Zurbano, Zurbarán y las glorietas de Bilbao, Ruiz Jiménez, General Álvarez de Castro y la plaza de Alonso Martínez.

Foto: (EFE/Kiko Huesca)

Rodríguez está segura de que algunos hosteleros se van a resistir a respetar la norma dado el rédito económico tan ventajoso que los propietarios de estos negocios ganan con las terrazas en las plazas de aparcamiento. “Lo que tendrían que pensar es que fue algo para cuatro meses y llevan más de dos años con esa medida de gracia, además de que no han pagado ningún tipo de tasa”, remata la portavoz de la asociación vecinal. La retirada de las terrazas no es la única medida que deberán implementar los comercios de la zona protegida: también tendrán que respetar una cierta distancia entre locales y deben tener todo cerrado a efectos de mejorar todo lo posible la disminución del ruido.

Foto: Una terraza en el barrio de Chamberí. (Isabel Blanco)

El Dueño del restaurante Gala, en la calle de Espronceda, una de las protegidas acústicamente, responde a este medio mientras retira su terraza covid. “Hace como unos diez días llegó una persona del Ayuntamiento al local a informarnos de esto, que teníamos que quitarlas antes del día 9 de enero, y en ello estamos”, afirma Serafín Losada. En su caso, tenía autorizadas unas 12 personas en el exterior, lo que se traduce entre tres y cuatro meses.

Mal ambiente en el distrito

“Ha habido momentos en que sí que nos servían, fundamentalmente en plena pandemia, pero ahora mismo, por nuestro tipo de local, la gente ya no se sienta apenas en la terraza”, relata el dueño de este restaurante con un ticket medio algo elevado. De hecho, para este negocio el tema de las terrazas era más perjudicial que beneficioso: “Aquí puede venir una pareja que se puede dejar unos 120 euros en una cena, pero era algo desagradable lo que veían en el barrio, con gente bastante conflictiva, pasada de copas. Comprendo bastante a los vecinos”, explica Losada. Sin ir más lejos, denomina como “insoportable” el ruido que se daba en la zona.

Borja Carabante, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, afirmó durante la sesión plenaria en la que se aprobó la ZPAE que la normativa “permite proteger el derecho de los vecinos al descanso” y “conjugar con la actividad comercial y empresarial de la zona”.

Foto: Begoña Villacís, en una terraza durante la apertura tras el confinamiento. (EFE)

Pese a que a Losada no le afectará demasiado la retirada de su terraza que ocupaba algunos estacionamientos para vehículos, no sucederá lo mismo con otros negocios hosteleros. “La verdad es que por aquí hay locales bastante pequeños que pueden tener una capacidad de diez personas en la barra, y ahora podían tener hasta el doble con la terraza, así que también comprendo su enfado”, alega el empresario, quien vaticina este futuro para el barrio: “La calle Ponzano, con la nueva ampliación de aceras, recuperará sus terrazas totalmente homologadas con todas las licencias y parabienes. El problema lo tendrán los negocios de alrededor, porque en la ZPAE hay gente que saldrá muy perjudicada”.

En contra de todas las terrazas

Chamberí, de esta forma, es el primer barrio que ve cómo se levantan las terrazas covid que tantos disgustos han traído a algunos vecinos y ventajas a la mayoría de hosteleros. Chamberí también es la zona a la que miran con envidia desde los demás barrios y distritos de la capital: “Estamos hablando de que, dependiendo del momento del año y del lugar, hay terrazas que operan hasta pasadas la una de la madrugada”, defiende Kike Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM).

La implantación de la ZPAE en algunas calles del citado distrito impide, dependiendo si la zona de contaminación acústica es baja, media o alta, que las terrazas operen en algunos horarios. El máximo está en las 1:30 horas de la madrugada los viernes, sábados y vísperas de festivos en el periodo estival y en zonas de contaminación acústica baja frente a las 23:30, hora en la que deberán de dejar de operar las terrazas que se encuentren en la zona de contaminación acústica alta todos los días de la semana menos viernes y sábado.

Foto: Una terraza abarrotada en el centro de Madrid. (EFE)

“¿Pero qué pasa en las demás zonas? ¿En esas sí se puede incumplir la Ley del Ruido?”, se pregunta el mismo Villalobos, quien desde un primer momento se opuso a la modificación de la ordenanza municipal que regula este ámbito al entender que ampliarían la oferta de terrazas en la calle durante mucho más tiempo del aprobado en un primer momento, como ha ocurrido.

La propuesta que lanzan desde la FRAVM para acabar con este conflicto entre hosteleros y vecinos se basa en varios puntos. Uno de ellos es el límite de horario, que establecen a las 11 de la noche, incluso más restrictivo en algunos sitios. También defienden que las terrazas se pongan en primavera y verano, como sucedía antes de la aprobación de la Ley Antitabaco, y que todo ello tenga lugar tras un estudio de impacto ambiental que garantice que las terrazas no van a afectar al descanso del vecindario.

Según Villalobos, “a la hostelería se le permite una ocupación brutal del espacio público que pone en serias dificultades a personas con movilidad reducida”, pero no se queda ahí la cosa: “La permisividad a la hostelería pone en tela de juicio el modelo residencial de la ciudad”, concluye el presidente de la FRAVM.

Ha tenido que llegar la zona de protección acústica especial al distrito de Chamberí para que los hosteleros levanten sus coyunturales terrazas de la calzada casi un año antes de lo que lo harán sus homólogos por el resto de la ciudad. Estas se aprobaron en mayo de 2020 a causa de la pandemia y tan solo estarían cuatro meses, pero ya llevan más de dos años ocupando zonas de estacionamiento, lo que causa grandes perjuicios al vecindario. Por su parte, las asociaciones vecinales reclaman terminar con la permisividad con la que cuentan este tipo de negocios que ponen en cuestión el modelo residencial de la capital.

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