¡Corre! Cuatro de las mejores exposiciones de 2022 terminan en enero

Estos días no son solo para realizar regalos o aprovechar para pillar algún modelito en las rebajas. Estos días también son para aquellos rezagados que durante el último cuarto de año se les han escapado algunas de las mejores exposiciones, colectivas y monográficas, que se han celebrado en Madrid.

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Marta Medina

Hay fotografía, pintura, diseño de moda y relaciones poco conocidas, como la que Pablo Picasso estableció con Coco Chanel. Los dos artistas colaboraron y vivieron en el París de entreguerras, en un momento especialmente convulso y creativamente arrollador.

Picasso / Chanel (Hasta el 15 de enero)

Fue gracias a Jean Cocteau que Chanel y Picasso comenzaron a colaborar juntos y a conocerse. Dos obras, Antígona y Le Train Bleu, fechadas en 1922 y 1924 respectivamente, sirven de base para afianzar el recorrido de una exposición vibrante y sugerente. Las primeras referencias a la amistad entre estos dos astros del siglo XX se establecen en 1917 y tiene continuidad durante los años siguientes.

La exposición se divide en cuatro apartados y primeramente marca de forma clara la influencia cubista en muchos de los diseños de Chanel, con formas angulosas, pliegues y una clara inspiración por el clasicismo. El mundo clásico, con la versión de la Antígona de Sófocles y el trabajo de Olga Khokhlova, una de las más grandes bailarinas del momento y mujer de Picasso, marca el otro vértice. Con una Chanel encargada de realizar los vestidos para esta obra.

La otra pieza, Le train Bleu, con ballet de Serguéi Diághilev, libreto de Cocteau e historia centrada en el deporte, termina de cerrar el círculo. Es ahí donde se vuelven a unir los trabajos de los dos artistas. La obra contó con un programa de mano y un telón realizados por Picasso, mientras que muchas de las creaciones de Chanel, vinculadas a la nación y la playa, también sirvieron de inspiración.

Museo Nacional Thyssen Bornemisza en Paseo del Prado, 8.

Sybilla. El hilo invisible (Hasta el 15 de enero)

“Me divierte hacer ropa. Manejo los colores como un pintor, creo formas como un escultor, y, al igual que hace un ingeniero, estoy obligada a responder con algo práctico que sirva para cubrir una necesidad”, se puede leer en uno de los muros que enseña el ingente trabajo de una de las modistas más ágiles de la costura española.

Con un punto de vista certero y amplio, que no deja de lado sus épocas más complicadas, Sybilla. El hilo invisible, recorre las décadas más efervescentes de la moda española. Y ella, Sybilla Sorondo Mielżyńska, fue parte fundamental de la internacionalización de un fenómeno que tuvo en los ochenta su origen, con la movida madrileña como punto de unión entre creadores, músicos y público.

Recortes de prensa, invitaciones a desfiles y una relación decididamente fértil con fotógrafos como Pepe Lamarca, Miguel Oriola o Javier Vallhonrat son los que ilustran estas las cinco plantas del antiguo depósito del Canal. Y, claro, mucho vestuario que mira de tú a tú a la cultura japonesa y a la omnipresente industria italiana. Sybilla como referente y como un pasado en el que la moda española fue verdaderamente importante.

Sala Canal de Isabel II en Santa Engracia, 125.

Pablo Pérez-Mínguez. (Hasta el 15 de enero)

Cronista de la Movida madrileña, Pablo Pérez-Mínguez fue mucho más que eso. Y este trabajo, comisariado por una de sus hijas y José Tono Martínez, intenta atravesar otro tipo de problemáticas e intereses de uno de los mejores fotógrafos madrileños del último medio siglo.

Son casi 300 instantáneas en las que no solo se puede ver esa relación tan estrecha que Pablo tuvo con el mundo musical, con portadas, libros y revistas, sino también con la noche y lo social.

El Rock-Ola, el Teatro Alfil o la Sala El Sol son igual de protagonistas que figuras como May Paredes, Rossy de Palma, Carlos Serrano, Vicente Molina Foix, Luis Antonio de Villena o Fernando Savater. Espacios y personajes que en la última parte de esta monográfica rivalizan con su querido Museo de El Prado, en el que la pintura barroca cobra un especial significado.

Sala de exposiciones del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid en Ramirez de Prado, 3.

Ilse Bing (Hasta el 8 de enero)

Cien años que transitan por todo el siglo XX. Ilse Bing vivió entre 1899 y 1998, de ello da buena cuenta la exposición que puede disfrutarse en la Fundación Mapfre, son 200 instantáneas de una fotógrafa muy vinculada a la escuela de la Bauhaus. Pero que rápidamente va a abandonar Alemania, para vivir en París y Nueva York.

Su actividad, marcada por el fotoperiodismo y la técnica experimental, con la luz como eje dinamizador, la va a asociar al de nombres como Germaine Krull, Man Ray, André Kertész y Emmanuel Sougez. Además de Brassai y Cartier Bresson, con ellos va a ilustrar uno de los mejores momentos de la fotografía, en dos de las muestras mas relevantes de la época. Primero en el Louvre y posteriormente en el Moma: Fotografía 1839-1937.

En la década de los sesenta va a dejar de lado la fotografía y dedicará todo su empeño a la poesía y a las artes plásticas, entre ellas el collage, dos formatos que aparecen muy bien desarrollados en varias de las salas finales. Su obra no es suficientemente conocida por la perdida de su archivo en viajes, pero reivindicarla, con ese sutil surrealismo, es más necesario que nunca.

Fundación Mapfre en Paseo de Recoletos, 23