Un cartón del Papa presenta un libro con Yolanda Díaz, el padre Ángel y parroquianos progres

A un evento como este uno tiene que ir como Dios manda. Escuchando a Hakuna —la revolución del pop católico que lo está petando en Spotify—, diluviando a mares —como todas las Semanas Santas— y quizá con la intención de entender por qué Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno de coalición, va a presentar un libro del papa Francisco. La última vez que a la también ministra de Trabajo se la relacionó con el pontífice fue hace justo un año. Se reunieron durante 40 minutos, hablaron de la precariedad y el cambio climático. Y fue "una de las conversaciones más importantes" que ha tenido "en su vida", señaló este miércoles en la iglesia de San Antón, de la calle Hortaleza de Madrid, durante la presentación de un libro.

Díaz participó en la presentación de la última obra del Papa, que estaba presente en forma de un cartón a tamaño real que tiene el efecto Mona Lisa. Da igual donde uno se sitúe, parece que le esté mirando a los ojos. “La primera que le vi, casi me da un parraque. Entré a la iglesia y me lo topé de frente, menos mal que me agarró una chica para que no me cayera”, cuenta el también llamado Francisco, un voluntario de Mensajeros de la Paz —la ONG liderada por el padre Ángel— presente en el acto. Se acerca a él varias veces antes del evento, como si fuera a contestarle en algún momento.

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El cartón descansa solemne durante toda la presentación y se le reconoce en un par de ocasiones, como si el autor estuviera realmente presente. Pero el libro, Os ruego en nombre de Dios, en realidad no está escrito solo por el Papa. Se trata de un trabajo a cuatro manos con el periodista argentino Hernán Reyes Alcaide, corresponsal de Religión Digital en el Vaticano. La obra nació después de un discurso del líder de la Santa Sede en octubre de 2021. El Papa criticó a los principales grupos hegemónicos del mundo. “En ese momento, supe que había un libro”, explicó su coautor.

Después leyó dos citas papales cuestionando el papel de la propiedad privada y defendiendo el “ser sobre el tener”. Y minutos después reveló el secreto. Esas dos citas no las había dicho Francisco, sino otros papas anteriores “a los que nunca llamaron comunistas”. Lo cierto es que al actual Santo Padre se le ha tildado de comunista en varias ocasiones. De hecho, la exsecretaria de Comunicación del PP de Madrid Macarena Puentes comentó públicamente en Twitter que el encuentro entre el Papa y Yolanda Díaz del año pasado era una “cumbre comunista”. Después borró el tuit.

El revés le vino de perlas a la vicepresidenta segunda, quien se rio justo después del comentario. Yolanda Díaz es la comunista de España que grita poco y la líder de izquierdas más criticada por la derecha por su vínculo con la Santa Sede. En este panorama invertido se ha desenvuelto la ministra, quien ha recomendado a toda la clase política leer la obra del Papa. “Hay que hacer política con mayúsculas”, afirmó en varias ocasiones, tan calmada y tan gallega como siempre. Recordó, también, que acababa de llegar de Argentina. Un polémico viaje por el que fue muy señalada. La ministra iba a acudir a un acto de apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta argentina recientemente condenada a seis años de cárcel e inhabilitación de por vida de cargos públicos. "Es una de las grandes referencias como política y como mujer en el mundo", declaró Díaz este lunes desde Buenos Aires.

Y, respecto al libro, aseguró con contundencia que se ha “visto reflejada en muchas de las afirmaciones [de la obra], quizá porque tienen que ver con el sentido común”. Dentro del “sentido común” del Papa y de Yolanda Díaz, según ha declarado, está la defensa del trabajo digno, la lucha contra el cambio climático y la importancia del diálogo. "Yo leía algunas páginas en las que parecía que me estaba escuchando a mí misma", comentó. Después matizó que es atea.

Esta rotunda defensa del diálogo se produce justo en una crisis transversal del actual Gobierno del que forma parte. Y en mitad, también, de un más que conocido distanciamiento con las líderes de Unidas Podemos. “Todos somos hermanos, todos sumamos, tú sumas, y te agradecemos que vengas aquí a sumar”, la presentaron este miércoles. Hasta tres veces repitieron el nombre del proyecto político en solitario de la actual ministra (Sumar). Además, a las puertas de la iglesia de los más desfavorecidos, declaró que desde Unidas Podemos han presentado al PSOE un documento para frenar la subida de precios de la “cesta de la compra”.

Al acto se han acercado multitud de curiosos. El contacto de la vicepresidenta segunda con la religión llamaba la atención de más de uno. Y si la estrategia de Díaz es acercarse a los parroquianos progres, al menos este miércoles le ha surtido efecto. “Ay niña, qué ilusión”, dice una mujer de avanzada edad. Marta tiene 74 años (“creo, es que nunca me acuerdo”) y se ha puesto sus mejores galas para la cita. Vecina del barrio de Retiro, fiel creyente “desde siempre” y de izquierdas “también desde siempre”, pero sin militar nunca en ningún partido.

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Marta dice que “los de ahora solo critican la religión sin fundamento real”. Y al padre Ángel. “Ha estado siempre muy cuestionado por sonreír a la derecha, eso es cierto. Pero que ahora esté Yolanda me alegra mucho, me parece muy valiente”. La madrileña y católica iba a venir con dos amigas, pero el mal tiempo truncó sus planes. “He dicho, pues me vengo sola, qué más da. Lo que yo me pregunto es, ¿dónde están el resto de curas? Es una presentación del libro del Papa, hombre. ¿Dónde está aquí la Iglesia? Yo creo que le tienen envidia al padre Ángel, ¡así les va!”.

Las butacas de la parroquia están llenas. Pero el padre Ángel asegura que no tardarán mucho porque “tienen que ver el partido del Mundial” (Marruecos-Francia, a las 20:00). “Lo vamos a ver aquí en la iglesia. Quien quiera, que se quede”, anuncia. El cristiano más famoso de este país confiesa a El Confidencial que lo que quería con este evento era “evangelizar”. Hace apenas dos semanas, tuvo un encuentro con el Papa en el Vaticano, donde este le animó a “seguir adelante” a pesar de la edad (ambos tienen 85 años).

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Reyes Alcaide reconoció que Bergoglio (nombre de pila del Papa) "no es un marciano que cayó en la Capilla Sixtina", humanizando así su figura. Pero la mejor de las anécdotas la tiene Francisco, el voluntario de Mensajeros de la Paz —que previamente confesó a este diario que al evento “venía una ministra, pero no sé quién. Una rubia”—. “El Papa es supercercano. Hace dos años le conocí y me preguntó si era madridista, dije que sí. Después me dijo que si sabía jugar al mus, dije que no. Y entonces le dijo a Ángel que debía enseñarme a jugar a las cartas porque no se podía morir sin ganar a un madridista al mus. En este tiempo, no he aprendido. Qué miedo. Imagínate que le gano a ese [dice señalando el cartel], me descomulga”.

Todos en la mesa hablan de esperanza, de humildad, del bien común y de no dividir. Díaz se reconoce como atea, pero parece ser la mejor amiga del Papa con cada elogio. Y del padre Ángel, a quien “defiende” y “admira”. Al acabar, la entrañable Marta asegura estar “muy contenta de haber venido”. En los ojos de esta mujer se aprecia la satisfacción: como se lleven el cartón del Papa a los eventos de Sumar, lo mismo se acerca por allí.