La crisis sanitaria se enquista en Madrid y amenaza el final de año de Ayuso

La crisis sanitaria en la Comunidad de Madrid se ha enquistado y amenaza ya con ser un problema para Isabel Díaz Ayuso a las puertas del año electoral. Al tiempo que la huelga de los médicos de Atención Primaria cumple una semana, con las posturas todavía alejadas, la izquierda en la región continúa con su ofensiva y trata de estirar al máximo la polémica. El Gobierno regional trabaja contra el reloj para desconvocar los paros y minimizar el impacto antes de la cita con las urnas, pero asume que el tema condicionará el debate político y continuará durante los próximos meses.

La negociación entre la Consejería de Sanidad y el sindicato Amyts está lejos de llegar a buen término. Aunque al inicio de la semana pasada hubo un acercamiento, solo unos días después se rompió el diálogo y se multiplicaron los reproches cruzados. El principal punto de fricción en este momento es el refuerzo de la plantilla. La última propuesta del Ejecutivo autonómico es establecer una agenda de 30 pacientes en medicina y familia más cuatro citas de asistencias para casos no demorables, con diez minutos por paciente. En el caso de pediatría, la oferta plantea una agenda de 20, con un cuarto de hora para cada asistencia. También, entre otras cuestiones, que a partir de enero todos los eventuales se conviertan en interinos, con el compromiso de negociar en la Mesa Sectorial la distribución de 609 plazas fijas para médicos de familia.

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Pero nada contenta aún al comité de huelga, que insiste en que la situación es tan delicada que ninguna de las propuestas llega a solucionar la falta de personal y la carga de trabajo de los profesionales sanitarios. Amyts continuará con los paros hasta nueva orden, combinados con protestas en la calle y el llamado "tour de la precariedad", con viajes en autobús a centros de salud con problemas. Este domingo, de hecho, hubo una nueva concentración y para este lunes y martes se prevé que hagan lo propio, con una nueva manifestación frente a la Consejería de Hacienda en la plaza de Chamberí. "Necesitamos soluciones a esta huelga", declaró este domingo Sheila Justo, médico de familia y vicepresidenta del sindicato, tras una nueva protesta.

Fuentes de Amyts aseguran que no han tenido ninguna comunicación de la Consejería que dirige Enrique Ruiz Escudero en las últimas horas, aunque la previsión es que al menos haya una nueva reunión esta semana. Después de recular sobre el acercamiento de las posturas, desde el sindicato reclaman que haya un nuevo interlocutor en la negociación, habida cuenta de que el consejero de Sanidad no ha participado en los encuentros. Uno de los nombres que han planteado es el del titular de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, aunque el Gobierno lo ha rechazado. Desde la Administración, además, critican el repentino cambio de criterio de los facultativos de familia y pediatría, descolgándose de lo pactado inicialmente con nuevas reclamaciones.

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La manifestación multitudinaria del pasado día 13 de noviembre en Madrid, que reunió a cerca de 200.000 personas, puso de manifiesto que la sanidad marcará el debate en la Comunidad de Madrid hasta las elecciones. La reacción de los partidos de la izquierda en la región, que tratan de capitalizar estas protestas, es el ejemplo más claro de que la campaña será en la calle y con la gestión de la sanidad como único tema. De ahí que el principal argumento del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso sea que todo obedece a una campaña política por la proximidad de los comicios autonómicos y municipales.

El Ejecutivo insiste en una política de mano tendida con los médicos y espera desconvocar la huelga cuanto antes, pero tiene claro que la problemática no acabará con un hipotético acuerdo. "A nadie se le escapa el uso partidista de esta cuestión y cómo lo están tratando de estirar políticamente", apuntan desde el equipo de Ayuso, en parte resignados a batallar sobre esta cuestión en los próximos meses. El temor a que la situación se encalle es real, tanto en Sol como en la dirección nacional del PP, con la posibilidad de que los parones tengan un efecto contagio en otros territorios y en otros sectores, como la educación.

Ofensiva de la izquierda

Más Madrid y su líder, Mónica García, lideran esta ofensiva. Y nada hace pensar que vaya a rebajar la tensión en los seis meses que restan para las elecciones. Todo lo contrario. La estrategia es exprimir los problemas de la sanidad en la región con una campaña que va más allá del mero debate parlamentario. Incluso ha puesto en marcha un plan de publicidad en mupis a pie de calle y en el Metro de Madrid, con el lema "La quieren hundir, Madrid la va a defender: viva la sanidad pública". El espíritu del 13 de noviembre y la marea blanca serán el eje de su programa, pase lo que pase con la huelga convocada.

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El Gobierno de la Comunidad de Madrid negocia con Vox los presupuestos para 2023, pero la sanidad ha eclipsado cualquier otra cuestión. Rocío Monasterio también ha tratado de hurgar en la herida abierta, con guiños a los médicos y críticas a la gestión de Isabel Díaz Ayuso. Todos los partidos trabajan ahora en planes y propuestas sobre la asistencia sanitaria. También el Ejecutivo regional, que trata de neutralizar los ataques de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos con datos sobre el buen funcionamiento del sistema. Esta misma semana, en plena polémica, irrumpió con una nota de prensa sobre los tiempos de espera en operaciones quirúrgicas. La región, con 65 días, se mantiene junto al País Vasco a la cabeza de esta clasificación, frente a los 113 días de la media nacional.