La CAM y los médicos de familia acercan posturas para levantar la huelga en Atención Primaria

La Consejería de Sanidad de Madrid y el sindicato Amyts están a punto de cerrar un acuerdo que ponga fin a la huelga en la Atención Primaria. Las dos partes mantuvieron este martes una reunión maratoniana y aunque en un primer momento los médicos aseguraron que las posturas estaban "muy alejadas", una vez concluyó la cita, la imagen era bien distinta. "El acercamiento es importante", aseguraron desde Amyts, si bien no ofrecieron más detalles de lo negociado a la espera de trasladar y debatir este miércoles la propuesta con los sanitarios. Si los facultativos dan el visto bueno, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso habrá logrado desactivar en tan sólo una semana los dos frentes que mantenían abiertos los sindicatos sanitarios, este y el de las urgencias extrahospitalarias.

Horas antes de esta segunda reunión con el Comité de Huelga, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ya adelantó los tres ejes en torno a los que girarían sus propuestas. Acabar con los contratos temporales encadenados, crear un sistema que controle la saturación de citas médicas e instaurar incentivos para que futuros MIR (Médicos Internos Residentes) elijan Medicina de Familia o Pediatría. Y que, en definitiva, aumente el número de facultativos. Todos estos puntos se desglosarían en el encuentro, tal y como luego confirmó la secretaria general de Amyts. El principal escollo que el viernes imposibilitó el acuerdo entre la Comunidad de Madrid y el Comité de Huelga fue la financiación. Así que queda por ver hasta qué punto estos cambios se materializan y suponen un aumento de la investión en atención primaria.

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Aunque un acuerdo provisional entre la Comunidad de Madrid y los sindicatos desconvocó la huelga por las urgencias extrahospitalarias, el paro de 4.240 médicos de Familia y 720 pediatras sigue, de momento, en pie. La Administración trató de frenar ambas protestas en apenas dos días: el jueves se reunió con los convocantes por el modelo de los centros sanitarios 24 horas, y un día después se veía con Amyts para intentar paralizar la huelga que comenzó este lunes. En el primer caso lo logró, aunque el abismo entre las partes volvió a ampliarse en cuestión de días, cuando Sanidad se reafirmó en la propuesta de abrir solo 49 ambulatorios con médicos presenciales, dejando la videoconsulta como alternativa para los 29 restantes. En el segundo conflicto, ni siquiera hubo un pacto provisional que desactivara las protestas de los sanitarios.

Sin embargo, a priori estas medidas vuelven a acortar distancia con las demandas de Amyts. Que hubiera concesiones era una opción que ya se deslizó el lunes, cuando el consejero Enrique Ruiz Escudero prometió sopesar que haya un máximo de 35 pacientes por consulta en atención primaria, y que se les pueda atender en al menos 10 minutos. Poco antes, el sindicato médico propuso cifras muy similares: fijar en 31 las asistencias para Familia, y en 21 las de Pediatría. También pidió volver más atractivas estas especialidades con mejoras retributivas y de horarios, así como facilidades en los procesos selectivos.

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El anuncio de Ayuso sobre lo que llevarían a la reunión se produjo tras su visita a unas obras en el metro de Getafe. "Quiero pedir a los médicos que están de huelga que sigan en sus puestos porque se les necesita", reiteró la presidenta, que ya un día antes instó a los sanitarios a parar la protesta, amparándose en los picos de enfermedades que se producen en invierno. "No es necesario estar en huelga para seguir negociando", afirmó, haciendo referencia al plan de Atención Primaria de la Comunidad. Un programa que, no obstante, fue tildado de insuficiente por los profesionales en diversas ocasiones.

El jueves, otro frente

Esta no será la única reunión con Sanidad en la que Amyts participe esta semana. El jueves hay una nueva mesa sectorial a la que acude con CCOO, UGT, SATSE y CSIT para hablar de las urgencias extrahospitalarias. Si la semana pasada estuvo marcada por la estela de una manifestación multitudinaria y la proximidad de nuevas huelgas, a esta la atraviesan arduas negociaciones. El lunes se inauguró la primera mesa sectorial tras desconvocar la protesta por las urgencias. El martes, fue el segundo encuentro con el Comité de Huelga para la atención primaria. Y dos días después, ya estaba fijada la siguiente cita para decidir qué pasa con los ambulatorios en horas de guardia.

Los 80 puntos de atención continuada que la Comunidad de Madrid abrió en toda la región no han parado de recibir críticas desde que abrieron sus puertas el 27 de octubre. El plan del Gobierno regional era que todos funcionaran con al menos un médico, un enfermero y un celador. Y que los turnos se cubriesen de forma voluntaria, remunerada y con movilidad entre centros. Pero la cosa no salió como se esperaba. Las primeras semanas se evidenció la falta de médicos, y una asistencia coja en muchos ambulatorios. La Administración se escudó desde el inicio en la falta de profesionales y los servicios mínimos por la huelga, y propuso cubrir estas carencias con videoconsultas para atender a los pacientes en los centros sin personal médico.

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La alternativa no cuenta con el respaldo del personal sanitario. Sobre todo, si la atención online se utiliza para sustituir el reconocimiento médico presencial, y no para complementar la asistencia. Y esa volvió a ser la gran traba que hizo concluir sin acuerdo la mesa sectorial del lunes. Los sindicatos allí presentes abogaron por eliminar la idea de la videoconsulta en todos los centros. O, al menos, plantear unos plazos para que los 80 PAC cuenten con todos los perfiles profesionales. Hasta que no conozcan si hay avances en la postura de la Comunidad de Madrid, no comenzarán a plantearse nuevas protestas u otros mecanismos de presión.

Si algo está claro es que la situación sanitaria está marcando parte del día a día al Gobierno regional. El termómetro que supuso la manifestación ciudadana del 13 de noviembre evidenció las costuras del nuevo modelo de urgencias –y ahora de toda la atención primaria– y colocó en la diana del debate la crisis del sistema sanitario. Los médicos se jubilan sin que haya nuevos profesionales suficientes como para cubrir las vacantes. Especialmente, en Medicina de Familia.