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Por qué en España puedes llamar a tu hija como un canuto de hierba (pero no otros delirios)
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HAZIA NO, SEMEN SÍ

Por qué en España puedes llamar a tu hija como un canuto de hierba (pero no otros delirios)

La Ley de Registro Civil cuenta con restricciones para los nombres de los recién nacidos. La última polémica ha ocurrido en Euskadi con Hazia. La Academia de la Lengua Vasca solicitó a Justicia que fuesen más laxos

Foto: Los padres de Lobo, el polémico nombre que finalmente aceptó el director general de Registros. ( EFE/Javier López)
Los padres de Lobo, el polémico nombre que finalmente aceptó el director general de Registros. ( EFE/Javier López)

Si busca la palabra María en el Diccionario de la Real Academia Española aparecen multitud de acepciones. Puede ser un nombre propio, una moneda de plata del siglo XVII, una galleta o la abreviatura de la planta de marihuana. Además de ser el nombre de la Virgen, una figura esencial dentro del catolicismo, es uno de los más comunes en nuestro país y nadie pone en duda su uso. El caso se repite con Lucía, del verbo lucir; o Pilar, que puede hacer referencia a una columna. Sin embargo, la polisemia de algunas palabras puede desembocar en un conflicto administrativo, cuando un registro civil se niega a inscribir a un recién nacido porque considera que el nombre elegido no es válido.

La última polémica ha saltado en Euskadi. La magistrada del Registro Civil de Vitoria se ha negado a inscribir a una niña con el nombre de Hazia. Una de las acepciones de la palabra, alega la funcionaria, es "semen". Los padres defienden que otro de sus significados es "semilla", la razón por la que habían elegido esa palabra. Pero la jueza registró a la pequeña como Zía, lejos de la voluntad de los progenitores. En España, la elección del nombre del recién nacido debe ajustarse a la Ley de Registro Civil. La norma tiene más de 80 años y se ha ido adaptando a lo largo de los años a la evolución de la sociedad, pero en última estancia todo depende del funcionario en cuestión. La familia tiene la opción de recurrir y la decisión final dependerá de la Dirección General del Registro Civil.

Foto: La Dirección General de Registros admite Lobo como nombre. (EFE)

¿Qué dice la norma actual? La Ley de 2011, en su artículo 51, expone que "el nombre propio será elegido libremente y solo quedará sujeto a las siguientes limitaciones, que se interpretarán restrictivamente [...] no podrán imponerse nombres que sean contrarios a la dignidad de la persona ni los que hagan confusa la identificación". Además de que dos hermanos no pueden llamarse igual y que alguien no puede llevar más de un nombre compuesto o dos simples. Expertos en Derecho Civil de la Universidad de Navarra explican que, con esta redacción, queda patente que “la libertad de los padres prima. Solo si el nombre es claramente contrario a la dignidad de la persona, se denegará la inscripción”. De esta forma, no se elimina la subjetividad del funcionario, pero sí tiene más peso la decisión de los progenitores.

Foto: Los padres habían elegido el nombre del recién nacido con esmero (iStock)

El caso ha generado debate incluso dentro del gremio de los registradores. Una funcionaria reconoce que, en un principio, no comprendía por qué se había denegado ese nombre. Después ojeó el diccionario en Euskera y comprobó que Hazia sí significa "semen". Pero, ¿por qué si un nombre como María, que puede ser interpretado de diversas formas, no es objeto de debate? La magistrada apunta que porque "llamar María a la marihuana es coloquial, mientras que Hazia es la palabra literal". Aunque, según los registros del Instituto Nacional de Estadística, y como adelantó La Vanguardia, en España existen 93 personas llamadas Semen.

En el 2016 se denegó la petición a unos padres que querían llamar a su hijo Lobo

Aun así, la complejidad de establecer un criterio único (lo que para una persona puede resultar vejatorio para otra no) provoca que, de tanto en tanto, se produzcan encontronazos entre los funcionarios del Registro Civil y los padres de los recién nacidos. En el 2016, se denegó la petición a unos padres de Fuenlabrada que querían llamar a su hijo Lobo por tratarse, también, de un apellido. En aquella ocasión, y por la controversia generada, el por entonces Director General del Registro Civil, Javier Gómez Gálligo, tuvo que intervenir. Finalmente, aceptó Lobo porque "los usos sociales lo están convirtiendo en nombre”, argumentó.

Hazia, la última polémica

El pasado 22 de octubre vino al mundo una niña a la que sus padres querían llamar Hazia, un nombre que nunca antes había sido registrado como propio. La magistrada encargada del Registro Civil de Vitoria rechazó la petición al considerar que esta palabra significa en el euskera común “semen”, aunque también tiene la acepción de semilla. El docente en Derecho Civil apunta que las denegaciones de ciertos nombres no es infrecuente y que, por ello, la materia ha sido objeto de notable evolución a lo largo de los años.

Foto: Está previsto que gestionen la nueva base de datos los funcionarios públicos.

Para atajar el asunto, la jueza en cuestión y los familiares de la pequeña solicitaron ayuda a la Academia de la Lengua Vasca, Euskaltzaindia. Esta última ya había solicitado en 2018 al Ministerio de Justicia que los funcionarios fueran más laxos con la aceptación de los nombres en euskera.

Pero la resolución del Registro, apunta EFE, explica que el pasado 26 de octubre se advirtió a los padres mediante una providencia de que el nombre que habían elegido no se corresponde con ninguno de los que recoge la Academia de la Lengua Vasca, y se les requirió que diesen otro a la recién nacida. No obstante, la Academia ha asegurado a este medio que manifestó a la familia (a la abuela, en concreto) que "no veía problema en utilizar Hazia desde un punto de vista lingüístico, tal y como ocurre con otros nombres derivados de un sustantivo común".

La Academia ha asegurado que "no veía problema en utilizar Hazia desde un punto de vista lingüístico, tal y como ocurre con otros nombres"

La magistrada consultada argumenta que todo depende del lugar donde se registre al recién nacido. "Si yo trabajara en Argentina, no permitiría que una niña fuese registrada como Concha por el significado que tiene esa palabra en el país", argumenta. De ser así, se recomendaría a las familias otro nombre y podría recurrir para que se decidiese desde la Dirección.

En cualquier caso, la propia Academia ha comunicado que se ofrece a redactar un informe y ponerlo a disposición de la familia en los próximos días, a fin de que, si así lo desean, lo utilicen para encauzar la controversia suscitada en torno a ese nombre. Además, y para evitar complicaciones futuras, han creado un listado con nombres utilizados en Euskera para que los padres interesados puedan consultar si el que han elegido ya existe.

Nada de esto es nuevo

La originaria Ley del Registro Civil de 1957, vigente hasta 1994, en su artículo 54, decía que "quedan prohibidos los nombres extravagantes, impropios de personas, irreverentes o subversivos". La inseguridad jurídica de estos adjetivos llevó a que se pusiera en marcha un nuevo escrito. “Lo que ocurría es que había encargados del Registro civil que denegaban un nombre que, sin embargo, otro encargado del Registro civil de otro lugar sí que había admitido”, apuntan desde la Universidad.

Y de hecho, el artículo 192 del Reglamento de Registro Civil de 1958 dice todavía, porque no se ha aprobado uno posterior, que "se considera que perjudican objetivamente a la persona los nombres propios que, por sí o en combinación con los apellidos, resultan contrarios al decoro". Incluso los expertos se cuestionan la precisión de estas palabras. "¿Qué es contrario al decoro? Pues es muy subjetivo, la verdad”, señalan desde la misma institución.

Si busca la palabra María en el Diccionario de la Real Academia Española aparecen multitud de acepciones. Puede ser un nombre propio, una moneda de plata del siglo XVII, una galleta o la abreviatura de la planta de marihuana. Además de ser el nombre de la Virgen, una figura esencial dentro del catolicismo, es uno de los más comunes en nuestro país y nadie pone en duda su uso. El caso se repite con Lucía, del verbo lucir; o Pilar, que puede hacer referencia a una columna. Sin embargo, la polisemia de algunas palabras puede desembocar en un conflicto administrativo, cuando un registro civil se niega a inscribir a un recién nacido porque considera que el nombre elegido no es válido.

Ministerio de Justicia