Fin del plazo para retirar las terrazas de Ponzano: "No ha cambiado nada"

A finales del pasado mes de enero, no sin polémica, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó la modificación de la Ordenanza de las Terrazas. Los grupos que sacaron adelante la norma, el Partido Popular, Ciudadanos y el Grupo Mixto, argumentaron que la entonces vigente no cumplía con las "necesidades" actuales. Y aunque entró en vigor en febrero, se dio un período de adaptación de seis meses a los locales situados en las zonas saturadas, entre ellas Ponzano, la calle que sintetiza la lucha vecinal contra las terrazas.

Este lunes finalizó ese plazo y “no ha cambiado absolutamente nada. El Ayuntamiento se ha vendido a la hostelería. El plazo ya ha concluido, todo sigue igual, y tampoco parece que en los próximos días, semanas o incluso meses vaya a cambiar nada”, asegura Pilar Rodríguez, portavoz de la Asociación Vecinal El Organillo de Chamberí.

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Durante este tiempo, debería empezar a cumplirse la nueva normativa y multar a aquellos establecimientos que no lo hagan. Por ejemplo, la salida de los portales de los bloques de vivienda deberían estar libres, al igual que las salidas de emergencia, las distancia entre las mesas tendría que ser de medio metro…, pero ¿se está cumpliendo?, ¿se han adaptado las terrazas?, o ¿sigue todo igual?

Desde el Ayuntamiento señalan que todo lo determinan los plazos y estos "se están cumpliendo". De hecho, desde la entrada en vigor el 1 de febrero de este año hasta hoy, aseguran que se han retirado un total de 138 terrazas y hay unas 289 solicitudes de modificación de autorizaciones.

"No todas las medidas eran 'quitar mesas' y no todos los periodos de adaptación a la normativa están ya en vigor. Algunos plazos sí se han cumplido, como es el caso del plazo de un mes para solicitar autorización en el caso de terrazas instaladas en esquinas, zonas terrizas y las mesas altas de baja capacidad o la que entró en vigor ayer", destacan desde el Área Delegada de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana del Ayuntamiento.

Lo cierto es que al estar en el mes de agosto hay dos aspectos que hay que tener en consideración. El primero es que la zona de Ponzano, una de las más conocidas del barrio de Chamberí y una de las más saturadas, según el Ayuntamiento, cerrará gran parte de sus terrazas para ampliar las aceras en agosto. Sin embargo, los vecinos aseguran que las obras no han empezado y que la actividad sigue su curso. “A nosotros no nos han informado de nada y nos encantaría que se ampliaran las aceras, pero en beneficio del espacio público y de los vecinos: más bancos, zonas verdes, fuentes… este barrio es uno de los que menos tienen, pero esto no lo hacen por ellos, sino para poner más y más terrazas”, asegura Rodríguez que apunta que la situación es “totalmente desesperante”.

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Por su parte, el Ayuntamiento señala que, una vez finalicen las obras, las terrazas en bandas de aparcamiento desaparecerán en cumplimiento de una de las disposiciones prevista en la ordenanza. Además, las terrazas existentes en acera, que "en la calle Ponzano son escasas", tendrán que ajustarse y adaptarse a las nuevas disposiciones de la normativa para volver a implantarse tras la ampliación.

El siguiente punto a tener en cuenta es que, en principio, con la entrada en vigor de esta norma, desaparecerán más de 2.000 ampliaciones de terraza concedidas durante la pandemia, pero no todas tienen la misma posición. Aquellas que estén dispuestas en bandas de aparcamiento de zonas no saturadas continuarán hasta 2023, pero pagando una nueva tasa de hasta 24 euros por metro cuadrado que variará en función del barrio en las que se encuentren. Concretamente en Ponzano, es una media entre 74 y 40€ metro cuadrado según el tramo de calle, con un recargo de un 20% por la colocación de tarimas y hasta un 50% si está delimitada con elementos separadores. Pero, precisamente, Chamberí es uno de los que sí entran en el territorio tensionado según el Ayuntamiento. “Antes ocupaban gran parte de la acera, con la pandemia también las zonas de aparcamiento, desde entonces seguimos igual y, la verdad, no sé si va a cambiar mucho”, confiesa una vecina de la zona.

Desde el Ayuntamiento aseguran que los locales que no estén cumpliendo con la nueva normativa sí que están pagando las consecuencias. Según los últimos datos disponibles, se están tramitando un total de casi 1.500 expedientes entre sancionadores, disciplinarios y de recuperación del espacio público a los hosteleros que hayan incumplido las nuevas medidas. Sin embargo, desde la asociación de vecinos aseguran que no es suficiente. "La policía claro que hace su trabajo, pero si tan solo hay dos coches patrulla por la noche para 130.000 habitantes en una zona llena de bares y discotecas, pues poco pueden hacer".