'Archipiélago', el ciclo de conciertos que muestra la influencia de las rutas comerciales en la música

Una fotografía reciente sirvió de inspiración a José Luis Espejo y Rubén Coll. La instantánea en cuestión mostraba a lo lejos al buque Ever Given varado en el canal de Suez. Mientras, en primer plano, se podía observar un campo verde a medio segar y un diminuto motocarro. Dos realidades que confluían en una misma escena.

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“La foto, realizada en Egipto, muestra la desmesurada escala del consumo global, confrontando dos medios de transporte separados por una supuesta evolución tecnológica. Sin embargo, el carro no es tan antiguo y el buque sigue un itinerario conocido desde hace milenios”, comentan los dos comisarios en el texto introductorio a Archipiélago, el ciclo de conciertos que tiene lugar este sábado en el Museo Reina Sofía.

A partir de esta conclusión, Espejo y Coll, que llevan trabajando juntos desde 2018, se lanzaron a un análisis muy pormenorizado de cómo la historia de la música y sus diferentes redes y confluencias han ido ligadas a las rutas comerciales que desde hace siglos se han realizado.

Son cuatro conciertos, más una presentación y la proyección de una película experimental, los que se llevarán a cabo reforzando y dando un contexto a estas tesis. Entre las seis de la tarde y las once de la noche tocarán Mohammad Reza Mortazavi, Pujllay Masis, Edna Martínez y Mazaher, y se podrá ver el documental sobre la afinación del ruido producido por los ejes de los carros de los bueyes, hecho por Erkizia y Cantizano. Dentro de una propuesta que mezcla sin ningún tipo de problema modernidad y tradición, poniendo en valor diferentes lenguajes y discursos. Mostrando cómo “los modos de escucha actuales están siempre condicionados por una profunda historia de corrientes, rutas y mutaciones musicales”.

Sonidos que viajan en el tiempo

Un viaje en el tiempo, pasado y presente, donde se dan la mano antiguas milongas (en el caso de la película de Erkizia y Cantizano) con músicas percusivas que recorren varios continentes, de Asia Central hasta el extremo noroeste de África, como así ocurre con el trabajo del persa Mortazavi y su uso de instrumentos como el tombak y el daf. “Su aproximación a ellos trasciende las técnicas tradicionales”, apuntan desde la organización. “Su planteamiento hizo que discos como ‘Ritme Jaavdanegi’ fueran celebrados por la prensa musical anglosajona y los círculos experimentales, llevándolo incluso a actuar en el 30 aniversario de Tresor, el mítico club berlinés de techno, así como en festivales como Berlin Atonal o Rewire”.

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Por su parte, la asociación cultural boliviana Puljllay Massis, con sede en Madrid, permite darle una vuelta a aquellos viajes que Colón emprendió hace más de quinientos años guiado por los vientos de las regiones intertropicales. “Al nivel del mar, los alisios soplan de manera regular de este a oeste, pero a partir de los 6000 metros de altitud, la corriente se invierte”, explican Espejo y Coll. “Los alisios son, a la vez, la fuerza meteorológica que meció los barcos de expoliadores y esclavistas, y la corriente que permite a los aviones viajar de América a Europa en la ruta que emplea la diáspora latinoamericana”. Aquí este concepto, el de tornaviaje, se presenta en forma de danzas rituales vinculadas a deidades andinas. “Al mismo tiempo son un recuerdo de una victoria indígena acontecida en 1816 durante la independencia de los colonos españoles”, recuerdan.

Las raíces de la música popular colombiana y la polirrítmia del norte de África, que tiene en el trance y el baile, sus otros dos componentes, sirven como otro punto de anclaje a Archipiélago. Serán Edna Martínez, en calidad de DJ, y Mazaher, los encargados de cerrar este minifestival, que celebra su sexta edición.

La primera es un claro exponente de la superposición de estilos y géneros que se solapan en el llamado picó caribeño. “Estos sonidos son, en muchos casos, el resultado de la industrialización del transporte marítimo y del entramado de puertos y canales contemporáneos entre los que destacan los canales de Suez y Panamá, el estrecho de Malaca y el puerto de abastecimiento de combustible de Honolulu”, indican Coll y Espejo, dando a entender la importancia de estos puntos clave dentro de la geopolítica y el comercio global.

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Mientras, los segundos, una formación creada en 1998 en Egipto, practican el zar, un estilo del que poco se sabe. “Salvo que surgió en el cuerno de África y se expandió por el norte del continente, alcanzando gran popularidad en El Cairo, así como en otras megalópolis del mundo árabe, entre las décadas de los 30 y los 80 del siglo pasado”, recuerdan los directores artísticos de Archipiélago. “Posteriormente cayó en desgracia - y en el olvido - gracias a la desinformación extendida por las nuevas fuerzas reformistas y nacionalistas egipcias como los Wahabi, que estigmatizaron su práctica”.

Rutas marítimas y musicales

El discurso que Espejo y Coll difunden hunde sus raices en libros de reciente publicación como ‘Ruido Insurgente. Audiopolíticas de una revolución musical mundial’, ‘Una geología de los medios’ o ‘Capitalismo de plataformas’. A partir de ellos se plantean tesis y juegos de afinidad entre músicas, discursos políticos y movimientos transfronterizos.

“No por casualidad el cableado submarino que permite el streaming usa las rutas imperiales británicas, españolas y portuguesas”, continúan explicando. “Los cables submarinos siguen la ruta del Galeón de Manila para cruzar el pacífico desde Acapulco a Manila o Honolulú, uno de los puertos señalados por Denning”.

Y se preguntan: “¿Fue la ruta de cabotaje que hoy muestran los cables del puerto de Alejandría la ruta por la que viajó el covid? Quizá. En cualquier caso, resulta interesante cómo la ruta marítima más antigua sigue siendo determinante para la salud, el abastecimiento y desabastecimiento, y el flujo de datos que controla desde la música en nuestros teléfonos hasta la geopolítica actual”.

Los dos concluyen de forma clara, abriendo más que cerrando un círculo, que ya empezaron a plantear en los orígenes de Archipiélago, y que de algún modo hace que la música se conciba como un magma dinámico y en continua mutación.

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“Con Mazaher, Archipiélago cierra el círculo de esta sexta edición, que arranca con el transporte marítimo por el canal de Suez, inaugurado en 1869 durante la ocupación colonial británica de Egipto, y termina con el mismo canal que quedó atascado por el Ever Given en 2021 —punto de partida de esta programación—, que también es el mismo por el que se extienden los cables submarinos siguiendo las rutas de cabotaje que unen a China con Europa desde hace milenios”, comentan de este 'continuum' sonoro, flujo de datos y discurrir musical, pasando por cada ciudad del norte de África y descubriendo instrumentos musicales de gran similitud.

“Si atendiéramos al Camino Real Persa, estaríamos asistiendo a una suerte de paleo-globalización que seguían a pie los homínidos, esto es, nuestros antepasados antes de poder llamarse personas, Homo sapiens o Neandertales”, terminan describiendo. “Y si la pensásemos de manera algo más profunda, encontraríamos como todas estas rutas están determinadas por la geografía que determina los caminos, así como por la energía del océano y la atmósfera, que determina las corrientes, y con ello, las rutas por las que los seres humanos, y los cables, se mueven”.