Ni heladas ni covid, ¿por qué hay tantas fuentes rotas en Madrid?

Si algo identifica a Madrid hasta la caricatura es su agua. Desde que en 1858 se inauguró en la calle San Bernardo la primera fuente pública que canalizaba agua potable de la sierra hasta las sedientas gargantas madrileñas, el número de caños no dejó de crecer. A finales del siglo XIX se contaban hasta 80 para cerca de 250.000 ciudadanos, que peregrinaban a ellas personalmente o con la intermediación de aguadores que cargaban los botijos hasta los hogares a cambio de unas monedas.

Ahora existen por toda la capital 2.002 puntos para refrescarse, pero el 10% (196) no funciona, prácticamente todas en zonas verdes (el 83% de las fuentes están en estas zonas). Es la cifra más alta de fuentes "fuera de servicio" desde que el Ayuntamiento de Madrid hace públicos estos datos (2016). Hace dos años, en octubre de 2020, las fuentes estropeadas o cerradas eran tan solo 90.

"Esto es algo que viene de lejos. Cuando fui concejal en el 87 ya denunciábamos la cantidad de fuentes sin funcionar que había, y la disculpa era la heroína, porque se lavaban ahí las jeringuillas. En parte era verdad, pero con esa disculpa se fueron cerrando fuentes y la gente decía: 'Bueno, antes de que vaya el niño y beba, que la cierren...'", recuerda Félix López-Rey, concejal de Más Madrid y un histórico del asociacionismo madrileño, especialmente en Villaverde, donde fundó una de las primeras asociaciones de vecinos de la capital.

Precisamente en este distrito, Villaverde, es donde el problema está más enquistado. Aquí, una de cada cuatro fuentes no funciona, aunque en 2016 llegó al 29%. Tiene casi el mismo número de caños que la zona de Retiro, pero en este distrito no había ninguna fuente cerrada en abril de 2022, cuando fueron recogidos los datos publicados. Es el único distrito donde todas las fuentes funcionan. "Hay una desidia con los distritos más allá del Manzanares. Si vas por Goya o Príncipe de Vergara, ves que todas funcionan… Y si se estropean van al día siguiente a arreglarla. Aquí no. Yo salgo todos los días a andar 9 kilómetros y no encuentras una sola fuente para beber un trago de agua", añade el concejal.

Según los datos, los problemas con las fuentes en este distrito se deben al vandalismo, habitualmente chatarreros que utilizan la noche para llevarse los grifos. "Puede haber gente incívica, pero no puedes castigar al resto porque no es una cosa ornamental, es práctica", reconoce López-Rey.

En los últimos años, lo cierto es que el cierre de fuentes ha sido una constante en toda la ciudad. Primero, durante el covid, se precintaron todas para evitar contagios durante más de un año, de marzo de 2020 a mayo de 2021. Y las fuentes para refrescarse, como las que hay en Madrid Río (las que salen del suelo), abrieron este jueves tras dos años cerradas. "En Semana Santa del año pasado, con temperaturas de 31 grados, ya podías ir a una discoteca, pero no beber de una fuente", explica Ainhoa Rebolledo, que junto a Javier Pérez está detrás de la cuenta de Twitter 'Fuentes de Madrid', donde se hacen eco de las quejas de los madrileños por la falta de puntos de agua.

Prácticamente a diario se hacen eco de alguna queja de un madrileño por el estado de las fuentes en algún punto de la capital. "A veces sí que van a arreglarlas, pero otras dicen que hay una 'deficiencia estructural', como ocurre con la de la plaza de Comendadoras —en distrito Centro—, que lleva mucho tiempo cerrada", añade Rebolledo.

Más allá de Villaverde, tampoco en Barajas funcionan una de cada cuatro fuentes, seguido de Vicálvaro y Moratalaz (17%). En Centro no funcionaban en abril el 12%. Además, la suerte encontrando una fuente varía mucho de unos distritos a otros. De nuevo en Barajas hay más de 200 por cada 10.000 habitantes, mientras que en Chamberí solo hay dos para la misma población.

Además, como decíamos antes, la mayoría se encuentra en zonas verdes, ya que la presencia de fuentes en las calles ha ido perdiéndose paulatinamente, concentrándolas en plazas y parques, como ya denunciaba un artículo de 'El País' hace casi 20 años.

Muchas de las fuentes que cerraron con el covid aún siguen cerradas, a pesar de que la evidencia científica ya ha dejado claro que el mayor riesgo de contagio se produce mediante aerosoles, y de que oficialmente reabrieron hace un año. Cerca de 40 fuentes que aparecían fuera de servicio en 2020, seguían en ese estado en los datos de abril de 2022. Además, el pasado invierno volvieron a cerrar por el riesgo de heladas. "Pero la temperatura más baja fue de un grado bajo cero, y hasta marzo o abril no las volvieron a abrir", denuncia Rebolledo.

"Tienes que pasarte el verano en un bar o dentro de El Corte Inglés, el espacio público no está destinado para las personas"

Las fuentes rotas se harán más palpables a medida que las temperaturas sigan subiendo y entremos en el octavo verano consecutivo más caliente de la historia, cuyo aperitivo ya se vivió con la ola de calor de mayo. "Tienes que pasarte el verano en un bar o en El Corte Inglés, el espacio público no es para las personas. Parece que reclamas algo de pobre por pedir algo tan sencillo como que puedas transitar por la vía pública sin consumir", añade Rebolledo, quien denuncia también que en algunas zonas, como en Pacífico, aunque funcionan, están rodeadas de terrazas y es difícil su uso.

Según el Ayuntamiento de Madrid, no es cierto que sea el peor año en lo que a fuentes disponibles se refiere. Afirma que en 2015 había un total de 1.488 fuentes en la ciudad y solo funcionaba el 54,3%. Sin embargo, estos datos no están disponibles en el portal de datos abiertos municipal y no han podido contrastarse. Los más antiguos corresponden a 2016 y por aquel entonces estaban cerradas 129 fuentes de 1.396, el 8%.

También afirma el ayuntamiento que actualmente hay 2.042 fuentes en la capital para uso humano, aunque los datos publicados el 15 de abril solo reflejan 2.002. "Nuestras bases de datos de conservación se actualizan casi a diario, mientras que las que se cuelgan en datos abiertos se actualizan cada tres meses, por lo que siempre hay desfases, tanto en el número de fuentes totales (bajas, nuevas instalaciones, actualizaciones de inventario…) como en el porcentaje de fuentes en servicio", explican desde la Dirección de Gestión del Agua y Zonas Verdes.

Sobre Villaverde, confirman que hay un problema de vandalismo, especialmente en el parque Julio Alguacil, porque "se reparan y se vuelven a vandalizar", por lo que están valorando instalar un modelo distinto de fuente que no pueda arrancarse. "El compromiso municipal, que se cumple todos los años, según la Carta de Servicios de Gestión del Agua, es que el 95% de las fuentes estén en servicio a 31 de junio, aunque se está valorando adelantarlo al día 1", afirman desde el consistorio.